Rue de Vaugirard / Le Toucan, 14 febrero 2023. Foto JPQ.
Amenaza saturnal …
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Andrei Grachev (Moscú, 1941) director de gabinete y portavoz oficial de Mijaíl Gorbachov, hasta el hundimiento fáustico de la URSS, especialista emérito en la historia de las relaciones entre Rusia y Occidente, tiene una visión inquietante del futuro de la guerra imperial de Rusia contra Ucrania: «Quizá estamos asistiendo al principio de una tercera guerra mundial, muy distinta a las anteriores…».
Ante un reducido grupo de periodistas europeos, Grachev, profesor invitado de relaciones internacionales en Oxford, Kyoto, París, ha hecho un balance provisional de la guerra, en Ucrania, temiendo un «futuro muy incierto», que pudiera estar comenzando de este modo: «Putin se dispone a lanzar o ha lanzado ya una nueva ofensiva. Ucrania se mueve en la misma dirección. Ambas partes esperan conseguir posiciones de fuerzas, pero el futuro es muy incierto».
A la pregunta «esa incertidumbre ¿puede durar, meses o años?», Grachev no oculta su inquietud: «La guerra rápida de Putin fue un fracaso. Pero una guerra de posiciones puede durar mucho tiempo. Puede temerse una división de Ucrania, como ocurrió en Corea. Pero un Putin que pierde en todos los terrenos, con una Rusia de fronteras inciertas, con una Rusia que puede temer la descomposición, puede ser un Putin temible».
«¿Es realista la amenaza del uso del arma nuclear?». «Europa es el escenario de una batalla nuclear, desde la crisis de los euromisiles, entre 1977 y 1987», comenta Grachev, agregando: «Desde el equilibrio del terror, a mediados del siglo XX, el uso del arma nuclear pasa por la «amenaza» del uso: hacer saber o hacer creer al adversario que hay un umbral que puede disparar ese riesgo. Los portavoces oficiales y oficiosos de Putin avanzan esos peones de manera recurrente. Son avisos a no olvidar apresuradamente».
A juicio de Grachev, testigo excepcional de la descomposición de la antigua URSS, historiador de sólida formación universitaria, para intentar comprender los riesgos de inmenso calado que está corriendo Europa es necesario recordar el origen último de la guerra imperial de Putin: «Se trató, desde el principio, de una manifestación imperial, colonial, para intentar frenar un fin de reino en Rusia… Tras muchas aventuras y cambios de posición, Putin se dio cuenta que se estaba desmoronando la antigua potencia rusa, corriendo el riesgo de descomposición, con unas fronteras amenazadas e imprecisas, cuando los EE. UU. y China se consolidaban como grandes superpotencias mundiales. Era importante, para su propia autoridad personal, en Rusia, lanzar una gran operación colonial, para restaurar la credibilidad rusa como superpotencia. Parece estar fracasando. Pero ese fracaso, en Europa, coincide triunfos relativos en otros escenarios internacionales».
Desde esa óptica, más allá de las fronteras europeas, Grachev estima que la guerra imperial rusa, en Ucrania, puede interpretarse, de alguna manera, como una suerte de «principio», «embrión», «semilla» de una tercera guerra mundial: «Putin puede estar perdiendo la guerra de Ucrania. Ya veremos. Pero cuenta con muchos aliados directos e indirectos en la escena mundial. Vean la simpatía con la que habla Lula da Silva, en Brasil, que es una gran potencia. Escuchen lo que ha dicho Silvio Berlusconi en Roma. Recuerden la «comprensión» con la que habla de Putin la secretaria perpetua de la Academia francesa, Hélène Carrère d’Encausse. Tres cuartas partes de la humanidad, si no mucho más, están gobernadas por regímenes dictatoriales o autoritarios, que no sienten simpatía por Occidente, los EE. UU. y Europa. Muchos de esos regímenes autoritarios prefieren a China o la Rusia de Putin, contra Occidente. Desde esa óptica, Putin lleva razón cuando dice que en Ucrania se está produciendo un enfrentamiento de civilizaciones. En la escena mundial, esa guerra de civilizaciones puede tomar el rumbo de una tercera guerra mundial, que será muy diferente a las dos guerras mundiales. Lo que está en juego son dos modelos de sociedad, liberal, occidental, o rusa y china, autoritarias».
Ante ese riesgo, ¿es posible imaginar un golpe de Estado, incluso el asesinato de Putin, en Moscú, con un riesgo de guerra civil, en Rusia? Grachev tiene sus dudas: «Guerra civil, no. Putin ha encarcelado, persigue y reprime cualquier oposición. Mucha oposición ha tomado el camino del destierro. De entrada, la prioridad putiniana es prolongar la guerra. Pero, pero … si no se viesen otros resultados tangibles, hay mucha gente, en Moscú, en los pasillos del poder, que pudieran estar esperando la muerte natural de Putin. Su muerte permitiría un cambio. Pero, por ahora, Putin controla todos los hilos del poder, policial, militar, económico. ¿Hasta cuándo? Vaya usted a saber”. ABC, Andrei Grachev : Quizás estemos al inicio de una tercera guerra mundial.
Antony Beevor: “Ucrania marcará el siglo XXI, como la Revolución rusa marcó el siglo XX”.
Ucrania, la guerra cultural … Paul Valéry: Europa, civilización amenazada.
Pável Filátiev : “El conflicto en Ucrania puede provocar una guerra civil en Rusia”.
Fina says
Josep,
Con tantas potencias armadas, imagino que no va a quedar nadie para contar el final de una posible tercera guerra mundial…
Entretanto, a celebrar cada día de vida…
Bona nit! Buenas noches a todos/as.
José says
Boris Yetsin borracho y los Clinton disfrutando como locos viendo cómo Rusia se tambaleaba.. La CIA el Pentágono …paseándose por las instituciones moscovitas como si estuviesen en su propia casa. Daban las gracias a Gorvachov y su mujer los de los anuncios de pizzas por semejante regalo las Rusias para el imperio gringo con todas sus riquezas y su frontera con China para conquistar el corazón de Eurasia y ser la potencia dominante sin oposición sería. Los anglos con las antiguas potencias democráticas europeas otra vez los amos del planeta Tierra imponiendo la ley al estilo del oeste americano con el cherif y sus ayudantes limpiando de malos nativos su nuevo imperio. Pero después de tres guerras dos caliente y una fría viene un elemento salido de la KGB al estilo americano como algunos presidentes salidos de la CIA y todo empieza a cambiar. El chico le dice a la Clinton que lo trate con respeto que está hablando con el presidente zar de las Rusias no con un tirado de sus colonias y está preparado si conviene a volar por los aires todos y todas hay que respetar a todos los géneros como quieren los de la sociedad abierta con Soros filósofo especulador al frente. Puede que en uno de estos momentos cuando el oso empezó a despertar se prepararse la que puede ser la cuarta guerra mundial y si se lleva a cabo la quinta será la de las cucarachas.
Muy bueno el artículo sobre Grachev para poder entender un poco más lo que está pasando. Los rusos y ucranianos tienen que salir a la palestra a hablar sin cortapisas sin ningún tipo de censura en todos los medios sin el control del padre padrone.
JP Quiñonero says
Gracias, José, graciasssssss
… un lío trágico, efectivamente,
Q.-
Fina says
¡Ay, Josep!
Si sobrevivimos a la cuarta guerra mundial, preferiría no llegar a ver la de las cucarachas…
Ojalá que hablando se entienda la gente…
Bona nit. Buenas noches a todos/as.