Autorretrato en el baño, 1984.
Libuše Jarcovjáková (Praga, 1952) continúa creciendo…
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… y «I’m Not Everything I Want to Be», la película de su vida, dirigida por Klára Tasovská, estrenada el mes de febrero del 2024 en el Festival de Cine de Berlín, está construyendo una leyenda única en la historia de la fotografía.
Desconocida, marginal, jamás expuesta, Jarcovjáková fue presentada por vez primera en las Rencontres de la photographie de Arles del 2019. No sin cierta ironía, la fotógrafa declaraba: «Estuve esperando este momento durante toda mi vida. Estaba persuadida de ser fotógrafa, pero mi trabajo no interesaba a nadie».
Hija de padres artistas, pintores, víctimas de la policía comunista checa, Jarcovjáková comenzó a fotografiar en su primera adolescencia, cuando recibió como regalo una cámara. Mala estudiante, comenzó a fotografiar a sus padres, su familia, hizo sus primeros autorretratos…
… Jarcovjáková fotografiaba la calle, los colegas de trabajo en un primer y precario empleo, la calle de Praga, los barrios más inhóspitos de su ciudad natal. Y comenzó sus primeros estudios de fotografía, con un éxito nulo: sus profesores rechazaban de manera muy tajante sus fotografías. Ellos defendían una fotografía «clásica»: enfoques y luz correctas; «modelos» presentables; situaciones, paisajes o vagabundeos «correctos»… exactamente lo contrario de las imágenes que ella deseaba inmortalizar: su intimidad más «cruda», los personajes más solos y desvalidos, los trabajos más penosos, las relaciones más «equívocas», la Praga comunista más inhóspita y alejada de la propaganda y la fotografía oficial.
Esa determinación la convirtió en una marginal durante años, décadas. Tuvo un cierto éxito como fotógrafa de moda, en Tokio. Pero ella rechazó con rapidez la fotografía comercial. Viajó a Berlín, antes y durante la caída del Muro comunista: y fotografió aquellas jornadas históricas, desde una óptica cruda y lírica, muy lejos de la fotografía convencional.
Había comenzado a construir una obra formidable. Documentando los estragos humanos, sociales, culturales, políticos, urbanos del comunismo. Documentando la vida marginal de familias condenadas por la policía política, perseguida por sus hábitos «asociales» (en un legendario club gay de Praga, donde dijo adiós definitivamente a su vida de señora joven mal casada, para descubrir el amor con una amiga más joven).
Jarcovjáková había construido una obra importante. Pero invisible. Hasta el gran aldabonazo de Arles, tras varias décadas de soledad marginal. Recibió la llamada de varios directores de cine proponiéndole filmar su historia, su vida. Tras mucho pensarlo, decidió trabajar con Klára Tasovská.
«I’m Not Everything I Want to Be», que puede verse en Filmin, es el fruto muy feliz de esa relación. Jarcovjáková dio a su nueva amiga completa libertad para realizar un película a caballo entre el documental y el relato más íntimo. Desde los quince años, la fotógrafa también escribía unos diarios literarios. Tasovská ha montado su obra utilizando más de 3.000 fotografías, «comentadas» por frases y reflexiones de esos diarios.
El resultado muy feliz es una obra sin precedentes. No existe nada semejante sobre ningún gran fotógrafo. No imagino a Cartier-Bresson, Doisneau o Avedon fotografiando y comentando su vida amorosa. Es lo que hace la pareja Jarcovjáková – Tasovská… la vida más íntima de una chica, una mujer joven, una mujer menos joven, contada al ritmo de la realidad comunista, en Praga, en Berlín; para culminar con el hundimiento del comunismo y la liberación íntima definitiva…
Historia que tiene algunos puntos en común con mi Dark Lady.
Helmut Newton, cien años … Dark Lady, Elodie, Marc Turiel, desterrados celestes.
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