Imprescindibles para sobrevivir
Se acaba de rescatar, por vez primera, desde su primera edición, en 1919, una obra mayor de José Martínez Ruiz, Azorín, sencillamente indispensable para la historia del periodismo y la prosa castellana, publicada originalmente en ABC, como crónicas políticas y literarias sobre la primera guerra mundial, el aislamiento secular de España y la emergencia de los EE.UU. como gran potencia mundial.
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Primeraysegunda edición de un libro mítico, 1919 y 2008.
En su edición magistral de París bombardeado (Biblioteca Nueva), Jorge Urrutia desmenuza con rigor ejemplar tales procesos, trabados en la prosa periodística y literaria de uno de los grandes maestros de la Generación del 98, que él mismo definió por vez primera, en una serie de artículos publicados en ABC el mes de febrero de 1913.
Azorín había ingresado en 1905 en ABC, donde publicó la primera crónica telegrafiada por un enviado especial español, con motivo de un viaje a París de Alfonso XII que culminó con un legendario atentado terrorista.
Trece años más tarde, Azorín volvió a París como enviado especial, de nuevo, para cubrir, entre mayo y junio de 1918, los ataques aéreos alemanes contra la capital francesa, hospedado en el hotel Majestic, que antes había sido Palacio de Castilla, la residencia oficial de la reina Isabel II, donde ella abdicó en su hijo y fue entrevistada por Galdós.
París bombardeado recoge parte de las crónicas periodísticas que dan título al libro, unos textos breves y capitales, escritos el mes de noviembre del mismo año, 1918, y un prólogo fechado el mes de marzo de 1919. “Pese a su brevedad, entiendo que este libro es un ejemplo extraordinario para comprender el concepto azoriniano de literatura”, subraya Jorge Urrutia, que reconstruye con precisión las distintas dimensiones de una obra imprescindible.
IMPRESCINDIBLE, IMPRESCINDIBLE, SI
Imprescindible para la historia del periodismo y las ideas políticas españolas. París bombardeado es con Entre España y Francia (1917) y Con bandera de Francia (1950) el fruto esencial de las reflexiones y crítica política de Azorín sobre el aislamiento decimonónico de España, ante la primera guerra mundial. Urrutia recuerda la modernidad radical de un periodismo cultural de la más honda importancia, utilizando la crónica periodística para ofrecer una radiografía del catastrófico aislamiento español.
Imprescindible para la historia de la cultura y evolución de la prosa castellana. “París bombardeado también es una obra mayor de Azorín -uno de los más grandes escritores de la lengua española de todos los tiempos- porque encierra en poquísimas páginas los presupuestos estéticos de toda una época de la literatura europea, la del postsimbolismo”, insiste Jorge Urrutia.
Me atrevería a subrayar otro aspecto menor, pero simbólicamente excepcional. Buena parte de esa obra se escribió en el hotel Majestic, que un puesto tan excepcional tiene en la geografía imaginaria de España (en el destierro) y Paris. Por ese antiguo edificio pasó buena parte del exilio español del XIX. En ese mismo hotel se cruzaron por primera y única vez Picasso, Proust y Joyce. Ocupado por la Gestapo (que torturaba en los sótanos donde Azorín se refugiaba de los bombardeos), fue liberado por milicianos de la CNT-FAI miembros de la 2ª Division Blindada del general Leclerc. Francia decidió vender en subasta pública ese histórico edificio, hace poco más de un año.
ACTOR EMBOSCADO
A través del espectáculo periodístico de París bombardeado, Azorín ilumina muchos otros horizontes de la realidad histórica de su tiempo: el aislamiento frenético de una España sonámbula, satisfecha de su insignificancia; la pavorosa realidad de los nuevos instrumentos de guerra; las nuevas formas de solidaridad de la población civil, sometida al terror nocturno de las nuevas armas de destrucción masiva; la emergencia de un nuevo periodismo que él encarna como nadie, testigo y actor emboscado, sirviéndose de la lengua, a través de la crónica periodística, para fraguar nuevas herramientas literarias que estaban modificando el rumbo de la prosa de su tiempo…
PalaciodeCastilla, Hôtel Majestic, primera sede de la Unesco, Centro de conferencias internacionales… vendido en pública subasta. 10 febrero 2007. Foto JPQ.
maty says
¿Es mucho pedir la reproducción de un(os) fragmento(s)? Reconozco públicamente mi vergüenza: que nunca he leído un libro de Azorín.
Lo demando porque estas noches estoy leyendo Mirall Trencat de Mercè Rodoreda. No termina de convencerme su prosa, tan sencilla, aunque he de reconocer que cada capítulo está muy bien trabajado. Ana Mª Matute también recurre a una prosa sencilla, pero disfrutaba leyendo cada frase (en Olvidado Rey Gudú), tal es la diferencia. Durante su lectura comparo con la tuya, más elaborada y exigente para el lector, pero con la que suelo disfrutar, releyendo los párrafos cuando es necesario. De ahí, al comparar, confirmo una y otra vez la maestría de la pluma de Don Juan Pedro Quiñonero.
JP Quiñonero says
Maty,
Intentaré pdfear una página y subir a través de Scribd, que esta mañana está un poco bloqueado… a estas horas hay ¡más de 10.000 documentos esperando..!!!
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Mirall trencat es un libro una miqueta complicado. Mucho más luminoso, creo, es Quanta, quanta guerra… que está dividido en pequeños capítulos y, para colmo, ¡acaba bien..!!!
…
Gratitudes incontables por el resto, anda, anda…
Q.-
MMarie says
Descubrimiento obligado y visita… cuando posible me sea, Mr Q.
JP Quiñonero says
Mme Marie,
Si algún día pasa por París… ¡no dude en hacerme un “guiño”..!!.. un <em>outsider</em> como yo terminará como… guía turístico, o algo así.
Q.-
josé julio perlado says
Juan Pedro: Te felicito por el nuevo Año y por tu excelente evocación del libro de Azorín, aquel hombre del pequeño ojo azul.
Abrazos madrileños desde MI SIGLO.
JJP
JP Quiñonero says
José Julio,
Ayayayay… la historia por escribir de los corresponsales en París…
Q.-