Rue du Four, 10 octubre 2022. Foto JPQ.
Comentando «Les enfants terribles» de Cocteau, el 29 de enero de 1934, Walter Benjamin le escribe a Adorno, desde una habitación del Palace Hôtel que se encontraba en esa esquina: «… todo toma un rumbo más peligroso…».
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En esas estamos.
Semanas más tarde, el 9 de marzo, Benjamin le cuenta a Adorno que duerme poco y mal. Con frecuencia, las campanas de Saint-Germain, tan próximas, le alegran el despertar del día.
A través de su periplo parisino, Baudelaire y los pasajes de la gran ciudad, París terminará ocupando un puesto central de la obra de Benjamin:
«… una posición muy semejante a la que ocupa el Quijote en la obra de Ortega: parábola y metáfora fundacional del origen de nuestro destino, encrucijada donde echa sus raíces un proyecto filosófico original, laberinto moral donde se traban y entrecruzan los caminos y las calles de una vida y un proyecto, linterna mágica que ilumina la trama siempre inconclusa de una obra, un destino y una condena fatal…» → París, metáfora del paraíso y el infierno.
Ucrania, la Torre Eiffel, Paul Klee, Walter Benjamin, Gershom Scholem, y el Ángel de la historia.
El ocaso y las crisis de Europa y España vistas por Walter Benjamin.
Parisina ante el difunto hotel de paso de Walter Benjamin en París / Mabillon cuando llega el verano.
El París cartesiano del pienso existo pasa al tengo pienso existo. Y el día que no se coma nadie dormirá o tendrá mal sueño como Adorno. No hay ideologías no hay religión no hay…pero si hay mercado. La que fue hasta hace poco Hiperpotencia y dirigió el mercado con sus fábricas sus laboratorios sus universidades…quién se quedó con las antiguas potencias e inundó el mundo de dólares. Fue desorganizado el mundo para evitar la entropía en su casa. Parece que la entropía ha entrado en su casa. Todo está en pleno caos y sobre todo el lenguaje del pensamiento único convertido en no pensamiento. Un mundo con París incluido en manos de un comediante un espía un usurero católico un ingeniero un militar ….y sobre todo en manos de maquinas inteligentes que se pueden estropear. Estamos…en un rumbo peligroso. Encima no es un final estético . Es cutre. Lleno de basura maloliente.
José,
Te pones en un plan … en fin, a ver…
Q.-
Ay, Josep!!!
Por lo menos que fuera un fin estético y perfumado…
Quiño,
Me encantan las historias que nos cuentas…y las imágenes de tu París…
Gracias!!!
Ay, Fina, qué alegría, tus palabras, invitándome a seguir con mis locuras…
Q.-