Torrente Ballester y su esposa, Fernanda Sánchez-Guisande, Pazo de Mariñán (Coruña, 1996). Foto Xurxo Lobato.
Sus paisanos gallegos recuerdan y rinden homenaje a Gonzalo Torrente Ballester, con motivo del vigésimo quinto aniversario de su muerte.
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Más allá de los respetables círculos académicos, sospecho que su obra continúa en el piadoso limbo del ¿olvido?
¿Alguien relacionado con la escritura y la edición recuerda con precisión indispensable el puesto de las grandes obras y autores esenciales en la historia de la novela española de la segunda mitad del siglo XX…?
Pienso en:
-La familia de Pascual Duarte (1942) de Camilo José Cela.
-Nada (1946) de Carmen Laforet.
-El Jarama (1956) de Rafael Sánchez Ferlosio.
-Tiempo de silencio (1962) de Luis Martín Santos.
-Volverás a Región (1967) de Juan Benet.
-La saga/fuga de J. B. (1972) de Gonzalo Torrente Ballester
-Escuela de Mandarines (1974) de Miguel Espinosa.
-Verdes valles, colinas rojas (2004 – 2006) de Ramiro Pinilla.
Una cultura que ignora u olvida a los maestros y las obras que construyeron su arquitectura espiritual está condenada al desarraigo y la decadencia.
En esas estamos:
“… una literatura se muere y una sociedad se degrada si el propósito central es la publicación de best-sellers y de obras de entretenimiento y consumo popular…” → Octavio Paz, la muerte de la literatura y la degradación de España a través de la industria editorial.
Torrente Ballester, Juan Benet, el arte de la novela y las industrias de la incultura.
Torrente Ballester, el centenario y las naderías.
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