Place de Fontenoy, manifa anti Macron, 28 agosto 2021. Foto JPQ.
Emmanuel Macron y Marine Le Pen también enfrentan a una Francia obrera, modesta, periférica, suburbana, poco culta y angustiada sobre el futuro familiar y nacional, contra una Francia de cuadros y profesiones liberales, más acomodadas, urbana, medianamente culta y optimista sobre su futuro familiar y el futuro nacional.
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Hundidos los partidos políticos tradicionales de izquierda y derecha que «estructuraban» esa diversidad social, el presidente en funciones y la candidata de extrema derecha son el refugio provisional de una nueva Francia mayoritariamente conservadora, muy conservadora o extremada conservadora, ante el voto de la segunda vuelta, el domingo que viene, que debe elegir al jefe del Estado, la columna vertebral de todo el sistema político francés.
A partir del voto de la primera vuelta presidencial, el domingo día 10 pasado, el instituto Ipsos, tercera sociedad mundial en análisis de marketing y sociología, ha realizado un estudio que refleja con bastante precisión la nueva sociedad francesa, oscilando entre la tentación del repliegue nacional / nacionalista, contra Europa y la mundialización, y la proposición de una sociedad abierta a Europa y la mundialización.
Según ese estudio de referencia, Marine Le Pen tiene un electorado joven o muy joven. El 51 % de los electores de la candidata de extrema derecha tienen entre 18 y 34 años. Emmanuel Macron tiene un electorado ligeramente más viejo. El 54 % de los electores del presidente tienen entre 50 y 69 años.
El electorado de extrema derecha francés es muy mayoritariamente obrero. El 72 % de los electores de Marine Le Pen son empleados y obreros. Una media del 35 % de los obreros franceses votan a la familia Le Pen desde hace varias décadas. El PCF y el PS tienen un voto obrero muy inferior, que se han hundido de manera espectacular en la primera vuelta de la elección presidencial. La extrema derecha es el primer partido obrero de Francia, desde hace años.
Macron, por el contrario, es el candidato preferido del 65 % de los cuadros y profesiones liberales. Un 38 % de los jubilatas franceses también prefieren al presidente, contra un 17 % para Le Pen.
En términos de formación y cultura, el 35 % de los electores de Le Pen no tienen el bachillerato. Otro 27 % solo tienen el título de bachiller. Por el contrario, el 64 % de los electores de Macron tienen el bachillerato y estudios medios o superiores.
La Francia pobre y modesta vota masivamente a Marine Le Pen. El 57 % de los electores de extrema derecha ganan menos de 1.250 euros y un máximo de 2.000 euros mensuales. Por el contrario, el 62 % de los electores de Macron ganan más, mucho o muchísimo más de 2.000 euros mensuales.
Geográficamente, el 55 % de los electores de Marine Le Pen viven en pueblos de 2.000 a 10.000 habitantes. El 65 % de los electores de Macron viven en ciudades de 50.000 a 200.000 habitantes, o mucho más.
En términos religiosos… solo un 27 % de los electores de Le Pen se dicen católicos, y otro 21 % afirma «no creer en ninguna religión». Por el contrario, el 32 % de los electores de Macron se dicen católicos y otro 25 % declara «no tener religión».
Un 81 % de los electores de Marin Le Pen se dicen «insatisfechos» o «muy insatisfechos» con la vida que llevan. Por el contrario, el 80 % de los electores de Macron se dicen «satisfechos» o «muy satisfechos» con su vida.
Los electores de Le Pen se declaran ellos mismos poco o nada favorecidos: un 37 % se dicen «desfavorecidos», otro 29 % dicen pertenecer a las «categorías populares» y un 25 dicen pertenecer a las «clases medias inferiores».
Un 53 % de los electores de Macron se consideran ellos mismos como «acomodados» o «privilegiados», un 38 estiman pertenecer a las «clases medias superiores», y un 28 % a las clases medias inferiores.
Se trata de dos Francias que se conocen mal y no se entienden en nada o casi nada. Una de ellas deberá «imponerse» a la otra. Gane quien gane, Macron o Le Pen, el ganador o ganadora no podrá olvidar las ilusiones, esperanzas y angustias de la Francia perdedora, que no tardará en hacerse escuchar, a lo largo de los próximos meses. ABC, Las elecciones presidenciales muestran la brecha económica y social de Francia + PDF.
Sociología de la segunda vuelta de la elección presidencial que tiene raíces muy profundas:
París, la rentrée … La Francia multicultural se rebela contra Macron y su política sanitaria.
Semana crucial para Francia y Europa, entre Macron y Le Pen.
Las manifestaciones contra la extrema derecha equiparan a Macron con Le Pen.
Tras desmantelar Francia, Le Pen propone desmantelar la UE y la OTAN.
Macron gira a la “izquierda”, Le Pen se propone desmontar el régimen, la V República.
El voto de izquierda se refugia en Jean-Luc Mélenchon.
Macron contra Le Pen, sociedad abierta contra búnker ultra nacionalista, en una Francia cuarteada.
La derecha tradicional y las izquierdas piden el voto para Macron.
Macron, Le Pen, entre enanitos perdidos en un campo de ruinas, Europa y Putin.
OJosé says
Más de dos mil euros los que votan a Macron menos de dos mil los que votan a Le Pen según la encuesta. Una democracia dividida sin o pocas igualdades de oportunidades. Sin partidos sin sindicatos con caridad y poca justicia. Élites heredadas que llenan los escaparates y las pantallas con sus insignes apellidos y bajos fondos con todo tipo de individuos sin apellidos reconocibles y algunos difíciles de pronunciar en francés. Los productores repartidores servidores de comidas extractores de materiales vendedores reponedores ….invisibles como servidores modernos de los pudientes. Cuando los que hacen funcionar la máquina barco se cabrean la máquina se puede parar y el capitán se queda sin marineros. El motín puede hundir el barco y ay de los que no sepan nadar en las aguas turbulentas. Se acabó lo que se daba. Sin instituciones que administren justicia puede acabar todo como el rosario de Aurora todos contra todos y vuelta a empezar. El inicio de una segunda revolución con IA en vez de guillotinas. Es siglo de masas pudientes y no pudientes. La política teológica será sustituida por la política cibernética. La población será administrada científicamente cartesianamente con nuevos programas y nuevas máquinas. Francia a partir del domingo será otra vez guía política para
los nuevos tiempos ni modernos ni postmodernos. Los pechos caídos de la libertad no guiarán el pueblo ni la igualdad ni la fraternidad la sustituirán.
JP Quiñonero says
José,
Bueno …
En Francia, el 31 % del PIB está consagrado a gasto social. Es el porcentaje más alto de la OCDE, que tiene una media del 20 %. En España es del 24,7 %. En los EE. UU. del 18,7% …
En Rusia, China, África, las Américas… que Dios los pille confesados … oséase, que, estando fatal, lo nuestro es envidiable para millones y millones de mujeres y hombres de otras latitudes…
Q.-
Fina says
Quiño,
Según la información que nos das sobre los porcentajes consagrados al gasto social, mejor que no nos quejemos. Como bien dices, en otras latitudes están mucho peor…
Gracias y palanteee…!!!
JP Quiñonero says
Fina,
Algo así, efectivamente…
Calma, vigilancia, estoicismo, verlas venir …
Vamossssss
Q.-
Fina says
Quiño,
Desde que te leo, creo que las veo venir un poco mejor…Nunca había estado informada sobre tantos temas… Gracias!!!
Vamossssss…palanteee!!!
Fina says
Josep,
Pienso que ya estamos viviendo el inicio de una nueva revolución con la IA y la política cibernética…
Habrá que nadar por aguas turbulentas y gritar: ¡Sálvese quién pueda!
En fin, veremos qué nos dicta Francia a partir del domingo…
Me pregunto si existirán instituciones capaces de administrar verdadera justicia en las que poder confiar…
Es tan triste la decadencia física… y en tantos otros ámbitos…
JP Quiñonero says
Fina,
Viva Fina..!
Siempre comprensiva y generosa… estímulo para intentar informar lo mejor posible… a ver …
Q.-