Rue Alexandre Dumas esquina Boulevard Voltaire, 1 mayo 2022. Foto JPQ.
Emmanuel Macron teme que Francia sea víctima de un proceso de «descivilización», salvajismo nacional, con muchos flecos criminales y amenazas de fondo para las instituciones.
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El presidente ha pedido a su gobierno que «actúe con energía» contra todas las muestras crecientes de «descivilización»: violencias criminales en grandes ciudades, violencias contra alcaldes, diputados y senadores, violencias contra familiares de políticos conocidos, violencias callejeras de todo tipo, acompañadas de incendios y llamamiento al recurso a la guillotina para «resolver» problemas.
El concepto «descivilización» fue acuñado por Norbert Elias, en 1939, para describir la tragedia histórica de una sociedad civilizada que se deja arrastrar por procesos de destrucción física, moral, cívica, institucional de todos los principios de la vida civilizada. El modelo canónico de «proceso descivilizador» fue la ascensión de Hitler al Poder.
La Francia de 2023 no es la Alemania de los años 30 del siglo pasado, pero es víctima de ataques de vandalismo crecientes, de una violencia sin precedentes.
Los domicilios y residencias de numerosos diputados y senadores, de izquierda y derecha, han sido víctimas del vandalismo más crudo, incluyendo amenazas de muerte.
Numerosos alcaldes de pequeñas ciudades son víctimas de ataques violentos. En la Bretaña, el domicilio personal del alcalde de Saint-Brevin, ha sido incendiado, tras varios meses de acoso violento, forzando su dimisión.
Hospitales y guarderías han sido atacadas por extraños personajes con problemas psiquiátricos, amenazantes para la seguridad pública.
En Amiens, un sobrino de Macron ha sido violentado, tras varios ataques a la famosa chocolatería de sus padres, cuya única «culpa» es formar parte de la familia del presidente.
Desde primeros de año, todas las manifestaciones de protesta contra la reforma del sistema nacional de pensiones han estado salpicadas de violencias e incendios, con centenares de heridos, entre los manifestantes y las fuerzas del orden, atacadas a pedradas. En todas las manifestaciones se han multiplicado las imágenes de Macron presentado como Luis XVI, a quien es necesario conducir a la guillotina, para ser decapitado.
En los suburbios de las grandes ciudades, París, Marsella, Lyon, Burdeos, entre otras, la violencia de las bandas multiculturales es un «clásico» de la inseguridad nacional. Marsella, en particular, se ha convertido en una de las ciudades más peligrosas de Europa. Hace unos días, una disputa entre bandas terminó en un tiroteo, con tres muertos. Un portavoz del ministerio del Interior comenta el proceso de esta forma: «En Marsella, la práctica de la ultra violencia se ha vanalizado entre los traficantes de droga. Se trata de una lucha de fondo, que se ha agravado los últimos años».
Denunciando el riesgo de «descivilización» de Francia, víctima del vandalismo, Macron dramatiza voluntariamente la crisis. Sin embargo, la petición del presidente a su Gobierno, en un consejo de ministro, subraya la gravedad de la crisis, atizando otro debate de fondo.
En la prensa escrita, la radio y la tv, se suceden, desde hace días, numerosas polémicas y debates sobre el origen de la «descivilización», agravada por unos debates políticos sobre los orígenes de la crisis social y política que ha desembocado en el esperpento nacional en curso de «representación». Esperando la celebración de los Juegos Olímpicos del año que viene, planteando inmensos problemas de seguridad y riesgos de amenazas terroristas… ABC, Macron alerta del riesgo de descivilización de Francia + PDF.
El tren de los impresionistas … Educados en la violencia suburbana, la banlieue.
Goya, en la matriz del street art que camina al frente de la fronda social en la Francia de Macron.
Fitch degrada la cota / nota internacional de la Francia de Macron.
Los franceses temen que Francia esté en decadencia.
El acoso y violencia contra las mujeres agrava las crisis de las izquierdas francesas.
Francia entra en una fase de turbulencias …
Macron no entiende. Las autoridades no entienden. Occidente no entiende. Yo no entiendo. Nadie entiende. Pero se puede hacer el esfuerzo por entender. Si los trenes no tienen conductores. Los aviones van con pilotos automáticos. Los coches sin conductor. Idem De idem. El panóptico la industria de la esclavitud la supremacismo étnico sobre todo blanco la globalización inglés lengua franca la transmutación de la naturaleza en mercancía incluso el ser humano en mercancía en forma de mano de obra….a esto hemos llamado civilización sin hablar de la militarización guerrillera de las ciudades y la destrucción asegurada de toda la vida del planeta Tierra. Tal vez nos deberíamos descivilizar pero creo que hemos llegado tarde. Es la guerra de todos contra todos pero no como hipótesis de Hobbes el filósofo mecanicista ahora el rey ha sido sustituido por algoritmos y ya no es posible ningún tipo de contrato. Hemos perdido el miedo a la muerte y a la locura. No nos vendemos para que nos protejan. La libertad desapareció cuando nos esclavizaron los algoritmos. No podemos negociar con nuestra propia obra. Lo demás es fantasía para creer lo que sea incluso la nada para no dejar de creer. Tertuliano fue el profeta de la actualidad en muchos aspectos en como acabar con una civilización para introducir la definitiva la del Absurdo no el teatro de Ionesco algo más serio y más descivilizador.
José,
Efectivamente… puesto que no nos entendemos, pues, ala, a garrotazos … «¡Usted no sabe con quién está hablando…!»
Q.-
Josep,
Gracias a ti y a Wikipedia ya tengo una pequeña idea de quién fue Tertuliano y de la filosofía de Hobbes…
¡Ay, Josep! trato de entenderte pero creo que no estoy a vuestra altura…me faltan muchos conocimientos.
Pensaba que la civilización era un avance frente a la «descivilización», que conllevaba orden y paz. Ahora ya no sé qué pensar, sin metas todo parece caótico y sin sentido.
En fin, Virgencita , Virgencita!!!… como dice Quiño.