St.Sulpice, 13 septiembre 2009.
Newton cuenta que -no pudiendo pagar personalmente el caché de las mejores modelos- utilizaba las sesiones de foto publicitaria, pagadas por las más afamadas marcas, para fotografiar escenas que, en ocasiones (Hotel Villa d’Este, Lipp, etc.), lo pusieron en situaciones embarazosas.
Mucho más modesto, hélas, he improvisado en algunos mercadillos de ropa usada femenina.
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Mis respetos, Señoras.
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St.Sulpice, 13 septiembre 2009.
- Horst, Avedon, Newton, Bourdin y mi fotógrafo.
- Newton y los desnudos de mi fotógrafo.
- Dark Lady.
- Fotografía y París en este Infierno.
..y los míos.
Y los míos!
Albert,
Aprovecho que San Juan y su Cántico pasan por mi visión de la fotografía…
Cuando el poema habla de la luz del alba que todo lo viste… esos versos tienen el aliento de Evangelio de Juan («y el verbo…»). El combate de la luz contra las tinieblas del mundo y la historia se me antoja una de matrices fundamentales de la fotografía. No es un azar, me digo, que Newton -precisamente él- pensara que su foto del siglo XX es la de un fotógrafo americano que asiste a la liberación de los campos de concentración nazis.
Q.-
Sus fotos me hicieron pensar no a Helmut Newton, pero a señor Isaac Newton y sus manzanas que se apresuraron a caer. 🙂 ¿ Donde se ubican las cabezas de las mujeres ?
Saint Sulpice fue uno de los muchos barrios parisinos en dónde vivió Josep Pla. De todos ellos, en Saint Sulpice fue dónde se encontró mas a gusto. Ahora entiendo el porqué …
Juanpedro, que estás un poquito de viejo verde, tan ñoño
Elvira, Robert, Josep…
Elvira,
Nobody’s perfect.
Robert,
Ni idea.
Josep,
Si… al Marqués de Sade, Baudelaire, Azorín, Baroja, Pla, Borges, César González Ruano, Miguel Pérez Ferrero, mi CJC, le encantaba St.Sulpice. A mí también,
Q.-
!!!!!!! Mr Q.!!!!!!…
Mme Marie,
¿¿????… no me diga que… y yo que esperaba su santa absolución de señora moderna, madre del Señor,
Q.-
Quiño, cada vez que veo una de esas fotos furtivas tuyas a señoras temo por tu integridad físíca (que no psíquica), de verdad. A ver si un día te vas a encontrar con una que no esté para fotos tomadas al vuelo y te sacude. ¡Cuídate!
Las fotos muy buenas, eso sí.
A partir de tu reflexión sobre la fotografía, Q.-, y de la bella exégesis de Albert sobre el silencio y la palabra, releo el comienzo del Génesis y del evangelio de Juan y veo que Luz y Verbo aparecen juntos, indisociables. Dios crea cielo y tierra pero son soledad, caos y tinieblas hasta que Dios «DIJO» «Haya LUZ,y hubo LUZ». Lo creado adquiere sentido con la palabra y la luz. Y en Juan, el verbo es vida y la vida es luz, siempre en lucha con las tinieblas, la misma lucha que la Palabra contra las palabras. Le honra a Newton haber elegido esa foto, de una luz cegadora, terrible.
Mme Marie, no le riña, que es una forma de luchar contra las tinieblas. Además, ya ve que hay para todos los gustos. ¿ñoño? Es curioso, yo lo veo sensual. Estaré envejeciendo.
Carmen
Yo también temo un bolsazo a nuestro fotógrafo, uno de estos días, o lo que es peor, un acompañante malhumorado aunque en esto, los franceses son de una Civilización envidiable y no suelen tener gran sentido de la propiedad. Pero el susodicho puede no ser francés.
Carmen
Teresa, Carmen…
Teresa,
Hago de todo, mujer. Intentaré alguna forma de sensatez.
Carmen,
Uauuuuuuuuuuuu… en verdad, la exégeis viene de muy lejos: de una lejana historia donde hablaba por vez primera de la lucha de la luz contra las tinieblas, refiriéndome al trabajo de Néstor Almendros como fotógrafo en algunas grandísimas películas… a Néstor le gustó mucho esa visión mía [Néstor Almendros, Castro, los ayatolás, homosexuales y transexucales]. Y, desde entonces, he trabajado mucho esa historia. En verdad, me gustaría publicar un año de estos la historia de mi Dark Lady, que es la historia de un fotógrafo y su modelo más íntima, justamente… todo eso se confunde en ese libro por venir, indisociable de todas mis fotos, desde hace años, claro.
Q.-
JPQ
sí, sí, la luz en juego con las obscuridades acechantes, igual que un cuadro de Veermer…
el espacio
los rebotes de luz, los rincones…
donde hay luz no hay obsucuridad. La obscuridad no puede -necesariamente- existir donde hay luz, y la luz, siempre -necesariamente- es la misma luz, reflejada, rebotada. Sólo hay una luz. Y es el espacio -necesariamente y no de otra manera- quien permite que la luz ocupe, rellene, ilumine todos sus rincones, y que ésta acaricie de forma difernte todos los objetos, todas las formas, que una vez iluminadas, como al alba, se difuminan en el espacio sin forma.
Veermer ya «fotografiaba», una foto es un juego de luz, espacio, y forma.
Carmen,
merci,
Albert,
Si… la luz también es indisociable de la materia espiritual de la que hablaban los alejandrinos y los primeros filósofos «españoles», hacia el siglo X, por Murcia y Almería… De la construcción de un hogar.
Q.-