Una temporada en el infierno

Juan Pedro Quiñonero

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Defensa del apátrida, el desterrado y el refugiado político

julio 31, 2007 JP Quiñonero 8 Comments

Felices vacaciones, 7

Razones para añorar los estatutos de apátrida, desterrado o refugiado político…

… intentar renovar el DNI o el pasaporte en una ciudad como Mataró requiere (si ya se conoce la mecánica y se llega a las oficinas correspondientes pertrechado con las fotos y documentos que ya requirieron, en su día, otro calvario semejante), una paciencia de monje budista, acompañando ¡durante cuatro horas!, sin cambiar palabra, a señoritas con ¿tatuajes? en uno o ambos pechos, madres solteras con niños en cochecito, jóvenes con los pantalones caídos y el slip rojo bien visible, ancianas con abanico, jubilados lectores de prensa deportiva, madres de ruidosa familia numerosa, señores con bigotito que parecen lamentar el desastre de los estatutos de autonomía, señores jóvenes con flamantes llaves de coche inmaculado, parejas de distinta raza con niños mestizos, solteronas de avanzada edad y altiva indiferencia digna, señoras con anillos y collares de llamativa bisutería, unidos en una cola interminable, bajo un sol de justicia, a la espera que un policía con pistolón al cinto vaya llamando de diez en diez a los afortunados; para volver a hacer cola, tras el muro interior de unas oficinas donde hay cuatro minúsculas celdas vacías y tres amables señoritas golpeando con dos dedos en el teclado de sus ordenadores…

Razón no sé si de esperanza o desesperación: nadie cruza una palabra con el vecino, nadie protesta, aceptando tal fatalidad con callada resignación estoica.

Salvados ¿con éxito? todos los obstáculos, la voz atona de otro funcionario con pistola advierte que solo se tendrá que esperar de tres a cuatro meses, antes de ser citado por la autoridad competente. Tiempo más que suficiente para cruzar la frontera, y declararse apátrida, o reclamar el estatuto de desterrado o refugiado político, en…

Personal

Comments

  1. Luis Rivera says

    julio 31, 2007 at 4:39 pm

    Querido Q, te leo y escucho atentamente, y me pregunto, ¿no se puede simnplemente absujarndo de todo, pedir que paren al mundo para apearse uno, en la siguiente estación. Cuando me preguntan que soy (ya se que confuendo el qué copn el quien) me niego a contestar salvo “Luis Rivera”. No acepto otro adjetivo que sea propietario de mi y por lo tanto que me defina. Así pues, me apeo.

    Responder
  2. JP Quiñonero says

    julio 31, 2007 at 5:17 pm

    Querido Luis,

    Bueno… yo resisto, a mi manera. Sin apearme ni estar totalmente montado en ningún tren. Aunque lo de los papeleos es algo pavoroso, para mi,

    Q.-

    Responder
  3. Jordi says

    agosto 1, 2007 at 7:14 pm

    Quinyo, Luis (Luis, Quinyo),

    Si creemos que no nos sentimos identificados por adjetivos que definan nuestra procedencia, es que realmente algo se esta haciendo muy mal con ellos. Deberia poderse aceptar con naturalidad que uno es espanyol, catalan, murciano o bilbilitano sin que ello suponga ningun tipo de sentimiento de tipo -ista. A mi no me supone ningun problema que se me defina como espanyol y catalan porque considero que eso es lo que soy y que no me obliga a sentir ningun otro tipo de sentimiento mas que el carinyo por mi tierra y la alegria que me produce cada vez que la piso. Pero no porque la sienta dentro de mi de forma irracional, sino por las experiencias carinyosas que he vivido en ella: las mas importantes de la vida para mi, las de ninyo.

    Claro que eso no quita que, despues del tiempo que llevo viviendo en EE.UU., y especialmente si acabo quedandome aqui, sienta que hay una parte de mi que se siente estadounidense, y que me sienta, de alguna forma, ligado sentimentalmente a esta tierra, igual que lo hago con Francia, tierra en la que por primera vez me senti independiente. Pero seguire diciendo que soy espanyol, mas concretamente catalan sin que ello me suponga ningun problema. Es un adjetivo que deberia ser tan valido como considerarse romantico, cabezota o zalamero. Pero claro, todos sabemos que no se usa con ese proposito solo, no?

    Eso si, todo esto no quita que lo de renovar documentos no sea un penyazo y que a veces uno no pueda evitar preguntarse para que queremos tantos…

    Responder
  4. Jordi says

    agosto 1, 2007 at 7:20 pm

    Addendum: en esto de los adjetivos patrios los estadounidenses son, una vez mas, de lo mas extremista y curioso: aparte de lo orgullosos que se siente por ser “american” es muy divertido ver como gente descendiente de aborigenes de otros paises se definen como si tambien fueran de ese pais, aunque solo lo hayan visitado cuando tienen vacaciones. He visto gente definirse como italianos sin tener ni idea de su lengua y habiendo nacido y pasado toda su vida aqui. Vamos, igual que si yo me definiera como gallego o andaluz solo porque mis padres son de alli.

    Responder
  5. JP Quiñonero says

    agosto 2, 2007 at 12:15 am

    Jordi,

    Supongo que no es fácil ni sensato generalizar.
    En mi caso, he vivido mucho más tiempo en París que en mi pueblo y en España. Sin embargo, sigo siendo un extranjero en París. Aunque conozco París mucho mejor que una gran mayoría de parisinos. Pero una película como Bienvenido Mr Marshall me habla de cosas muy profundas de mí mismo. Y no digamos Galdós, Azorín, Valle, Baroja o JBenet. En Madrid y en Barcelona, me siento en casa. Pero me basta con encontrar a un conocido lugareño, para advertir que también soy un extranjero: y no digamos nada en Murcia… claro que el mío es un caso más o menos extremo. El concepto alemán de heimat me inspira una envidia profunda: no tiene fácil traducción en castellano…

    Q.-

    Responder
  6. Jordi says

    agosto 2, 2007 at 4:56 am

    Quiño, nada más lejos de mi intención que generalizar. Nobody’s perfect… 😉

    Pero una película como Bienvenido Mr Marshall me habla de cosas muy profundas de mí mismo.

    A eso mismo me refiero. Esas raíces que van hacia los momentos claves de nuestra vida y que nos hacen vinculados a ese “ser español” sin necesidad de tener que defender al país y su situación irracionalmente… ni que nadie espere eso de “””nosotros”””

    No tengo ni idea de qué quiere decir heimat, pero yo definiría lo que quiero decir como una visión romántica de las raíces e influencias de uno.

    Responder
  7. JP Quiñonero says

    agosto 2, 2007 at 8:21 am

    Jordi,

    Los diccionarios suelen traducir “heimat” por “terruño”, “patria / país natal”, etc. A partir de ahí, Heidegger, culminando una milenaria tradición germánica, le da a la palabreja honduras vertiginosas,

    Q.-

    PS. Hacia el año mil, “español” era una palabra extranjera, usada en el sur oeste de Francia para nombrar a los moros, judíos, cristianos y demás ralea que vivía a este lado de los Pirineos.

    Responder
  8. Antonio says

    febrero 4, 2009 at 4:58 pm

    necesito una justificacion como que mi padre asido refugiado politico en paris desde 1939 a 1975. A donde puedo solicitarla

    Responder

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