Avenida Alfonso El Sabio, 20 octubre 2018. Foto JPQ.
Convertida la ciudad antigua en parque temático y shopping center, con espacios consagrados al tapeo callejero y la “vida nocturna”, los antiguos habitantes deben acomodarse o huir, allí donde los conduce tal proceso saturnal.
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Los jubilados, las pensiones y el estado empantanado de España.
Los jubilatas en la Barcelona del Proceso.
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Alicante y las amenazas que se ciernen sobre las grandes ciudades del Mediterráneo.
Barcelona y las ciudades acosadas / destruidas por el turismo 2.
Barcelona, amenazada por el parque temático Barcelona 2.
La Barceloneta, espejo de todas las crisis de Barcelona.
Gran arquitectura cosmopolita, Alicante y el turismo de masas.
Manolo Valdés, Alicante y el maquillaje artístico de la ciudad.
Gabriel Miró, Alicante y la metamorfosis de la ciudad.
Felices vacaciones… cuando cae la tarde, recuerdo a Gabriel Miró 2.
Felices vacaciones… cuando cae la tarde, recuerdo a Gabriel Miró.
Arte.
Cierto, Quiño,
No queda otra que acomodarse a las transformaciones de nuestras ciudades, o huir…
Bon dia!
Fina,
Efectivamente… hay que vivir lo que nos toca vivir, con alegría de corazón, si es posible, o cuando sea posible.
Avanti..!
Q.-
Sí, Quiño, sí,
Avanti..!
Fomentando la alegría siempre que sea posible.
Bona nit!
… yeahhhh..!
Q.-
Y mis recuerdos, estimado, que ya los hago míos en tu blog, siendo casi hermanastro (muy querido, familia dilecta) de mis ensueños y duermevela. Vuelven conmigo los tranvías, amarillos, verdosos, en muchas direcciones; terrible el tráfico los días de fiesta en el de Muchamiel, con parada en la Santa Faz…¡ríete tu de los abarrotados de la calle de Segovia o la fila aquella de Las Ramblas. Último día de la Guerra, sí, muchos republicanos engañados pensando que podían liberarse huyendo; todos a Los Almendros. Lo recuerda Max Aub. Fue terrible la epidemia de suicidios de aquel día postrero de la Guerra y los siguientes del albergue en esa capital del dolor. Detrás, muy cerca, en el 38, estimado, lo que quizás fue el más asolador bombardeo del conflicto: las bombas de la aviación italiana sobre el Mercado y aledaños; matanza de inocentes, puede que ¡más de 300 fallecidos! En el gran cementerio de Alicante, que ahora ya se ha quedado reducido, Miguel Hernández; antes de su traslado, José Antonio, que a todos los niños les llevaban a ver donde estuvo, puede que hasta el setenta o muy cercano. Yo estuve una temporada, estimado, por San Blas, durante mi infancia; luego, en San Juan; de ahí todo cuanto tengo de bien con los murcianos, que Cartagena (mucho de tí guardan los Cantonales; ahí si que resta historia) ya la conocí de mozo.
Ricardo,
Me emocionas un poco…
Mi padre estuvo en el Campo de concentración de los Almendros, antes de ser trasladado a otros, pasando por el campo de Albatera… yo nací años más tarde…
… y…¡uno de mis antepasados fue el «líder» militar del Cantón de Cartagena, el legendario Antonete Gálvez..!
«De casta la viene al galgo..»
…
Venga, a seguir dando guerra… avanti..!
Q.-
¡Ay, madrica! Y la Cartago Nova de siempre, y el tío Antoñete Gálvez…¡El cantón, el cantón, no lo vuela ni un cañón! Estimado, los últimos días de la Cartagena de la Guerra, el Coronel Galán (hermano de Fermín, el de Jaca) y Artemio Precioso (hijo del editor homónimo de La Novela de Hoy; los dos se merecen una historia; muerte jodida la del padre; ningún escritor le echó una mano) desde la base de tanques de Archena, debelando la insurrección de marzo. Naufraga en la bocana El Castillo de Olite: ¡casi 1500 muertos en el mayor desastre naval de la historia ibérica y uno de los más grandes de todos los tiempos!, muere el 1% de los fallecidos en combate en la Guerra Civil en un solo día, puede que «gracias» a la irresponsabilidad de los mandos nacionalistas. No se me olvida, y pocos lo recuerdan…¡que clase de albacea soy!,de andar por casa, claro. ¡Cartagena, Cartagena!, buena novela sería el Cantonal, estimado, con toda tu parentela dentro; y esa acracia cultural, religión hecha de las letras, que te ha hecho seguir el rumbo de una Murcia que no es un perfil de la quimera porque tu mismo la llevas dentro.
Ricardo,
Ay… es muy emocionante todo lo que dices, claro.
…
Tan emocionante que me deja un poco perplejo. Quizá lleves razón y todo eso… sea / es una parte esencial de mí… tan esencial como una suerte de manantial muy profundo…
…
De alguna manera, casi todas mis cosas -novelas incluidas- vienen de ese manantial original. A través de la palabra y algunas fábulas, en algunos de mis libros se confunden las geografías de Región y la geografía íntima de mis personajes… Ese diálogo quizá esté muy presente en La dama del lago, título que le tomé prestado a Chandler, claro,
Q.-
Era la Murcia aquella, estimado, liga entre El Cante de las Minas y la obra del esclavo que labra desde adentro, centón de señorucos y de daifas (corral de miasmas y miserias aquel Barrio Chino de Cartagena, cubil de los marinos pobres, so,ldaditos de leva, huertanos de visita), centro, también, de algunas invenciones (no olvidemos el brillante papel cartegenero a lo largo de la historia). Pero, estimado, es tu recuerdo presencial que me devuelve aquellos días, cerca que los tenemos de nosotros, aunque sea el Cantón tan mineral como esas escombreras que arruinaron el herbecer de las tierras pegadas a las minas. ¡Cuánto hay que hablar de allí!, ¡cuánto, también, de estrictas y despegadas relaciones entre París y Murcia! Tu mismo, crítico impecable, novelista que aduna el misterio policial con la letra de Proust y el recuerdo de un Ancien Royaume al que se lleva cualquiera de esas riadas que arrasan a la Huerta, cual ataque pirata de la naturaleza que no sabe de gentes ni de animales; reclama lo suyo nada más.
Ricardo,
Ay, las riadas… una de ellas, una de las más legendarias, estableció para siempre la relación entre Proust y Murcia, justamente… en una fiesta que tiene su importancia amorosa en la trama de la Recherche: Lorca, Murcia, París, a la luz de Marcel Proust…
Avanti..!
Q.-