La pavorosa dimisión de los intelectuales ante el debate catalán deja el campo abierto a las bajas pasiones de publicistas, ideólogos y políticos.
Sin embargo, a mi modo de ver, sea cual sea la evolución estrictamente política del proceso, no habrá solución duradera mientras las cuestiones catalana, gallega y vasca no se aborden desde una óptica estrictamente cultural, indispensable para intentar dialogar sobre los problemas de fondo, sin recurrir a la calumnia cainita.
Se me ocurren estas lecturas básicas, no sé si imprescindibles, entre otras muchas posibles:
1.- Cambó, de Josep Pla. Texto canónico para entender la historia contemporánea del catalanismo político, liberando al político y al escritor de la herrumbre ideológica.
2.- Prat de la Riba, de Azorín, incluido en su libro Barcelona, con capítulos consagrados a Puig i Cafadalch, Oliver y Corominas, entre otros. Se publicó originalmente en el ABC.
3.- Sobre el nombre y el quien de los españoles, de Américo Castro. En ese volumen se incluye un ensayo canónico, Español, palabra extranjera.
4.- Noticia de Catalunya, de Jaume Vicens i Vives. Obra no menos canónica de un historiador indispensable.
5.- Veinte años después, de Camilo José Cela. Conferencia pronunciada en el Congreso de los diputados el 25 de noviembre de 1998. Conferencia escrita después de presentar la primera edición mi libro sobre el mismo tema, que Camilo recuerda en estos términos: “Quizá haya sido Gracián quien primero se preguntó por la naturaleza política de nuestra pluralidad cultural. Juan Pedro Quiñonero, uno de los hombres que con mayor y mejor sentido ha ahondado en el problema, trata en su libro De la inexistencia de España de este apasionante y confuso tema”. Nobody’s perfect. (BW)