Place Stéphane Hessel esquina Rue d’Odessa, 14 mayo 2022. Foto JPQ.
La calle recibió ese nombre en recuerdo del bombardeo de la flota franco-inglesa del puerto de Odesa durante la guerra de Crimea (1853 – 1856).
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Andando el tiempo, tras los bombardeos que siguieron al proyecto de invasión rusa de Ucrania:
«En dix ans, l’Ukraine est devenue l’un des principaux exportateurs mondiaux de céréales. Une formidable logistique agricole grippée par l’invasion russe déclenchée le 24 février. Le blocus de la mer Noire menace la sécurité alimentaire de nombreux pays qui se fournissent auprès de Kiev en blé, maïs, colza, tournesol, orge…» → Le Monde, 6 mayo 2022: Guerre en Ukraine : avis de tempête sur le grenier à blé du monde.
Las negritas son mías.
Trotski y Foujita vivieron en esa calle, a dos pasos de la academia de pintura de André Lhotte, donde estudió Henri Cartier-Bresson, entre otros.
José says
La India recuerda los bombardeos de la segunda guerra mundial en Europa y Churchill llevándose el trigo para sus ejércitos bien aprovisionados y para países amigos produciéndose una hambruna que provocó millones de muertos en la India. A veces el mercado es injusto aquellos que producen se quedan sin comida vendida para que los que controlan el mercado accedan al lujo o para pagar guerras ajenas. Ocurrió en China en Argentina en España….y parece que sea el cuento de nunca acabar. El hambre como arma de destrucción masiva. Destruir comida o para robar a través de los precios o para aplastar al enemigo del mercado. Por eso India ha prohibido exportar trigo y Japón subvenciona el arroz para no volver a pasar otra hambruna pudiéndose conseguir más barato en el mercado y eso que es liberal para los otros productos. Siempre están preparados los jinetes de la apocalipsis para trotar en tierras conocidas. Salar arrasar y robar los campos productivos es tan antiguo como la aparición de la agricultura y la ganadería. La vida en las terrazas bien surtidas y la buena vida en lugares con suerte es otro cantar.
JP Quiñonero says
José,
Qué de tragedias.
En este caso, un ejercito imperial, que aspira a imponer su Ley a un país libre. amenaza el comercio mundial de cereales, con amenazas bien dramáticas para la alimentación de millones y millones de hombres y mujeres y niños y …
Q.-
Fina says
¡Ay, Josep!
¡Qué injusto es nuestro mundo! No deberían existir las hambrunas ni las guerras…
¡Unos tanto y otros tan poco! Y parece que este «cuento de nunca acabar», tan terrible, seguirá mientras exista la ambición y la maldad en el hombre…
Construir y destruir… así eternamente esperando el apocalipsis…la destrucción total de la vida en nuestro planeta y vuelta a empezar de nuevo…¡quién sabe dónde!
Ante tal panorama, sólo se me ocurre bailar y disfrutar de la vida con alegría, agradeciendo el pan nuestro de cada día y cada nuevo despertar.
Buenas noches a todos/as.
Bona nit!