The Economist, 3 mayo 2024.

En París, a través de la palabra y el pensamiento, Emmanuel Macron reinstala a Francia en el corazón de los grandes problemas donde se juega el destino de Europa.

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El presidente francés teme algo peor que un ocaso europeo, víctima de la fragilidad relativa de Europa ante la agresividad comercial de China y los EE. UU., la determinación militar de la Rusia de Putin.

Ante ese horizonte, percibido con inquietud en muchas capitales europeas, en Madrid, a través de la palabra, manipulada personalmente a través de los medios públicos a su servicio (obedientes y sumisos), multiplicada por una banda de pequeños mamporreros que trabajan como Policía Política Sanchista (PPS), Pedro Sánchez oficia de Conde Palatino, vendiendo con éxito la droga dura del odio.

Ese fango sanchista, compatible con muchos otros fangos, de muy distinto origen, erigido en Palabra de Estado, ensucia y recorta la palabra exterior de España, aislada de sus vecinos más influyentes en Oriente Medio, muy alejada del corazón de la seguridad común de los pueblos europeos, incapaz de aportar otros recursos sustanciales.

Sánchez, Conde Palatino vendiendo con éxito la droga dura del odio.

España y la España de Sánchez víctimas de la ausencia de códigos éticos y jurídicos.

Sánchez, caudillo populista, en el esperpento del Duelo a garrotazos, matriz política y cultural de las Españas.

El Duelo a garrotazos, matriz política y cultural de las Españas.

La España de Sánchez, vista por Goya.

España, en manos de Sánchez, que tiene una confianza aleatoria en la justicia y las instituciones, degradadas.

La España de Sánchez: “Hombre enfermo de Europa”, “Estado fallido”, tierra prometida para los populismos y la extrema derecha.

Goya, profeta del futuro de la coalición / gobierno Frankenstein y su presidente, Pedro Sánchez.

11-M, Caso Koldo, Sánchez, Aragonès, Gobierno Frankenstein … vistos por Goya.

España.