Place d’Aligre, 4 febrero 2023. Foto JPQ.
«¿Los gobiernos?» «Mienten sin escrúpulos».
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En Madrid, en París, en Berlín… y mucho más allá, cómo dudarlo.
Y sus mentiras se transforman, con frecuencia, en culebras / culebrones que despiden un tufo fétido, envenenado.
Las mentiras de los gobernantes iluminan su soledad, local, nacional e internacional.
Entre el 60 y el 75 % de los franceses no se fían de Macron. ¿Sánchez?
Tras acuerdos y besos en la boca publicitaria, Macron (Francia) y Sánchez (España) no se entienden completamente en un proyecto a bombo y platillo, para unir Barcelona y Marsella a través de un gasoducto. Macron tiene puertos fronterizos cerrados, en los Pirineos: no se fía de la eficacia del gobierno español en materia de inmigración y terrorismo.
Scholz (Alemania) y Macron (Francia) han transformado el antiguo «motor» europeo en una «amistad de conveniencias».
Unos y otros compiten en anunciar ayudas a Ucrania. Pero son los contribuyentes USA los que pagan lo esencial de la factura económica de la resistencia ucraniana contra la guerra de Putin.
Los gobiernos anunciaron el fin de la pandemia. Aquí y allá, hombres y mujeres siguen usando mascarillas: no se fían.
El aumento de suicidios es percibido como una «epidemia». El aumento del consumo de antidepresivos es un negocio considerable.
La guerra puede prolongarse en Ucrania.
España y sus crisis económicas y sociales … aumentan los suicidios.
Una mayoría de franceses temen que Francia esté en decadencia.
La guerra de Ucrania puede durar años y agravar las divisiones españolas.
La mentira es el arma más usada y con más éxito hasta que ha llegado la verborrea el primer síntoma de la locura. La palabra depende de quien la diga tiene tanto poder o más o igual que los explosivos. Pero no podemos vivir sin ella. Necesitamos relatos desde que nacemos con sus tonos y sus contenidos. Nuestro mundo mental contemplativo previo a la acción se construye con emociones sentimientos y estructuras lógicas heredadas comunes a todos. Los sueños son iguales con las mismas estructuras en París o en la selva amazónica o en los programas de IA. El mismo cuento para los habitantes de la torre de Babel. Los humanistas hablan de estructuras profundas cuando hablamos que nos permiten traducir nos hasta llegar al Uno común. Siempre la Mentira viene disfrazada de Verdad y la Verdad de Mentira. Una o otra en el mismo relato. Ficciones que crean realidades como en el mundo actual. Realidades que producen ficciones como en el mundo pre moderno. Quién miente mejor se camufla mejor y gana un poco de tiempo pero se coge antes a un mentiroso que a un cojo pero el sincero ya no está para verlo. Lo único trascendente son las crisis permanentes es decir los cambios que el estro poético es incapaz de captar con palabras ni con números. Engañemos y dejemos nos engañar igual en en esto reside la verdad.
José,
Un matiz, quizá…
… la mentira es un arma indispensable para la diplomacia.
Por el contrario, la vida cívica, la vida social, solo se puede fundar aspirando y defendiendo la verdad, matriz de casi todo, creo,
Q.-
Josep,
Amo la verdad y, por lo que sé hasta el día de hoy, la mentira es su contrario.
Eso que dices de disfrazar la verdad de mentira y la mentira de verdad me hace dudar…No lo veo nada claro.
Me gustaría poder hablar extensamente sobre: «En qué reside la verdad y la trascendencia».
De verdad, os deseo buenas noches de San Valentín a todos/as!!! 🙂
Ay, Quiño!!!
Qué triste perder la confianza…
¡Que viva la verdad!
Fina,
Esta tarde leí que cuatro, cinco o seis de cada diez españoles que tienen trabajo temen perderlo…
Q.-