Una temporada en el infierno

Juan Pedro Quiñonero

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Descartes, asesinado

febrero 2, 2010 JP Quiñonero 30 Comments

Siniestra historia, la del asesinato / envenenamiento de Descartes.

[ .. ]

¿COMPLOT POLÍTICO…?

Cuatrocientos cuarenta años más tarde, la misteriosa muerte de René Descartes (La Haye, Touraine, hoy Descartes, 1596 – Estocolmo, 1650), uno de los padres fundadores del racionalismo moderno, filósofo, matemático y científico, puede percibirse como un crimen político, con fondo de grandes convulsiones intelectuales.

Nuevas investigaciones universitarias abundan en la tesis del asesinato: Descartes  pudo morir asesinado, envenenado, víctima de ¿un crimen solitario? ¿o de un complot político?

LA ERUDICIÓN Y EL CRIMEN

La tesis no es totalmente nueva. En 1980, por vez primera, un especialista alemán, Eike Pies, aportó las primeras revelaciones, que llegaban a esta primera conclusión: Descartes pudo morir por envenenamiento con arsénico.

Treinta años después, otro profesor, filósofo y gran especialista en Sócrates, Platón, el pensamiento estoico y la historia de la filosofía, Theodor Ebert (Theodor Ebert en la Deutsche National Bibliothek) aporta información de nuevo cuño en un ensayo universitario que suscita cierta expectación en los medios filosóficos europeos, Der rätselhafte Tod des René Descartes (La enigmática muerte de René Descartes).

TAN PELIGROSO COMO GALILEO

Ebert ha recurrido a los métodos policiales tradicionales, apoyándose en la historia de las ideas. La trama estrictamente policial, criminal, conduce siempre al drama político e intelectual de inmenso calado.

Hacia 1649, Descartes estaba en el punto álgido de su fama continental, su gloria intelectual y su enfrentamiento con el integrismo religioso, que consideraba sus teorías matemáticas y científicas como harto sospechosas de herejía, apenas menos peligrosas que las de Galileo. Ese año, la Reina Cristina de Suecia invitó a Descartes a su corte, como amigo y preceptor.

HOSTIA CON ARSÉNICO

Descartes aceptó la invitación y se instaló, en Estocolmo, en la residencia personal del embajador de Francia, donde también residía un capellán muy conservador, François Viogué. Descartes solía confesarse y comulgar con cierta regularidad, antes de dirigirse a palacio, donde debía trabajar con la Reina, todos los días, a las 5 de la mañana.

Descartes sentía cierto horror por los matinales horarios de la Reina de Suecia. Pero, con frecuencia, solía comulgar un poco antes. La tesis del profesor Ebert es que Descartes fue envenenado por el capellán Viogué, que lo habría dado una hostia bañada en un producto similar al arsénico.

CRIMEN POLÍTICO Y FANATISMO

Viogué fue un capellán ultra conservador, temeroso de la “nefasta influencia” que el filósofo y científico podía ejercer en la Reina de Suecia. A juicio de Ebert, Viogué compartía hacia Descartes el mismo odio intelectual que muchos otros integristas religiosos de su tiempo: el racionalismo y las tesis del filósofo chocaban con la teología oficial de la época.

Ebert, profesor de filosofía en la Universidad de Erlangen, es autor de varios ensayos de referencia sobre Sócrates, Platon y los movimientos estoicos y pitagóricos. Su ensayo sobre Descartes, víctima de un posible asesinato por envenenamiento, deja en suspenso las razones últimas del crimen de Vigoué, un capellán presto al crimen político, no sabemos si como fanático individual, o trabajando para una banda más o menos organizada. [ABC, 1 febrero 2010, Descartes fue asesinado].

  • Filosofía, Pensamiento y Personajes en este Infierno.

Descartes da una lección de geometría a Cristina de Suecia. Detalle obra de Louis Michel Dumesnil.

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Filosofía, Pensamiento, Personajes

Comments

  1. maty says

    febrero 2, 2010 at 5:31 pm

    Y Colón era macedonio!

    Pues eso ¿qué pruebas científicas aporta? Siendo «de letras», NINGUNA, me temo.

    Responder
  2. arrebatos says

    febrero 2, 2010 at 6:19 pm

    Me permito hacerle una pequeña, insignificante, corrección. No son cuatrocientos cuarenta sino trescientos sesenta los años que hace desde la muerte de Descartes.
    Respecto a la nota, tan solo decir que sería revelador, pero en absoluto sorprendente: estamos hablando de la eterna lucha del terror de la superstición contra la luz de la razón. Todavía hoy dura.

    Responder
  3. JP Quiñonero says

    febrero 2, 2010 at 6:52 pm

    Maty, Arrebatos…

    Maty,

    .. // ..

    Arrebatos,

    Oído cocina…

    Q.-

    Responder
  4. Gatopardo says

    febrero 2, 2010 at 8:04 pm

    Maty:

    Cuánto daño te debieron hacer las Letras.

    Responder
  5. maty says

    febrero 2, 2010 at 8:19 pm

    Ninguno. Sacaba similares notas que en ciencias.

    Como algunas veces he contado, mi afición es la Historia. Como anécdota te cuento que antes de los catorce años ya me había leído una enciclopedia de Historia Universal de 6 tomos gordos. También la Biblia. Eso sí, a los 13 se me atragantó El Quijote (desde luego no era la edad apropiada).

    Y soy socio de la Biblioteca Pública de Tarragona (antiguamente conocida como Casa de la Cultura) desde los 14 años. Cientos de libros, y muy poquitos CDs, ningún DVD.

    En la hora del patio, cuando 3º de BUP, aprovechaba para ir a dicha biblio para tomar prestados/devolver libros de Filosofía de San Agustín y Santo Tomás de Aquino principalmente.

    Ya puestos, una vez llegué a hacer tablas al ajedrez con el campeón juvenil de Tarragona, que era compañero de clase, además de amigo y buen tipo 😛

    Responder
  6. Gatopardo says

    febrero 2, 2010 at 8:26 pm

    A eso me refería.

    Responder
  7. Survival says

    febrero 2, 2010 at 8:37 pm

    Igual que el mal beber. ¡Qué mal le sientan las letras a algunos/as!

    Responder
  8. maty says

    febrero 2, 2010 at 10:08 pm

    Gatopardo, para que veas que «los de ciencias» también nos atrevemos con temas «de letras».

    Tecnología Obsoleta De lo “moderno” a lo “posmoderno”, continuando el debate 25.08.06

    Por cierto, Alejandro Polanco Masa es geógrafo/geólogo pero, ante todo, ama la Cultura.

    A propósito de Descartes, recuerdo que leí su Discurso del método en el bar de l’Artesà (C.A.T Tradicionàrius). Con un vaso de leche, lo que lo hacía todo más estrambótico, dada la hora tardía.

    Responder
  9. Gatopardo says

    febrero 2, 2010 at 10:31 pm

    Lo dijo Montaigne, que era de letras:

    «¿Para qué sirve la ciencia a quien carece de inteligencia?» ¡Pluguiera a Dios que para bien de la justicia nuestros jueces se hallasen tan bien provistos de entendimiento y conciencia como lo están todavía de ciencia! Non vitae, sed scholae discimus. En conclusión, no basta hilvanar el saber al alma, precisa incorporarlo, hacerlo penetrar en el espíritu; no hasta regarla, es preciso impregnarla; y si no transforma y mejora nuestro imperfecto estado, vale mucho, muchísimo más, que permanezcamos tranquilos; de lo contrario es el saber arma dañosa que ofende y molesta a quien lo posee por ir a parar a inhábiles manos que de él no saben hacer uso: ut fuerit melius non didicisse.

    Quizás sea ésta la razón de que así nosotros como la teología no nos mostremos exigentes en lo que toca a que las mujeres sean de espíritu cultivado. Francisco I, duque de Bretaña, hijo de Juan V, que casó con Isabel, nacida en Escocia, como le dijeran antes del matrimonio que su prometida había sido educada en medio de la mayor sencillez, y que carecía de toda suerte de instrucción literaria, respondió: «Prefiero que toda la ciencia en la mujer consista en saber distinguir la camisa de los calzones de su marido.» (O los culos de las témporas, por lo que hace al caso)

    Responder
  10. Carmen says

    febrero 2, 2010 at 10:44 pm

    Me parece mucho más verosímil morir de pulmonía en Suecia, saliendo de casa a las 5 de la mañana que morir envenenado de esa manera… A no ser que se desentierre el cadáver de Descartes o se descubra una confesión escrita del rocambolesco Viogué. Pero, de todas formas, Q.-, esta entrada es muy interesante. Parece que el mundo académico se literaturiza, o se desmelena, yo qué sé.
    Carmen

    Responder
  11. maty says

    febrero 2, 2010 at 10:50 pm

    El año pasado saqué prestado Los Ensayos, pero pudieron conmigo, pues no tenía la suficiente concentración para una lectura nocturna. Será que me voy haciendo mayor.

    Tengo tantas lecturas imprescindibles pendientes!!! Como para perder el tiempo con las novedades, digo.

    Responder
  12. JP Quiñonero says

    febrero 3, 2010 at 7:21 am

    Carmen,

    Hace muchos años que mucha gente, universitarios de muy distinta sensibilidad y formación, ha trabajado este asunto.

    –Descartes, fallecimiento.
    –Descartes, Tod.
    –Theodor Ebert y su obra en la Deutsche National Bibliotehek.
    –Humanistischer pressedients, Der rätselhafte Tod des René Descartes.
    –Der Spiegel, Hostie für die Hölle.
    –Corriere della Sera, «Cartesio ucciso da un’ostia all’arsenico».
    –Books, Descartes a-t-il été assassiné ?.

    Q.-

    Responder
  13. hema says

    febrero 3, 2010 at 1:58 pm

    Las pruebas científicas de hechos del pasado siempre son «relativas». Lo importante de esta tesis del asesinato, desde mi punto de vista, es que es verosímil en una sociedad (en una cultura en general) dominada por la religiosidad a-científica que perseguía la crítica racional. No es de extrañar que los principales científicos (y Descartes lo era) de la época tuvieran que andarse con ojo ante posibles peligros de fundamentalistas. Además me parece de mal científico acusar de falta de pruebas al autor de la tesis del asesinato de Descartes sin leer el libro, esto es acusar también sin pruebas. Por otro lado, desde mi lectura de Descartes la propia existencia de Dios, muchas veces, no concuerda con la línea racional del método cartesiano, con lo que yo considero que ciertos elementos «religiosos» de la teoría cartesiana no son más que una réplica filosófica del «y sin embargo se mueve» de Galileo.
    Un saludo a todos los amantes de la Filosofía.

    Responder
  14. JP Quiñonero says

    febrero 3, 2010 at 3:01 pm

    Hema,

    Suena bien todo eso que dices, sin que mi opinión sea forzosamente científica, claro,

    Q.-

    Responder
  15. maty says

    febrero 3, 2010 at 4:23 pm

    Pues eso ¿qué pruebas científicas aporta? Siendo “de letras”, NINGUNA, me temo.

    Yo planteaba una pregunta, que sólo los lectores del libro pueden contestar… SILENCIO.

    Pruebas científicas como el análisis de tejidos (bueno, de los huesos). Sin tejidos, no parece viable detectar veneno alguno, me temo.

    Así que, en todo caso, tendría que ser documentación, algo que me sorprendería por la época.

    Por tanto, para mí, sin haberlo leído, no tiene validez a priori.

    Cuando era adolescente, era más propenso a creer en conspiraciones y sucesos «extraños», pero el tiempo me ha transformado en incrédulo, fiándome sólo de los datos, de las pruebas.

    Responder
  16. JP Quiñonero says

    febrero 3, 2010 at 5:34 pm

    Maty,

    Hay media docena de universidades que también saben algo de algunas cosas:

    Hace muchos años que mucha gente, universitarios de muy distinta sensibilidad y formación, ha trabajado este asunto.

    -Descartes, fallecimiento.
    -Descartes, Tod.
    -Theodor Ebert y su obra en la Deutsche National Bibliotehek.
    -Humanistischer pressedients, Der rätselhafte Tod des René Descartes.
    -Der Spiegel, Hostie für die Hölle.
    -Corriere della Sera, «Cartesio ucciso da un’ostia all’arsenico».
    -Books, Descartes a-t-il été assassiné ?.

    Los enlaces están un poco más arriba.

    Q.-

    Responder
  17. maty says

    febrero 3, 2010 at 5:38 pm

    Ya, pero no dices qué pruebas/documentación aporta dicho libro.

    En fin, dejémoslo.

    Responder
  18. JP Quiñonero says

    febrero 3, 2010 at 5:41 pm

    Maty,

    Solo tienes que leer algunos de los numerosos links, están escritos por universitarios, profesores universitarios, especialistas, sin olvidar los periódicos de referencia que también saben algo, ni los redactores de los capítulos Descates de wikipedia, en francés y alemán, que también saben algo de algo, antes de dar patadas, denigrando sin haber leido ni una sola línea al respecto,

    Q.-

    Responder
  19. maty says

    febrero 3, 2010 at 5:57 pm

    «antes de dar patadas, denigrando sin haber leido ni una sola línea al respecto»

    Ay, insisto: me refiero al libro de la anotación, el cual se supone que has leído.

    Actualmente se pone en duda si la causa de su muerte fue la neumonía. En 1980, el historiador y médico alemán Eike Pies halló en la Universidad de Leiden una carta secreta del médico de la corte que atendió a Descartes, el holandés Johan Van Wullen, en la que describía al detalle su agonía. Curiosamente, los síntomas presentados —náuseas, vómitos, escalofríos— no eran propios de una neumonía. Tras consultar a varios patólogos, Pies concluyó en su libro El homicidio de Descartes, documentos, indicios, pruebas, que la muerte se debía a envenenamiento por arsénico. La carta secreta fue enviada a un antepasado del escritor, el holandés Willem Pies…

    Esos síntomas seguro que corresponden a multitud de enfermedades, digo. Habrá que consultar al Dr. House 😛

    Insisto: ¿qué evidencias aporta el libro susodicho? Si lo has leído, no debieras tener muchos problemas en enumerarlas, digo.

    Por mí, como si lo hubiese dicho Aristóteles o Platón. Evidencias, querido, que ya tuvimos un Renacimiento en el cual se puso en cuestión la sabiduría heredada, basada sólo en la autoría y su credibilidad.

    Responder
  20. JP Quiñonero says

    febrero 3, 2010 at 5:59 pm

    Maty,

    ME CANSAS PROFUNDAMENTE, MUY PROFUNDAMENTE, QUIERO DECIR,

    Q.-

    Responder
  21. maty says

    febrero 3, 2010 at 6:04 pm

    Porque quieres, porque en un comentario anterior: «En fin, dejémoslo.»

    Eres tú quien se ha empeñado en continuar, y encima me denigras públicamente, sin saber si sé o no sobre el tema en cuestión. He reproducido lo dicho en la Wikipedia, que es todo lo que sé. Con eso, no es suficiente para afirmar nada, a lo más, un mal diagnóstico pasado. De ahí a un envenenamiento a un trecho muy largo. No digo que no se hubiese producido, pero tampoco puede afirmarse categóricamente.

    Repito: dejémoslo correr.

    Responder
  22. Enrique says

    febrero 3, 2010 at 6:28 pm

    Maty eres una plasta, ya te lo ha dicho Juanpedro, no seas broncas lo que deberías hacer es ver más Telecinco. dicho y hecho.

    Responder
  23. Jordi says

    febrero 3, 2010 at 10:36 pm

    Maty, con todo carinyo una vez mas, digo yo que igual acompanyar la curiosidad de la pregunta con una respuesta como haces al decir:

    Pues eso ¿qué pruebas científicas aporta? Siendo “de letras”, NINGUNA, me temo.

    no ayuda a que la gente a la que le preguntas se muestre muy abierta a explicar nada. Si tuvieras curiosidad genuina, el comentario despues de la pregunta sobra, por ser un prejuicio innecesario. Das a entender que va a ser muy dificil que te convenzan de que se muestra prueba alguna, asi que, para que esforzarse?

    Quinyo, alegria, que ya es hump day!

    Responder
  24. Carmen says

    febrero 3, 2010 at 10:59 pm

    Bueno, para relajar los ánimos os diré que a mí lo que me hubiera gustado es ser Cristina de Suecia e invitar como preceptores a mi corte a Q.-, Gatopardo y Maty, entre otros. Alojados en palacio, naturalmente, lejos de fríos y arsénico. A las cinco de la mañana las broncas serían monumentales y o bien entrábamos en calor o llamábamos a Viogué para que nos diera la comunión.
    Y que Descartes me perdone por tomarme su muerte con aparente ligereza, pero ya sabéis que el humor es la cortesía de la desesperación.
    Carmen

    Responder
  25. maty says

    febrero 3, 2010 at 11:22 pm

    A mí se me convence con datos fiables, sobre los cuales yo pueda elucubrar por mí mismo y entonces verificar si comparto la misma hipótesis de trabajo.

    Jordi, dejémoslo correr.

    Responder
  26. maty says

    febrero 3, 2010 at 11:44 pm

    Bueno, procuraré evitar caer en lo «de letras», porque algunos se sienten ofendidos, al entenderlo como un ataque personal.

    No era mi intención, así que pido perdón a todos los ofendidos.

    Responder
  27. Carmen says

    febrero 4, 2010 at 8:09 am

    Maty,
    lo de letras es que suena francamente extraño en una persona inteligente como tú. Lo mismo cuando siendo como eres, estoy segura, una persona encantadora, es decir, una buena persona, olvidas tu sentido del humor, que lo tienes y bueno. Pero en fn, yo tampoco soy perfecta e incluso a veces muy pesada e insoportable. Lo siento también por Q.- que entra en estas lides y, claro, se cansa. Con todo el trabajo que tiene, encima con estas discusiones bizantinas, o más bien suecas.
    Carmen

    Responder
  28. JP Quiñonero says

    febrero 4, 2010 at 8:13 am

    Carmen,

    Anda, anda… no se donde meterme, ayayay…

    Q.-

    Responder
  29. Gatopardo says

    febrero 4, 2010 at 3:58 pm

    Carmen:

    Si te parece, seré yo en calidad de gata callejera quien sea tu anfitriona en Roma, cuando abdiques.

    Maty:
    Mi mejor amigo tiene el síndrome de Asperger. Así es que imagínate si estoy entrenada…

    No pasa nada, y si pasa, se le saluda.

    Responder
  30. Carmen says

    febrero 4, 2010 at 10:46 pm

    Gatopardo,
    se agradece mucho tu hospitalidad romana, pero me resistiré a dimitir como gato panza arriba. Me propongo convertir Suecia a ver si en lugar de novelas policiacas les da por escribir catecismos.

    Responder

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