Place Henri-Mondor / Boulevard Saint-Germain, 17 marzo 2023. Foto JPQ.
A dos pasos de donde él vivió, Danton contempla el estado de la «revolución» francesa, la noche que la violencia urbana vuelve a estallar en la actual Place de la Concorde, antigua Place de la Révolution, donde él fue guillotinado y los «insurrectos» actuales aspiran a «guillotinar» a Emmanuel Macron.
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MACRON RECIBE EL APOYO DE LA OCDE, PERO SE PROPAGA UN INCENDIO SOCIAL
Emmanuel Macron ha recibido el apoyo de la OCDE, pero el decretazo usado para imponer su reforma del sistema nacional de pensiones ha agravado las tensiones sociales, con muchos flecos incendiarios, cuando se han presentado tres mociones de censura contra su gobierno y las montañas de basura continúan acumulándose en las calles de París.
Mathias Cormann, secretario general de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE), que reagrupa a todas las grandes democracias industriales, declaró la tarde del viernes: «Vivimos más tiempo, con mejor salud. Se debe aceptar trabajar un poco más. La edad de la jubilación, en Francia, es baja, comparativamente. Estoy seguro que el gobierno debe ir hasta el fin en la línea que ha adoptado».
Apoyo institucional, internacional, que contrasta con la agravación de todas las crisis nacionales, tras el recurso al artículo 49.3 de la Constitución, que permite aprobar un proyecto de Ley sin debate parlamentario.
En el terreno social, ese decretazo atizó, desde el instante mismo de su aprobación, las llamas de numerosos incendios callejeros, en París y numerosas capitales de provincias. Tras el centenar de detenciones de la noche y madrugada del viernes / sábado, los sindicatos convocaron otra jornada de huelgas y protestas para el próximo jueves día 23.
La jornada de protestas del sábado día 11 estuvo marcada por un retroceso del número de huelguistas y manifestantes en más de doscientas ciudades de toda Francia. Tras el decretazo del jueves pasado, las movilizaciones han sufrido un subidón espectacular. Laurent Berger, secretario general de la CFDT, uno de los grandes sindicatos franceses, declaró la tarde del sábado: «El decretazo ha atizado el fuego en toda Francia. Para apagar ese fuego será necesario retirar la reforma».
Todos los sindicatos de Francia apoyan esa petición común, excepcional: exigen que el gobierno de Emmanuel Macron retire su reforma de las pensiones, incluso si ha sido aprobada con un recurso institucional, el artículo 49.3 de la Constitución. Se trata de un choque imprevisible: los sindicatos, la calle, pidiendo la retirada de una decisión adoptada según una norma que respeta todos los principios de la legalidad, apoyada por la OCDE.
Diciéndose «confiados» en su «victoria final», los sindicatos relanzan todo tipo de acciones.
En París, la mañana del sábado comenzó con cortes aleatorios de la circulación en la carretera de la circunvalación de la capital. Siguieron nuevas manifestaciones de protesta en lugares emblemáticos, como la Plaza de la Concorde, donde comenzó la nueva revuelta, un día antes. El ministerio del Interior movilizó a varios millares de unidades anti disturbios para intentar contener a los elementos más radicales de la protesta, pidiendo acciones más duras.
La totalidad de los sindicatos lanzaron, por su parte, nuevos llamamientos de todo tipo: huelga reconductible en los ferrocarriles nacionales, huelgas aleatorias en los servicios públicos, huelgas en sectores estratégicos, como la distribución de energía.
La CGT, otro de los grandes sindicatos franceses, ha pedido la prolongación de la huelga indefinidamente, en todas las refinerías de Francia. Un 2,5 % de las gasolineras y estaciones de servicio están sufriendo cortes o ruptura de suministros. En la región de Marsella, esos cortes afectan al 10 % de las gasolineras.
CGT y CFDT han pedido, al alimón, la multiplicación de «acciones visibles» de protesta de muy diversa naturaleza: corte del tráfico en carreteras y autopistas; manifestaciones callejeras de protesta cívica. En bastantes universidades, el movimiento social es secundado por estudiantes. En París, en la histórica Sorbonne, una asamblea pidió al sábado el apoyo al movimiento sindical.
En el terreno parlamentario, los grupos de La Francia Insumisa (extrema izquierda), Agrupación Nacional (extrema derecha) y LIOT (Libertades, Independientes, Ultra mar y Territorios), han presentado en la Asamblea Nacional (AN), primera cámara del Parlamento, tres mociones de censura que serán discutidas la semana que viene. Tienen pocas probabilidades de éxito. Pero harán mucho ruido.
En el terreno gubernamental, las llamas del incendio nacional se propagan en varias direcciones.
Aurore Bergé, presidenta del grupo parlamentario de «Renacimiento», el partido presidencial, ha pedido a Élisabeth Borne, jefa de Gobierno, que «asegure la protección física de sus parlamentarios».
Se trata de una petición sencillamente excepcional. Una veintena de residencias y oficinas personales de diputados macronianos y de la derecha tradicional han sido amenazadas físicamente por bandas de jóvenes radicales, protestando con pintadas y pedradas. El ministerio del Interior se ha visto forzado a tomar medidas de protección particulares para evitar incidentes físicos lamentables.
Ante esas llamaradas de protesta, atizadas por el decretazo con el que Emmanuel Macron ha deseado imponer su reforma de las pensiones, el presidente se ha «refugiado» en el Elíseo, dejando en primera línea de combate a su jefa de Gobierno, Élisabeth Borne, acosada y amenazada por todas partes, cuando la gran mayoría de las fuerzas políticas nacionales piden su dimisión y un cambio de gobierno.
Borne se encuentra en una posición frágil e inestable, convertida en «fusible» de un presidente que se ha refugiado silenciosamente en el palacio del Elíseo, a la espera de imprevisibles acontecimientos.
Ese paisaje político, profundamente melancólico, fiel reflejo de una crisis nacional grave, todavía está «coloreado»de manera esperpéntica por las toneladas de basura sin recoger en muchos barrios parisinos, ante varios de los grandes monumentos nacionales, del Arco del Triunfo a la catedral de Notre Dame. Se trata de la huelga de basureros más importante desde hace muchos años, provocando un problema de sanidad pública de cierta gravedad en la capital de Francia. ABC, El decretazo de Macron atiza el fuego en toda Francia + PDF.
Estudiante de filosofía, en la Sorbonne, contra Macron y su decretazo.
Macron impone su reforma de las pensiones con un decretazo que abre otra crisis de fondo.
Macron, sindicatos, pensiones…
José says
En los años veinte del siglo pasado en Europa pasó algo parecido. Revoluciones y contrarrevoluciónes pero no eran tan hipócritas. Después de la revolución rusa y la primera guerra mundial el objetivo era industrializar se y la potencia alemana fracasada pero industrializada ayudo a su vecino revolucionario para que le ayudase a armarse para volver a intentar otro asalto para conseguir nuevos mercados para sus mercancías y obtener materias primas y mano de obra . Todo acabo como el rosario de la Aurora. La primera industrialización fue imperial doscientos años sin que nadie les hiciese sombra . La gloriosa la americana y la francesa las primeras democracias modernas el faro que iluminaria el mundo. Los que acabarían con los oficios más antiguos del mundo algo que no han conseguido. Y volvemos a esas desigualdades del diez por ciento libres y el resto intentando liberarse. Eso sí todo contabilizado con el gini y su jerarquización de países con más igualdad y los que menos. Esos faros han empezado a parpadear ya no es tan fácil controlar a los que antes fueron sus salvajes. Las democracias imperiales no pueden mejorar las condiciones de sus pueblos. Los pueblos se rebelan en NY en Londres París…sus derechos empeoran y dejan de mejorar. Aparecen nuevas potencias industriales con nuevas mejoras para sus pueblos. Pueblos muchos de ellos en la intemperie y de pronto descubren sus riquezas y quieren entrar en el mercado . La base se mueve y las élites caen puede que el antiguo régimen caiga definitivamente y empiece la nueva democracia nuclear. Solo bajo el terror que nos iguale empieza un sistema sin bases militares que dominen y controlen pueblos. Por primera vez el planeta Tierra completo entra en la Historia . Ni el fin de la historia ni el último hombre por ahora.
JP Quiñonero says
José,
Bueno… hay pueblos y pueblos, claro.
Lo de Francia, hoy, temo que no sea una «revolución» … pero, bueno, es un lío grande… a ver…
Q.-