A qué negarlo: mucha emoción en la entrega del premio. El vídeo APM / ABC.
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Leí este pequeño texto:
Quizá lo más sencillo sea lo más importante: decir mi agradecimiento muy profundo…
-Agradecimiento a Esperanza Aguirre, que nos recibe en su casa.
-Agradecimiento a Fernando González Urbaneja, presidente de la Asociación de la Prensa. Y, a través de Fernando, agradecimiento a los colegas que con tanta generosidad decidieron darme algo único y muy precioso, que tanto les agradezco con un abrazo muy fuerte.
-Agradecimiento, tras descubrir el vídeo que he descubierto al mismo tiempo que vosotros, a Manuel Martín Ferrand y Marisa Ciriza…
Martín Ferrand ya era un maestro de periodistas cuando yo llegué a Prado del Rey como intrépido reporter Tribulete. Con Marisa tuve la suerte de coincidir en el viejo INFORMACIONES. Y la reencuentro hoy tan generosa como entonces.
Dicho esto, me atreveré a decir que yo no veo el periodismo como una carrera, sino como un oficio… oficio que comienza aprendiéndose a través del ejemplo de los maestros del oficio.
En mi caso, tuve la suerte de tener muchos y grandes maestros, que fueron mis directores y amigos. Quiero recordarlos a todos… Manuel Blanco Tobío, Miguel Ángel Gozalo, Jesús de la Serna, Juan Luis Cebrián, Pablo Corbalán, Rafael Conte, Baltasar Porcel, Miguel Ángel Aguilar, Eugenio Fontán, Fernando Ónega, Manuel Martín Ferrand, Luis María Ansón, Francisco Giménez Alemán, Ignacio Camacho, José Antonio Zarzalejos, Ángel Expósito…
Al llegar al director de ABC, quizá deba detenerme. Alfonso Rodríguez Santamaría, que da nombre el premio que la Asociación me concede, fue subdirector de ABC y presidente de esta misma Asociación.
Hay más cosas. He pasado en ABC más tiempo que en mi pueblo natal. Y he hablado con los colegas del periódico muchas más horas que con mis hermanos. No podría citar a todos los colegas de ABC. Quiero abrazarlos a todos recordando a Don Guillermo, Guillemo Luca de Tena, que en algún lugar nos estará mirando. Y, junto a don Guillermo, Catalina, Cata, Catalina Luca de Tena, al frente del timón. Entre mis incontables redactores jefes, todavía están ahí, dando órdenes y guerra, Ramón Pérez Maura, Miguel Salvatierra, Borja Bergareche y Sebastián Basco.
El periodismo es un oficio que no se acaba nunca, como el París de Hemingway, al que yo huí creyendo que huía de esta profesión que es la mía y vosotros me ayudáis a comprender mejor. Vuestra presencia y este premio son, para mí, una invitación a trabajar más y mejor, mañana.
Gracias Mil. Un abrazo fuerte.
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- Personal y Periodismo en este Infierno.
El vídeo ha quedado muy bien. Es evidente que Martín Ferran te aprecia muchísimo como profesional, y de los de esta bitácora coindimos con él.
Tienes una voz amable, de las que transmiten confianza. Ahora entiendo tu facilidad de fotografiar a desconocidas: al oir tu voz rememoran sentimientos infantiles/juveniles de cuando abrazaban a su oso de peluche 😉
Q: Enhorabuena.
Coincido con Maty en lo de la amabilidad de la voz.
Lo de las desconocidas y el oso de peluche… Ese es otro cantar. No sé, a mí la gracieta de Maty me ha hecho recordar unos versos del poeta mallorquín José Carlos Llop, en los que habla de la cincuentena en los hombres, esa edad en la que
Vaya panorama: oso de peluche o elegía escrita en el horizonte. Para lo que va a quedar uno, ya en esos años fugaces de la antesala, con los cincuenta a la vuelta de la esquina.
Puede que Espanya no sea nunca una buena madre común para vivir en libertad, pero del dueño de este Infierno en la RED sí que podemos decir de él, que es un ecuánime y DIGNO anfitrión… nuestro.
Desde Viladecans…felicidades.
Comparto tu alegria; una vez más te doy mi sincera enhorabuena. Ahora conozco tu voz y tu rostro a dia de hoy. ¡Me alegro mucho!. Junto a uno de mis maestros,-JCR-, te pondré como ejemplo de totanero a imitar.
Y como luego dicen: «de raza le viene al galgo»…
Desde tu Totana natal te mando abrazos de arcilla, soplos de azahar, sonidos de habaneras, saludos de amigo.
Q.-,
me alegro mucho. Bien dice Maty sobre la voz, pero, genial tu sentido del humor.
Enrique,
vaya, cómo están los ánimos… No sé lo que pensarán las «chicas», pero las mujeres no opinan igual que las que nombra Llop; ahora bien, si el interesado sólo ve a las lolitas pues… ni para oso de peluche, ni para elegía sirve uno, ya es bien sabido. Courage, que puedes estar en lo mejor de la vida!
J. Moreno,
no te empeñes, que madre no hay más que una: España, por supuesto.
Carmen
¡Carmen!: ¿Con Portugal, Andorra y Gibraltar?
Debes de ser Carmen la Espanya. Ya sabes la de la fábrica de tabacos de Sevilla y no la de Mérimée.
J. Moreno,
¿cómo lo has adivinado? Somos tres en una, efectivamente. Y sin olvidar Ceuta y Melilla y, por supuesto, todo lo que nos robaron los imperios decadentes que llegaron después del nuestro.
Si no nos reimos, estamos perdidos.
Carmen: Aún quedan mujeres de buen gusto.¡Qué alivio!
Maty, Enrique MF, J.Moreno, Vicente, Carmen…
Maty,
Hombre… vaya usted a saber. Con el pie en el estribo, tengo la cabeza vacía del oso de peluche que no sabe si alguien lo meteré en su maleta o se quedará tirado en la habiración del hotel. Graciasssssssssssss
Enrique MF,
Curioso que cites a Llop… me lo encontré en los otros días en plena calle, besando a una señora… cuando vuelva a París publicaré esa foto exclusiva…
J.Moreno,
Anda, anda… «genio y figura…» más bien.
Vicente,
Graciasssssssssssssssssssssss… recuerdos…
Carmen,
¡Y eso que cortan mis «chistes» que yo considero más ocurrentes… !… toomuch ácidos para el gusto de la jerarquía… se agradece, oye.
Q.-
Q.-,
lo cual demuestra el poder corrosivo del humor. ¡Cuánto siento los cortes!
Una pequeña precisión: tienes voz de profesor erudito pero amable, seguramente de ahí lo del oso de Maty.
Enrique,
yo creo que quedan algunas,sí. Seguramente más de las que piensas. Pero quizás no ocurra igual con los hombres, más vulnerables al entorno o a las leyes biológicas, qué sé yo.
Carmen
Carmen,
Ayayay… en verdad, NO hay ninguna voluntad corrosiva por mi parte; bien al contrario, se trata de un recuerdo íntimo de un amigo muerto, Feliciano, Feliciano Fidalgo, que fue mi hermano, mi padre, mi … mi todo.
“Quiño, convéncete… nosotros pudimos ser toreros, atracadores, terroristas, monjes trapenses… pero esto del periodismo nos permite vivir nuestra vida… ¡y además nos pagan…!!!”
Tantos años después, la frase sigue siendo exacta. E impublicable, inaudible. Y refleja lo que pensábamos Feliciano y yo. En verdad, apenas he cambiado de opinión. Entrar en el detalle, sería larguísimo. Y sospecho que inútil.
De toda esta historia, lo que no cuento es mi tristeza profunda por la deriva de la profesión, hacia ninguna parte. Nadie se atreve a denunciar lo esencial. Entre las nuevas generaciones, entre los nuevos colegas, se considera “maestros” a unos personajes que Feliciano, yo, y muchos otros colegas, consideramos unos perfectos canallas… que están ahí, pudriéndolo todo, ganando millones…
… miro mi propio rostro en el espejo íntimo, y me entristezco un poco… de ahí esta “puntualización”, que no es tal. Es más bien una confesión, un poquito amarga, me temo,
Q.-
Q.-,
Feliciano tenía razón. ¿Frase inaudible, impublicable? Para los lerdos y paniaguados. La primera parte de la frase es de una sabiduría profunda: todos podemos ser todo y nada, lo uno y lo otro, que nadie se crea más que el vecino. La segunda parte de la frase, quizás es lo que llaman vocación. Pero no te quiero cansar más, aunque los detalles sí que importan. Decía un amigo, la mejor de las personas: «Yo también soy Dutroux», él no tuvo la suerte de encontrar la segunda parte de la reflexión de Feliciano, como tantos de nosotros. Así que si tú la has llevado a la práctica, puedes estar contento.
En cuanto a la deriva de tu profesión, ocurre lo mismo con otras. Estamos en una balsa y algunos creen que es un crucero.
Los perfectos canallas nos gobiernan en todos los ámbitos. Habrá que dejar que lleguen los primeros, a la nada, que es mejor ser el último, en esta carrera absurda.
Anímate pensando en lo feliz que sería Feliciano por este premio tuyo. Y nada más.
Un abrazo
Carmen
Carmen,
Qué generosa y sabia eres…
Te agradezco un montonazo esas palabras, que explican por lo menudo esa realidad de la frase de Feliciano.
Me animo ¡leyéndote…!!!
Gracias.
Un abrazo, si,
Q.-
Muchísimas felicidades, Sr. Quiñonero. Ya sabía yo hace mucho que lo de los premios no hacía más que empezar 🙂
Carla,
Anda, anda… quítame las barbas del Sr. ese… con Quiño voy que me mato.
Q.-
PS. Si yo te contara…
Felicidades!!!!!!
Albert,
Graciasssssssssssssss
Q.-