Mercè Ibarz, Londres, agosto de 2023. Foto: Archivo MI.
«Je est un autre», dice Rimbaud. «Yo es otro». Mercè Rodoreda y Mercè Ibarz no dicen otra cosa.
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«Abeja furiosa de su miel» (Anagrama) es la traducción personal de Mercè Ibarz de su libro «Retrat de Mercè Rodoreda» (Empúries, 2022).
El nuevo libro, la traducción, es el mismo: pero es otro. Comenzando por el título, el tercer verso del segundo cuarteto de la serie Albes i nits de «Agonía de Llum» («La poesía secreta de Mercè Rodoreda») (Ange Editorial), editado por Abram Mohino y Balet:
Sang sense esclat, afany secret de l’arbre,
fronda que el vent de la tardor consum,
sobre el meu pit, oh somni pres en marbre,
un déu reneix embriagat de Ilum.
Címbals bateu, el meu orgull em deixa!
Quina pluja d’amor nodreix l’arrel?
Vencuda i tot, vull ésser jo mateixa,
abella furiosa de sa mel.
Tant se val, tant se val que l’amagadlaa
mà de l’aurora hagi escanyat en cada
bardissa un pobre rossinyol cansat,
incendiada nit, oh fugissera,
que em deixes panteixant per la sendera
de joia, en el meu rost emmetzinat.
Rodoreda está considerada, con razón, como la más grande de las novelistas catalanas contemporáneas. Hace varias décadas la comparé con Virginia Woolf, Marguerite Yourcenar y Rosa Chacel.
Gran novelista, también es una poeta excepcional, cuya obra, breve y fulminante, comentada con simpatía y respeto por Josep Carner, tiene muchas cosas en común con los metafísicos ingleses (que Marià Manent traducía al castellano y al catalán por las mismas fechas) y con la poesía amorosa más «furiosa», íntima y secreta de algunos de los más grandes poetas del Barroco español, como Villamediana.
Comparando el «Retrat de Mercè Rodoreda» con su versión castellana, realizada por su autora, Mercè Ibarz, «Abeja furiosa de su miel», me asalta una «evidencia», arbitraria y personal, sin duda: en castellano, la misma obra me «suena» más sensual, carnal, digámoslo así. En el mismo libro, en catalán, las citas de la poesía Rodoreda -comenzando por el título- me hablan del hermetismo de mucho genio metafísico de su autora; en la prosa de Ibarz, los «desplantes chulescos» («Así de claro, así de firme, así») tienen el garbo de las señoras y señoritas goyescas. ¿Puede traducirse al catalán la palabra garbo?
Algunos ejemplos, comenzando por el título:
-«Abella furiosa de sa mel». «Abeja furiosa de su miel». La palabra miel me parece más «esponjosa», «carnal», «floral». Mel está muy bien: pero me suena menos «jugosa».
Sigo:
-«No sols patia d’amor. Escrivia». «No solo sufría de amor. Escribía». «Sufría» me resulta más «expresiva», «redonda», «implacable»; frente a «patia»… menos «sabrosa», para mi sensibilidad.
-«Jo veig la teva terra nua i roent..». «Yo veo tu tierra desnuda y candente…». La «tierra desnuda» de la versión castellana me recuerda la «tierra baldía» de Eliot. «Nua» me sugiere un lenguaje más coloquial.
Podría poner otros ejemplos. Quizá no sea el momento ni el lugar.
Corto.
Quizá el «problema» esté en mi oreja. Sin duda.
La primera frase de la «Recherche…» proustiana, «Longtemps, je me suis couché de bonne heure», ha sido traducida en muchas ocasiones. Todas son correctas. Ninguna me convence plenamente. Nobody’s perfect.
Mercè Rodoreda, escritora europea, con Virginia Woolf, Marguerite Yourcenar y Rosa Chacel.
Apenas hace cuarenta y siete años que insistí, por vez primera, en esa condición europea de la obra de Rodoreda, subrayando el paralelismo esencial de su legado con el de Virginia Wool, Marguerite Yourcenar y Rosa Chacel.
No sin cierta coquetería, Rodoreda reaccionó de este modo a esa comparación: “Que su amigo J.P. Quiñonero hablara de usted, de Margueritte Yourcenar y de mí atribuyéndonos cualidades conjuntas me pareció ligeramente desorbitado…” → Mercè Rodoreda, Rosa Chacel y Quiñonero.
Hace quince años, volví a insistir: Mercè Rodoreda, Marguerite Yourcenar, Virginia Woolf, Rosa Chacel, Mercè Ibarz y yo.
Quiñonero y el rescate de Rosa Chacel, Mercè Rodoreda y Eduardo Blanco-Amor.
Mercè Rodoreda, Anna Murià, Mercè Ibarz, Ramón y los amenazados genios de la tierra.
Campos sin niños, sin golondrinas, sin insectos, sin Ramón…
Mercè Rodoreda, sus destierros, la rata, las palomas y las crisis de Cataluña.
Pla, Rodoreda, Porcel: construcción y crisis de Cataluña.
Mercè Rodoreda, Rosa Chacel y Quiñonero.
erJose says
Como me alegro de ver cómo se van traduciendo sus libros al castellano y a otras lenguas. Sus libros son lo suficientes importantes para que se lean para entender estos tiempos. Merce Ibars se lo ha trabajado para dejar buenos libros y buenos artículos como amigo de la Franja solo me queda desearle lo mejor y que su obra sea cada vez más reconocida.
JP Quiñonero says
José,
Amén, claro,
Q.-
Mercè Ibarz says
Gràcies als dos, Quiño, Pepe
JP Quiñonero says
Encantado, Mercè,
Q.-