
Boulevard Saint-Germain, 22 marzo 2025. Foto JPQ.
El puesto de Francia en el futuro de la seguridad y defensa de Europa tiene tres pilares: tercera potencia atómica mundial, segunda exportadora mundial de armas, capacidad y disposición histórica a intervenir militarmente en conflictos, mucho más allá de sus fronteras nacionales.
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Esos pilares de la seguridad nacional y europea tienen un apoyo histórico y social masivo.
El 60 % de los franceses apoyan la restauración del servicio militar obligatorio, que fue derogado entre 1996 y 1997 por el presidente conservador Jacques Chirac. Tres años después del intento de invasión rusa de Ucrania, ha crecido de manera significativa el apoyo social y nacional al puesto militar de Francia en la escena internacional.
Durante los últimos treinta años, los ejércitos franceses han participado en 130 operaciones militares, en África, Oriente Medio, Europa y otras zonas en conflicto, donde murieron 653 soldados. Nunca hubo ni hay críticas contra esas intervenciones militares. Siempre hay respeto y solidaridad con los soldados muertos en campos de batalla internacionales.
El arma nuclear, matriz de todo el sistema de seguridad nacional, cuenta con un apoyo muy semejante. Desde de Gaulle a Macron, todos los presidentes han subrayado que el arsenal atómico francés está al servicio de la seguridad europea. Por vez primera, un canciller alemán, Friedrich Merz, ha anunciado oficialmente que Alemania aspirar a crear con Francia e Inglaterra un sistema de seguridad y defensa europea fundado en los arsenales nucleares de París y Londres.
En el modelo estratégico, económico y social francés, la industria armamentista tiene un puesto esencial. Francia es el segundo exportador mundial de armas, desde hace un año. Las guerras, en Ucrania y Gaza, han favorecido las exportaciones de armas, que son un gran negocio y una fuente excepcional de ingresos.
El jefe del Estado, presidente de la República, es, al mismo tiempo, el «arquitecto» y el «gestor» de ese patrimonio nacional. En los sótanos del Elíseo se encuentra el centro de mando y control de las armas nucleares. El presidente es, al mismo tiempo, comandante en jefe de los Ejércitos, la máxima autoridad militar del Estado.
Conocedor emérito de esa realidad histórica e institucional, Emmanuel Macron la está «utilizando» en beneficio propio, personal, cuando Francia está caída de hinojos en la crisis política más grave desde la fundación de la V República, entre 1958 y 1962.
Extrema derecha (Marine Le Pen) y extrema izquierda (Jean-Luc Mélenchon) son las fuerzas mayoritarias en la Asamblea Nacional (AN), primera cámara del Parlamento nacional, hostiles a la guerra en Ucrania, veladamente favorables a las posiciones de Vladimir Putin.
François Bayrou, primer ministro de un gobierno minoritario, está al frente de una coalición heteróclita de centristas, conservadores e independientes, que puede entrar en crisis en cualquier momento, cuando Le Pen lo considere oportuno para sus intereses políticos personales.
La crisis política coincide con una crisis económica y presupuestaria sin precedentes, que también puede afectar gravemente a la zona euro. La deuda pública del Estado asciende hoy a los 3,3 billones de euros, equivalente al 115 % del PIB. El déficit público asciende al 5,4% de PIB, con el riesgo de crecer al 6 %. Con unas perspectivas de crecimiento desastrosas, del 0,7 %, según el Banco de Francia, la situación económica es sencillamente mala o muy mala. Y todas las agencias de notación financiera internacionales han puesto a Francia en una «perspectiva negativa».
Conociendo por lo menudo esas crisis, Emmanuel Macron practica un activismo diplomático excepcional, con una base presupuestaria mínima o invisible. Según cálculos oficiosos, las ambiciones militares del presidente, en Europa, se elevarían para Francia a unos 90.000 millones de euros anuales.
Y eso ¿quién lo paga…?
Antes de la agravación de la crisis, el gobierno francés estaba «condenado» a realizar recortes, economías, importantes.
A primeros de enero, el Senado aprobó 6.300 millones de euros de economías «suplementarias», tras los recortes anunciados durante el segundo semestre del año pasado. Los nuevos recortes afectarán a ayudas al desarrollo, ecología, enseñanza superior, audiovisual público, agricultura, deportes, educación nacional, reducción de las indemnizaciones a los funcionarios… Al día de hoy, los recortes en curso de realización, no han provocado reacciones de protesta significativas. Los sindicatos, por ejemplo, siguen pidiendo la restauración de la edad de jubilación a los 62 años, cuando la media europea oscila entre los 65 y los 67.
¿Serán suficientes los primeros 6.300 millones de euros de recortes para financiar nuevos esfuerzos en materia de seguridad y defensa de Europa?
Macron promete pero no controla los presupuestos del Estado, gestionados por el gobierno de François Bayrou, sin mayoría parlamentaria sólida. Como otros países europeos, Macron y su gobierno esperan que los fondos anunciados por la Comisión europea permitan financiar buena parte del esfuerzo colectivo. La gran industria nacional del armamento se ha beneficiado y espera incrementar sus beneficios con la prolongación indefinida de la guerra: se trata de una fuente muy sólida de ingresos, directos e indirectos. Francia está en crisis. La guerra, en Europa, es una «fuente de ingresos» y una inmensa tragedia. ABC, Francia ahorra 6.300 millones en educación y funcionarios y hace caja con su venta de armas + PDF.
Francia en crisis, Macron caracoleando en la escena internacional.
Creo que como dices la guerra es un gran negocio y una inmensa tragedia sintetiza nuestra época. Goethe solo quería más luz antes de entrar en el túnel de la oscuridad. Sus faustos crearon mil soles para que sus actuales faustos no tengan almas con las que negociar con Mefistofeles. Cómo dijo un escritor español son años aciagos que nos harán nos hacen más ciegos. Sin alma y sin visión solo nos queda notar el calor de los mil soles. Ya no hay quit posible que nos permita ver cómo antes el sol que nos ayudaba a buscar el Bien. Solo hay luz artificial la veinticuatro horas del día de las semanas de los meses de los años y cada vez vemos menos y cada vez está más lejos el Bien.
Muy bueno tu artículo tú radiografía de la situación actual.
Gracias, José, graciasssssssssss
Seguimos,
Q.-