
HA, ca. 1930, un año después de romper con su primer marido y encontrar al segundo gran amor de su vida, en un café parisino. Foto ¿?
La charlatanería filosófica y política, el sexo, el amor y las relaciones carnales más íntimas y apasionadas tienen cosas muy profundas en común. Véase Hannah Arendt…
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«Parias. Hannah Arendt et la «tribu» en France (1933-1941) (L´échappée), de Marina Touilliez, con prefacio de Martine Leibovici, es un libro importante que cuenta por lo menudo la historia mal conocida de un grupo de desterrados alemanes, europeos, la «tribu», de la que formaron parte Arendt, Walter Benjamin, Arthur Koestler, Lore Krüger, Erich Cohn-Bendi (padre de Dany), Lotte Sempell, Chanan Klenbort, Fritz Fränkel, Minna Flake, entre otros, perseguidos por el nazismo, hombres y mujeres de extrema izquierda anti soviética, unidos en su denuncia de todos los totalitarismos…
En París, la «tribu» encontró refugio en los alrededores del metro Convention, y, en particular, en el número 10 de la Rue Dombasle, donde Benjamin y Koestler jugaban al ajedrez y el póker, entre fumetas de hachís. Koestler continuaba su reflexión capital sobre la guerra de España. Benjamin escribía sus textos sobre Baudelaire y París, que Adorno y Horkeimer recibían con reticencia, para irritación de Hannah Arendt y Gershom Scholem.
Marina Touilliez cuenta la menuda historia de las relaciones íntimas de la mayoría de esos hombres y mujeres. En el caso de Arendt… En su vida amorosa, sensual, dos hombres tuvieron una importancia capital: Martin Heidegger, su maestro, y Heinrich Blücher, su segundo esposo. Las relaciones de Arendt con su primera marido, Günther Anders, terminaron muy mal. Sola, en París, a caballo entre varias ocupaciones no siempre remuneradas, Arendt terminó conociendo a Blücher, que tenía fama de revolucionario.
Arendt descubrió el amor y la pasión amorosa, muy joven, en brazos de Heidegger. Sus relaciones íntimas estaban acompañadas de interminables conversaciones sobre el concepto del amor en San Agustín. Charlatanería de muy altos vueltos, en un lecho de paso, entre un profesor y una alumna que nunca olvidaría aquella iniciación filosófica y sexual.
Marina Touilliez cuenta que el encuentro de Arendt con Blücher produjo en ella «una gran transformación, incluso física», que todos sus amigos advertían cuando ella tomaba la palabra, en público, llegando a compararla con Sarah Bernhardt, la gran actriz legendaria, admirada por Proust. El mes de julio de 1936, Arendt cedió al «encanto erótico» de Blücher «que no era de la especie platónica», subraya Touilliez, seducido, a su vez, por una joven que «reflexionaba con su cuerpo, sobre todo».
A lo largo de un rosario de hoteles parisinos, la historia de amor de la pareja Arendt-Blücher estuvo marcada por la charlatanería política. Antes y después de abandonarse encantados a la pasión carnal, la pareja sostenía interminables discusiones sobre teoría y actualidad política, del comunismo al sionismo, de la sublevación espartaquista a Israel.
Esa unión carnal y espiritual coincidió con la inmensa tragedia de todos los desterrados, perseguidos por la policía política francesa, encerrados en campos de concentración, para culminar en el matrimonio, en la alcaldía parisina del distrito XV, y el destierro definitivo, en Nueva York.
Consagrada y célebre, Arendt volvería a Alemania, para encontrar a Heidegger, y a París, para pasear por los alrededores de los hoteles donde conoció a Blücher. Quiere el azar que uno de esos hoteles esté a dos pasos de mi panadería.
Sobre la Correspondencia amorosa entre Heidegger y Hannah Arendt.
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Quiño,
Siempre aprendiendo en tu INFiERNO.
Merece la pena conocer la biografía de mujeres tan interesantes y pioneras.
GRACIAS!!!!!!!!!
Fina,
El libro del que saco la historieta habla de muchas otras cosas, culturales, políticas, etcétera… que bien merecen otras lecturas.
Pero esa anécdota me pareció muy reveladora, poco o nada conocida, sospecho…
Graciasssss
Q.-