Baltasar Porcel tiene una visión atroz del estado de las cosas catalanas relacionadas con la Feria del libro de Frankfurt, que va mucho más allá de los negocios estrictamente culturales. “Los españoles son un saco de ratas, se las agita y se muerden”.
La Vanguardia, 1 junio 2007
El ruidoso laberintejo
BALTASAR PORCEL
Un periodista alemán que prepara un artículo sobre Catalunya en Frankfurt me dice: “No entiendo qué pasa aquí con tanto rechazo a la feria desde diferentes bandas, y deseo aclarar las razones para mis lectores”. Contesto: “No hay ninguna razón, sino un embrollo surgido de la miseria moral, la ignorancia conceptual y el encono político. Pero ustedes emponzoñaron el tema al citar sólo escritores en castellano al referirse a los invitados de Catalunya”.
Él añade: “Es que en la feria no sabían bien de qué iba la cosa y alguien les calentó la cabeza, pero ya lo tienen claro. Pero aquí, donde conocen el tema, como prueban las declaraciones del director del Institut Llull, señor Bargalló, los enfrentamientos no hacen más que aumentar”. Entonces un servidor, al fin viejo español del siglo XX,
responde alegóricamente: “Un periodista antaño famoso, Emilio Romero, me contó que Franco le dijo: ´Los españoles son un saco de ratas, se las agita y se muerden´”.[ .. ]
Porcel está que se sale, como para felicitarle, vamos. Hace años tenía un amigo cubano castrista que siempre iba diciendo: “Pobre España, siempre haciendo el ridículo”. Creo que es en lo único que le sigo dando la razón. Incluyo Cataluña, claro.
Lola
Lola,
Estoy totalmente de acuerdo contigo. Dicho esto, tras copiar la frase de BP advertí que la palabra “ratas” viene de la tradición picaresca: y refleja una visión desalmada de la persona humana. Yo prefiero lo de cainitas: nos matamos, si, pero seguimos siendo hombres y mujeres. Porque, como olvidarlo, también hay otros españoles, otros murcianos, otros catalanes, etc., gente noble y potable, horrorizada ante el espectáculo de los unos y los otros devorándose a cara de perro, en plena calle. Corto, que me disparo…
Q.-
Porcel es un Pla sin gracia, siempre malhumorado. Le xonsidero una figura importante después de Pla, pero reconozco que resulta muy ácido. Sin embargo, creo que como a Pla, la historia le hará más justicia que la gente de su tiempo y de su entorno. Y creo que eso es lo cainita, la incapacidad para reconocer lo bueno, aún cuando no sea lo de uno.
No se si en España hacemos o no el ridículo. Cuando voy por ahí me parece que nos respetan, o será a mi solamente. Tenemos lo que hay y pienso que somos parte de lo que hay. Si somos así, ¿que le vamos a hacer?
Nauscopio Scipiorum Baltasar Porcel: «Sense els llibres un no és res, o quasi res»
Luis, Maty,
BPorcel quizá sea el novelista catalán en lengua catalana más importante, vivo, hoy. Muy de lejos. Cosa que en Madrid llevan años y años ignorando, silenciando, ocultando. No solo por ignorancia.
Porcel tiene muchas otras facetas. Quizá ningún escritor español (en cualquier lengua) ha viajado tanto como él: dejando una obra viajera muy significativa. No conozco a ningún escritor español capaz de escribir un libro como el suyo sobre el Mediterráneo.
Como en el caso de Pla, su obra es indisociable del proyecto intelectual de la construcción de Cataluña. Sus entrevistas, compiladas en libros, son un testimonio muy mayor: sencillamente imprescindibles para comprender que Cataluña es algo más complejo, feliz, ambicioso y hondo que el galimatías y sopa de letras de la política catalana actual.
Hay otras facetas, que sería largo ir desmenuzando. Paradójicamente, sus artículos en La Vanguardia eclipsan parcialmente toda una vida de trabajo. Eso le ha permitido recibir testimonios de homenaje y simpatía que han sido muy importantes para él, en momentos difíciles; y, al mismo tiempo, esa faceta solo es una parte muy mínima de su obra total,
Q.-
PS. El poema que Maty publica en su enlace da una idea muy gráfica de la formidable envergadura de algunos enormísimos poetas catalanes, ignorados en Carpetovetonia.
Aplausos, JP. Me ha emocionado lo que dices de Porcel y de Catalunya. Sus artículos en LV esconden más que muestran a un gran escritor, creo. Pero cualquiera tiene derecho a patalear y “a tirar pel boc gros”, – y más en una columna diaria, en donde hay de todo- delante del espectáculo catalán (Frankfurt sería el compendio, la mascletá) que, a buen seguro, nos afecta más a todos aquéllos que amamos a Catalunya como nuestra patria y sentimos nostalgia de algo que pudo haber sido y que no parece, de momento, ser.
Es sorprendente la gran cantidad de catalanistas de nuevo cuño, impensables hace dos días, incapaces (de eso se trata) de criticar ahora nada en su tierra, justo cuando, objetivamente, estamos en horas muy pero que muy bajas.
Cosas veredes…
Lola
Lola,
Si supieras como agradezco tus palabras…
Hablas [“… aquéllos que amamos a Catalunya como nuestra patria y sentimos nostalgia de algo que pudo haber sido y que no parece, de momento, ser.”] con un rigor que me recuerda a don Antonio, enterrado siempre en Collioure: “… aquella España que pasó y no ha sido”.
Porcel es, precisamente, el eslabón palmario que permite rastrear la huella de esa Cataluña que pudo ser. Su libro L’àguila daurada (entrevistas con Pau Casals, Carner, Pla, Federica Montseny, Escarré, Gabriel Ferrater, Fuster, Tapies, Trueta, etc.) me sigue pareciendo la mejor expresión de una Cataluña bien posible y real, construyendo algo que no sé si destruye la ausencia de vertebración política actual,
Q.-
A mi me parece que el gran genio de los últimos años ha sido Jesús Moncada, aunque quizás no ha sido tan mediático como otros por su camino tan personalista, que le llevó a escribir siempre historias sobre su viejo pueblo, como si fuera un pequeño Faulkner de Mequinensa (en la Franja), pero su prosa es elegante, original y mesurada. Desgraciadamente nos dejó hace sólo 2 años, pero no deja de ser un autor contemporáneo. Por cierto, antes del fenómeno Albert Sánchez Piñol, era el escritor catalán con más traducciones (al menos su famoso Camí de Sirga).
Unomás,
Yo añadiría a Francesc Serés. Con estos matices…
Los Difuntos… de BP todavía hablaban de la construcción de una Cataluña mítica. A partir de algún momento, la literatura catalana comienza a hablar de la destrucción de Cataluña, víctima de…
● Sobre España, el concepto de nación y la destrucción de Cataluña
● Epifanía y agonía de Cataluña
La Olympia de BP es la crónica canónica de la destrucción de una cierta Mallorca.
Q.-
Gracias Q, había oído hablar de Francesc Serés, pero no he leído nada suyo. Buscaré por ahí. Hasta otra.
Criterio ‘Frankfurter Allgemeine’: “los escritores catalanes sólo estarán presentes en la Feria con un equipo de reserva”
e-NOTÍCIES Un diari alemany reclama el castellà a Frankfurt
Daniel Tercero -> El CULTURAL Fráncfort, el aldeanismo de algunos políticos catalanes por Luis María Anson
Oiga, Maty, cita usted unos ejemplos del genero vomitivo
Maty, Federico,
NO me gustan Nada NI los Adjetivos, NI los Calificativos, NI los ejemplos, NI Nada de Eso. Un horror de horrores, de lo que me siento lejos, dañado y utilizado,
Q.-
Buenooo… pero si permites comentarios en la bitácora tienes que respetar la libertad de los comentaristas, siempre y cuando no caigan en la mala educación.
@Federico
Cuando se antepone la ideología a cualquier otra consideración, se cae en el sectarismo. Su descalificación sobra, como también, es cierto, algunas empleadas por Anson. Si eliminamos esta frase “Es una política absurda, totalitaria, jibarizada, histérica y miserable” el artículo quedaría mejor. Mas tal es el periodismo “profesional” español, que tanto gusta crispar al personal, en vez de centrarse en la argumentación.
Maty,
Intercambiar opiniones me parece muy bien. Introducir opiniones de terceros que no sé si vienen a cuento NO me convence Nada. Cuando esos comentarios de terceros caen más bajo de lo habitual, fieles a su propia tradición, la cosa me cae francamente Mal,
Q.-
La cultura catalana (en catalán) hecha en Cataluña tiene un problema de construcción ambiciosa por su falta de audiencia: internacional que no universal. Forma parte de la tragedia de su hecho histórico, que es cultural a su vez, y de su hecho cultural, que es histórico. En estos debates me gusta volver a Vicens Vives, y como no: a su Noticia de Catalunya. En este ámbito, comprendo a aquellos que opinan (no siempre estaré de acuerdo en la totalidad) que la falta de personalidad se corresponde con la falta de un estado que permita afianzar una personalidad en el terreno político. Puedo comprenderlo, porque no deja de ser cierto, pero la historia ha situado las cosas en términos de progreso (la construcción del mañana más inmediato) y no en términos de nostalgia: la reconmstrucción de una nación. Pero aún así, puedo comprender que a la cultura catalana, en términos históricos, se le ofrezca un yermo para darse a conocer.
A la otra cultura (que Maty llama catalana), yo me atrevería a decir que es la cultura española desde otra posición de Cataluña. Marsé y Mendoza son catalanes, sin duda, pero, desde una posición cultural diversa. La elecciuón del idioma (no casual ni caprichosa) les ha colocado en el territorio de la unniversalidad más asequible.
Que en un evento cultural como el de Frankfort se juegue con ambas posturas y se prime la una sobre la otra, no es sino la desgraciada realidad de un enfrentamiento cultural que se niega a reconocerse (uno al otro, siendo el uno y el otro cualquiera de los dos) por miedo a que el reconocimiento proponga una revisión histórica, que en este caso sería de progreso. De la misma manera que unos rechazan la cultura española hecha en Cataluña, los otros se niegan a conocer la cultura catalana desde los libros de texto de su Historia de España.
El problema es en sí castrador para aquellos que creen (me incorporo a ello, y creo que Quiñonero estará de acuerdo) que es posible una visión de lo español desde una fraternidad cultural. Mi catalán trufado de expresiones castellanas, de la misma manera que mi castellano lo es a la inversa, me impide ponerme de un lado o del otro, y es la principal causa de mi alejamiento al bosque (como actitud de parábola ejemplar). La cultura, las culturas, son ahora, armas arrojadizs en un debate de contención de la historia y de su marcha.
Cataluña no debe ser, en el futuro, la “nación reconstruída” hija de la herencia de la marca carolingia, porque es tanto como ingorar que su progreso se ha realizado dentro de un marco en el que han primado los intereses proteccionistas que han dado fuerza a su burguesía, cedidos gustosamente por un estado centralista que de esta manera ha pactado el progreso y la parálisis histórica.
Al fin y al cabo, pienso, si todo este largo y peliagudo problema no es, en el fondo, un enfrentamiento incruento e insolucionable. Demamsiado camino hecho por territorios que no tienen vuelta atrás. Demasiadas invención histórica, demasiados míticos, demasiados sepulcros del Cid y conspiraciones anticatalanas. Sinceramente, me agoto en el esfuerzo.
Federico: una atenta lectura de Maty, no está desprovista de argumentos, si bien es cierto que anda sobrada de adjetivaciones extremas. La forma parece poder al fondo, pero el fondo existe, conviene leerlo con calma y efectuar una censura, autocensura, tachando expresiones que pueden parecer extraordinarias y hostiles, y encontrando líneas que muestran un punto de vista al que lleva la desesperación (en el bien entendido de su contexto intelectual) por la derrota que el presente muestra, en el que alguien como él y otros muchos, pueden venir a sentirse extranjeros en su propia casa, o al menos como tal la tenían.
Atención: la palabra derrota se refiere al camino en el mar, a la ruta trazada y no al sentido de pérdida de la batalla.
Hombre Luis, procuro no adjetivar en demasía, a diferencia de lo que es habitual en la red. Es más, me aplico tanto, que intento ser preciso, de ahí lo de “nacionalismo excluyente catalán”. Es Anson quien ha cruzado los límites. Anson, el periodista que está en la Academia(s). Academia donde también está Pérez-Reverte, otro que tal.
De tanto repetir estos años, Google me referencia primero, amén de muchas otras en la primera página de búsquedas:
Google ES nacionalismo excluyente catalán
Luis,
Mil y Una Gratitudes…
Q.-
Maty, trato de encontrar entre las palabras una visión tuya, que en gran parte comparto, de la Cataluña de hoy. Por eso pienso que leerte exige una doble acción de leer para, despojando una cierta retórica (entiende que mi crítica no es hostil) encuentre una mensaje verdadero.
FERIA DEL LIBRO DE FRANKFURT
Rafael del Barco Carreras
Corta conversación con una editorial de ideología a la izquierda de la izquierda. “Tú libro “Barcelona 30 años de corrupción” nos interesa, con alguna corrección para evitar demandas, pero en CATALÁN, y como la Generalitat no nos lo subvencionará por la temática, alguien debería cubrir la financiación hasta su puesta en el mercado, que en una de nuestras colecciones se venderá bien”. “Hasta que alguien os advierta, o peor, y los libros, que habré pagado yo, se pudran en cualquier almacén, como ya me ha sucedido”. “Es lo que hay”. “Prefiero colgarlo en Internet”. Coste CERO, y lectores asegurados.
Ver…www.lagrancorrupcion.com
Uy, qué malos somos los catalanes. Ni Lucifer llegaría a tal grado de maldad: ¡Subvencionar libros en nuestra lengua! Es propio de mentes retorcidas. Además, el catalán es demasiado difundido como lengua literaria, los escritores en catalán son todos millonarios y no dan el abasto… En cambio, mirad a los pobres que escriben en castellano en Cataluña, Cercas, Ruiz Zafón, Eduardo Mendoza, Marsé, Félix de Azúa, etc. De verdad qué miseria, nadie les conoce, nadie les publica libros, no ganan ni una tercera parte que los catalanes. Pobrecitos… ¡y con una lengua que casi ni se difunde como el castellano!