“Decíamos ayer…”
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ara, Artur Mas: 20 de octubre 2012: “No hi ha Constitució que aturi Catalunya”.
Dicho eso… a juicio de Raymond Aron, “antes que una sociedad pueda ser libre, es necesario que sea una sociedad”:
“… [de entrada] es necesario que todos o la mayoría quieran vivir juntos y se reconozcan en un mismo sistema de ideas, [es necesario que] una misma forma de legitimidad sea válida por todos. Antes que una sociedad pueda ser libre, es necesario que sea una sociedad”, Liberté et égalité (1978).
Hoy como ayer, antes y después de los sucesos de septiembre y octubre del 2017, con su rosario de rechazos, amenazas, persecuciones, procesos y promesas de reformas ¿judiciales? ¿institucionales? ¿amnistías? muchos españoles y muchos catalanes -no solo indepes, de muy diversa sensibilidad política y cultural- usan palabras como pueblo, justicia, democracia, libertad -entre otras, igualmente esenciales- confiriéndoles un sentido antagónico.
¿Qué hacer..?
¿Pueden dialogar hombres, mujeres, colectivos, sociedades, que utilizan palabras esenciales, como “libertad”, “pueblo”, “democracia”, “justicia”, “instituciones”, etcétera, dándoles sentidos incompatibles o antagónicos?
Si esa cuestión “filológica”, cultural, en definitiva, no se clarifica y delimita con precisión, los llamamientos al diálogo y la concordia corren el riesgo de perderse en el laberinto de la Torre de Babel cainita, que tiene sólidos cimientos históricos.
España / Cataluña, la crisis de la justicia y el delito de sedición vistas por Raymond Aron.
España / Cataluña… perdidos en la Torre de Babel cainita.
España / Cataluña… orígenes y salida de la crisis: el modelo Quiñonero.
En la transición los escritores de discursos hablaban de que hemos pasado de súbditos a ciudadanos. Hoy el proceso es a la inversa. Pero desgraciadamente muchos no están dispuestos a leer libros como La lengua del Tercer Reich de Viktor Kemplerer o La ceguera voluntaria de Christian Jelen. Nunca serán buena gente los que sacrifican todo a la ideología. A veces tengo la sensación de que los españoles somos como Fabrice del Dongo en Waterloo. No sabemos exactamente lo que está pasando y muchos necesitan desesperadamente creer que a mediados de octubre todo se habrá “normalizado”.
Antonio,
Ay … creo que Aron resume el problema esencial, el problema de fondo, de manera clarísima, diáfana: para ser una sociedad libre es imprescindible compartir valores, principios y palabras comunes …
La crisis actual comenzó el 2012, con AM… como bien refleja la portada del ara que reproduzco… el 2017, ese problema se agravó… hoy vivimos los coletazos… y… ¿alquien es capaz de hablar de algo con alguien?… como burros con los ojos vendados, a garrotazos…
Perdón, perdón… no veo a nadie que no prefiera el garrotazos, ay.
Q.-
PS. El PP estima que ha movilizado a 60.000 manifestantes… Los indepes movilizaron hace días, en Barcelona, a 115.000… y se consideró como una movilización a la baja.
Si miramos atrás solo vemos ruinas pero cuando empieza el día sabemos que tenemos nuestras propias ruinas que veremos al día siguiente. Cuando apareció la disciplina de la sociología en la etapa positivista después de superar la teológica y la metafísica uno de los fundadores el principal ya intuyo que si se quería construir una sociedad debíamos inspirarnos en los conventos y sus funcionarios y no en los individuos posesivos sin ningún control. Otro sociólogo fundador nos hablo de la anomia en la sociedad de los individuos. Y el otro padre también del darwinismo social solo vio la lucha de todos contra todos y el éxito de los más fuertes y de los más oportunistas después de soñar con un mundo lleno de fábricas por todas partes dirigidas por científicos y técnicos. Solo fue un sueño después solo aparecieron los sociólogos de la no sociedad y en esta estamos. Los fundadores lo dejaron claro funcionarios policías empresarios del complejo militar industrial. La nueva sociedad ilusionó con el progreso y el orden pero cuando iba a nacer vino lo peor nació un aborto y nos quedamos con lo que había eso sí industrializados hasta las cejas ni guerras podíamos podemos hacer a no ser que nos auto suicidemos . Solo nos quedan los ideales para no ver las ruinas.
José.
Amén… pero, bueno, los indepes de Ripoll y Puigdemont también son cosas bien reales e inmediatas, sin olvidar Abascal y Sánchez, que también tienen sus cosas y quieren tener un poquito o un mucho más, prestos, todos, al duelo a garrotazos, que de alguna maner no teórica habrá que lidiar…
Q.-