Faubourg Saint-Antoine, 7 septiembre 2024. Foto JPQ.
“Contra el capitalismo y Macron, cambie de sexo”. “Barnier es un homófobo”.
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Faubourg Saint-Antoine, 7 septiembre 2024. Foto JPQ.
Varios centenares de miles de manifestantes, en París y una docena de capitales de provincias, protestaron la tarde del sábado contra Emmanuel Macron y su nuevo primer ministro, Michel Barnier, amenazando con prolongar las protestas durante todo el otoño, con eslóganes muy duros: “Macron, ¡largo..!”, “Macron, destitución”, “Nos han robado las elecciones”.
Según La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda), que organizó las manifestaciones, con el PCF, el sindicato CGT y varias organizaciones estudiantiles, la marcha de París reunió a unos 160.000 manifestantes. En el resto de Francia, en ciudades como Marsella y Burdeos, entre otras, habrían desfilado entre 300.000 y 500.000 manifestantes. Cifras relativamente modestas, pero inquietantes: anuncian un previsible “otoño caliente”.
En la manifestación de París, eran muy llamativas las declaraciones, canciones a coro multitudinario y el griterío anti macroniano: “La izquierda ganó las elecciones y tenemos un primer ministro de derechas controlado por la extrema derecha”. “¡Macron es un estafador, hay que destituirlo”. “Ante la deriva autoritaria, revuelta popular”.
A la protesta sindical y política se sumaron colectivos multiculturales de muy distinta naturaleza.
Un manifestante con una gran cruz, a cuestas, que se hizo célebre cuando las protestas de la revuelta de los “chalecos amarillos”, entre 2018 y 2019, encabezaba un grupo propio de manifestantes. Delante del camión que abría la marcha pidiendo la destitución de Macron, la cruz de los “chalecos” hacía esta proclamación: “El amor triunfará”.
Entre los manifestantes de la CGT y ATTAC se impuso un espectacular cortejo gay enarbolando banderas LGBT. Novedad quizá significativa. Los manifestantes acusan de homófobo a Michel Barnier, el flamante primer ministro, culpando a Macron de una “deriva homófoba”.
Como líder de LFI, el partido mayoritario del Nuevo Frente Popular (NFP), que integra a todas las izquierdas, socialistas, comunistas y ecologistas, Jean-Luc Mélenchon, hacía un primer balance de las manifestaciones en París y muchas ciudades de provincias anunciando una suerte de “convergencia de luchas”: moción de censura en la Asamblea Nacional (AN), primera cámara del Parlamento Nacional, nuevas manifestaciones callejeras organizadas por la CGT y ATTAC.
Las izquierdas se proponen presentar una primera moción de censura cuando Barnier haga su presentación ante la AN. La suerte del primer ministro y su futuro gobierno queda en manos de Marine Le Pen y su partido, Agrupación Nacional (AN, extrema derecha).
Para evitar una censura parlamentaria, antes siquiera poder gobernar, Barnier tendrá que presentar un programa que sea “compatible” con Macron y con Le Pen.
Sin embargo, las izquierdas tienen prevista una segunda censura, cuando se presenten los presupuestos del Estado, a mediados de octubre. Le Pen ha advertido que votará la censura de los presupuestos si Barnier no presenta medidas económicas de su agrado.
Tras las manifestaciones de la tarde del sábado, la CGT y ATTAC propone negociar un calendario de protestas callejeras, coincidiendo con la entrada en funciones de un gobierno que todavía no ha podido negociarse, a la espera de los chalaneos de Barnier con la derecha, el centro, y algunos socialistas e independientes. ABC, Cientos de miles de franceses protestan contra el nuevo primer ministro impuesto por Macron + PDF.
Manifestaciones callejeras contra Macron y Barnier, su nuevo primer ministro.
Chica parisina embarazada, esperanza de una Francia en crisis.
La cohabitación Macron y Barnier abre una nueva página en la historia de la V República.
Jose says
Las calles se llenan por los mismos que estuvieron encerrados en sus cubículos cuando la pandemia. Los descamisados de Babilonia son conscientes que son la mayoría. Hasta hace poco se consideraban burgueses incluso supremacistas mientras controlaban quien se industrializaba y quién no. De pronto descubren que incluso las que fueron sus colonias producen de todo y tienen que competir con ellas. La guerra económica actual no está ganada solo con armas y dinero. No se teme a la muerte y a la locura es común a la democracia universal que hace aguas por todas partes. África de una sola universidad de matemáticas se llena de universidades y se cumplen lo que ya sabían los antiguos todos tenemos la misma víscera cerebral. Primero matemáticas después ingeniería. A los que antes se les llamaba trabajadores durante un tiempo fueron rentistas de una mano de obra y una tecnología controlada por ellos y todo esto se acabó. Lo que viene ahora aún puede ser peor si el proceso capitalista comunista consigue y parece que lo está consiguiendo hacer de todas las naturalezas posibles una sola naturaleza maquina. Las calles se llenarán de los restos humanos de la post industrialización y de la urbanización salvaje del planeta. No es un problema solo político son otras cosas mucho más complejas. Demasiados estratos sociales para poder ser controlados. A no ser que lleguemos a la paz perpetua global.
JP Quiñonero says
José.
En Francia,,, desde Luis XIV hay un tipo de “expresión social” recurrente, la fronda… en esas estamos… la fronda de la tradición francesa tiene unas peculiaridades que es fácil reconocer en movimientos como el de los chalecos amarillos…
Q.-