Quai des Grands-Augustins, 16 enero 2024. Foto JPQ.
Los «bouquinistas», una de las instituciones más legendarias de la capital de Francia, viven la crisis más grave de su historia, víctimas de los Juegos Olímpicos (JO) y del proceso histórico de «asesinato de París».
[ .. ]
En francés coloquial, “bouquin” es libro. Y el “bouquiniste”, buquinista, es un vendedor de libros de viejo, que comenzó a instalar sus legendarias cajas de madera en los muelles del Sena, hacia el siglo XVI.
Durante cinco siglos, los buquinistas han vivido muchas crisis, casi siempre positivas. La expansión de la imprenta, la aparición de la gran industria editorial y la distribución, la aparición del libro de bolsillo, contribuyeron a modernizar y favorecer el crecimiento, con un éxito de público siempre creciente.
Los JO que se celebrarán en París, entre el 24 de julio y el 11 de agosto próximos han precipitado una gran crisis «coyuntural», agravada por el proceso histórico de una metamorfosis natural que el más grande de los historiadores de la capital, Louis Chevalier, definió, en su día, como el «asesinato de París».
Hace meses, el prefecto de París, Laurent Nuñez, anunció a los buquinistas parisinos que 428 de las 932 cajas de libros que se exponen en los muelles del Sena, desde el Louvre al Instituto del Mundo Árabe, serían desmontadas durante los JO para ser montadas, de nuevo, días después del fin de los Juegos.
La noticia precipitó una ola de pánico entre los buquinistas, al frente de un negocio precario, poco rentable, con un detalle práctico alarmante: la inmensa mayoría de las cajas son muy viejas; y corren el riesgo de quedar irreparables, perdiendo la ilustre patina del temible paso del tiempo.
La Association culturelle des bouquinistes de Paris (ACBP) recibió inmediatamente grandes mensajes de solidaridad. Asociaciones de libreros y escritores, personalidades influyentes, publicaron manifiestos de solidaridad. En vano. El ministerio del Interior insiste siempre en un punto que considera crucial: «Los JO plantean inmensos problemas de seguridad. Y las cajas de los buquinistas complican mucho ese problema. De ahí la necesidad de desplazarlas durante los Juegos».
Jérôme Callais, presidente de la ACBP, me resume de este modo la situación del problema de fondo: «Hemos tenido varias reuniones con el Prefecto de París, el representante del Estado en cuestiones de seguridad. En vano. Sigue insistiendo en desmantelar más de 400 cajas de libros. Para nosotros, para la profesión, se plantean dos cuestiones paralelas. Una cuestión económica y una cuestión de fondo. Un mes sin trabajar, en una profesión tan precaria, es un desastre. Ni el gobierno ni la alcaldía ofrecen una compensación económica. Detalle que nos parece cruel e indigno. Después… se plantea el futuro mismo de la profesión. El mercado del libro de viejo ha sufrido del éxodo forzoso de los parisinos que no pueden pagar los alquileres de la capital. Nosotros hemos perdido clientes tradicionales. Y, por otra parte, la masificación del turismo ha forzado a muchos colegas a convertirse en vendedores de «souvenirs», recuerdos, en plástico. Es el fin de una vieja institución con siglos de historia».
Madame Marie-Christine es una institución en el gremio. Tiene su cajas en el «quai» / muelle Voltaire, a dos pasos de la Academia. Me comenta la crisis con cierta melancolía: «Que quiere que le diga… yo era anticuaria, especializada en la compra / venta de joyas, y, un buen día, hace muchos años, descubrí esta nueva profesión. En ella puse mi alma. A título personal, creo que no puedo preocuparme, pero el desmantelamiento de sus cajas puede ser una tragedia para muchos colegas, que no siempre podrán aguantar un proceso que tiene algo de desalmado».
Entre las 932 cajas de libros de buquinistas parisinos se exponen a diario más de 300.000 libros, viejos, menos viejos, de publicación reciente. Se trata de uno de los mercados de libros, al aire libre, más grandes del mundo. Quizá el más antiguo, una leyenda y una institución, amenazadas.
En su día, Louis Chevalier, el gran historiador de París, publicó un ensayo legendario, «El asesinato de París». A su modo de ver, las reformas urbanísticas, la irrupción de las «torres» (de pisos y oficinas), la especulación inmobiliaria y los desastres administrativos estaban asesinando la capital de Francia.
La tesis de Chevalier hizo escuela. Se han sucedido numerosos análisis denunciando ese proceso, saturnal: la gran ciudad «devorada» por el «progreso».
La gran crisis de los buquinistas se inscribe en una larga estela de catástrofes… Barrios históricos, como «Les Halles», el antiguo «vientre de París» (título de una novela canónica de Émile Zola) se ha convertido en un «zoco» multicultural, donde las patrullas policiales, armadas, deben «pasear» día y noche. En muchos barrios «modernos», en los distritos XIII, XIV y XV, la multiplicación de torres, ha destruido la fisonomía histórica. En los grandes «símbolos» parisinos, como Montmartre o la Torre Eiffel, han aparecido «mercadillos» callejeros que complican la seguridad y tienen un «color multicultural» muy alejado de las difuntas tradiciones parisinas. ABC, Los buquinistas de París, el ocaso de una institución en riesgo de extinción + PDF.
Los buquinistas / bouquinistes de París, un patrimonio histórico amenazado.
París, bouquinistes / buquinistas .. librero, furia española…
Jose says
Sería una despedida digna llenar toda la ciudad de libros. Todas las calles con cajas de libros vendiendo y comprando la memoria de la especie. Los espectáculos deportivos muchos de ellos sin poderse realizar se llenan las canchas los campos deportivos de espectadores con libros que habían leído y algunos de los que no pensaban leer y otros para leer. La ciudad era una fiesta era la despedida de miles millones de años de todo tipo de memorias. Era el único artículo y encima de papel que se compraba y vendía. Todos como locos pasando de todo lo demás buscaban las frases que les diesen un poco de luz antes del gran Armageddon que se estaba preparando a nivel global. Antes que las ruinas y el fuego creasen la gran hoguera de todas las cosas acumuladas con todos los millones de años que habían pasado acumulando de todo en el planeta. La ciudad donde se iban a celebrar los juegos del culto a los cuerpos vivos mejor diseñados se despidió de despedia llena de libros inundada de todos los libros traídos de todos los rincones del planeta. El premio era a ver quién encontraba la frase que explicase lo que iba a pasar era lo único que mantenía una cierta atención lo demás no importaba. Era la frase que todos en el planeta querían saber conocer la última luz antes que llegase la oscuridad la última frase de todo la ganadora. Está vez el lenguaje creo realidad en la ciudad de la luz.
JP Quiñonero says
José,
Bueno … los buquinistas seguirán ahí, faltaba más … quizá haya tragedias puntuales, lamentables, siempre… pero, en tanto que gremio, no lo dudo: seguirán, con cambios, claro, cambios… a ver…
Q.-
Fina says
Sí, Josep
Sería una digna despedida…
La ciudad de la luz inundada de libros, de conocimientos, encontrada la frase…
Fina says
Quiño,
Larga vida a los buquinistas!!!
Y si no hay más remedio, que sea una despedida y una ausencia corta.
JP Quiñonero says
Fina,
Claro que sí… hay que protestar, denunciar… y seguir, seguir, claroooooo
Q.-