Viene a verme, hasta el Museo Ramón Gaya, Martín López García, mi viejo condiscípulo: no nos veíamos desde que hacíamos segundo o tercero de bachillerato. Nos abrazamos. Y, viniendo de tan lejos, mientras redescubro la obra poética de José Luis Martínez Valero, me sorprende la intensidad de la materia gris con la que me tropiezo de esquina en esquina.
Ramón Jiménez Madrid me conduce hasta la Editora Regional, donde reina la imprescindible edición en curso de la obra completa de Ibn Arabí, un monumento. Murani me anuncia su próxima gira por EE.UU. Escucho a Andrés Trapiello hablar de la obra literaria de Gaya. Me sorprende un magnífico corto realizado por Gonzalo Ballester sobre Gaya en Venecia. José Ángel Zapatero, animador de Menoscuarto, ha venido desde Palencia para acompañar a Juan Pedro Aparicio a la hora de recoger el premio Setenil. A las tantas de la noche, ateridos por el frío de la madrugada que llega, inclemente, Eloy Sánchez Rosillo se horroriza: “¿¡Qué diré sobre Leopardi a mis alumnas, mañana a las ocho!!??..”.