Enamorados, perspectiva sur de la BNF, 26 abril 2009. Foto JPQ.
Parisina en la Bibliothèque nationale de France.
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NUEVOS SOPORTES DE LA PALABRA
La Bibliothèque nationale de France (BNF) ha comenzado a echar los cimientos de la nueva biblioteca del siglo XXI, archivando ficheros informáticos de texto, fotografía, vídeo, correo informático, incluso colecciones de twitts y textos intercambiados desde teléfonos móviles.
Varios escritores han comenzado a donar a la BNF sus textos preservados en ficheros informáticos. Otros alternan la donación de textos en papel tradicional, completada con la donación de discos duros con sus archivos personales. Autores como Michel Butor, Erik Orsenna, Hélène Cixous, Dominique Fernandez participan en las experiencias en curso.
EL MISTERIO DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS
Otros autores, como Pierre Guyotat, van mucho más lejos. Cada quince días, el escritor recibe a un experto informático de la BNF que copia en un disco duro institucional el contenido de los archivos del escritor, incluyendo sus @ / correos, una selección de los mensajes enviados desde su móvil, y, por supuesto, la totalidad de sus escritos íntimos.
Consciente que la revolución informática en curso afecta de manera radical a la escritura y el archivo de textos, libros, documentos y correspondencias, la BNF ha puesto en marcha un ambicioso programa de “oferta” de “servicios” de archivo, destinados a escritores y artistas. Bruno Racine, el director de la BNF, comenta: “Estamos reflexionando la mejor manera de integrar las nuevas tecnologías en el trabajo tradicional de una biblioteca. El departamento de manuscritos y la dirección de informática están imaginando un proyecto que pronto será realidad. Se trata de integrar las nuevas tecnologías y el trabajo de los escritores”.
TECNOLOGÍAS INCOMPATIBLES
Algunos escritores, por ejemplo, han comenzado a archivar personalmente sus correspondencias íntimas, amorosas. Pero las guardan celosamente en sus archivos personales. Sin atreverse a dar el paso final: ofrecer a una biblioteca pública unos intercambios “postales”, vía @ / correo informático, de un “realismo” y “crudeza” que pudieran “chocar”, ofreciendo una desnuda visión de sus relaciones amorosas o sentimentales.
Hay otro tipo de problemas, ligados a la evolución de las tecnologías. En la costa Este de los EE. UU., por ejemplo, el escritor John Updike donó a la Universidad de Harvard, en 2010, una colección completa de sus archivos informáticos, planteándose un primer problema de la más simple lectura: el escritor estuvo trabajando durante muchos años con disketes que ya no se usan y plantean complicados problemas de compatibilidad. Algo semejante ocurrió cuando Salman Rushdie donó cuatro ordenadores portátiles, un disco externo y antiguo Palm Treo.
TWITTLITERATURA
Otros escritores están recorriendo el camino inverso. Bernard Pivot, el gran crítico literario, también es un activo twittero, autor de media docena de twitts diarios, que publicada muy de mañana, antes del desayuno. Antes de donar sus twitts a la BNF, Pivot acaba de publicar un libro “tradicional”, con gran éxito, Les Tweets sont des chats, que ya conocen, en cierta medida, los 120.000 seguidores de su cuenta Twitter.
A juicio de Pivot, el tweet es una escuela ejemplar, para escritores y periodistas: “La concisión, escribir muy corto, dar informaciones en 140 caracteres, debiera ser un ejercicio obligado en todas las escuelas de periodismo. Por otra parte, el tweet nos recuerda la modernidad radical de los proverbios y refranes. La gran sabiduría popular funcionaba de boca en boca. Pero muchos de los grandes refranes universales pueden contarse en 140 caracteres”. La twittliteratura nació hace siglos, con los poemillas del refranero.
- París, su Biblioteca Nacional y el amor.
- Bibliothèque nationale de France… trabajos nocturnos.
- Bruma sobre el puente de Bercy, una tarde de sábado.
- París, siglo XXI. La BNF.
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ABC,25mayo 2013. Foto JPQ.
- Fotografía y París en este Infierno.
En una entrevista publicada ayer, Umberto Eco reflexionaba que podía consultar un manuscrito de 1.000 años, pero no estaba seguro que dentro de 1.000 años alguien podrá consultor un USB actual.
Josep,
Qué decir… no recurrir a las nuevas tecnologías es peligrosos. Confiar demasiado en ellas, también. ¿Qué hacer? En mi caso, duplicar todos los papeles materiales y virtuales, todas las imágenes, también. E intentar sobrevivir, mal que bien, claro,
Q.-
Hace unos año ya leí en el New Yorker un articulo sobre este tema, y como la civilización y tecnología a pesar de sus avances , tiene un talón de alquiles que es su fragilidad. Algo muy similar a lo que decía Eco, pero era uno de esos largos artículos con los que nos deleita el NYorker.
saludos
Txema,
Efectivamente. El New Yorker es un modelo de finura, elegancia, sabiduría y crítica. Ayer recuperé mis cinco cajas con dos o trescientas portadas recortadas, desde hace siglos. Un pequeño tesoro. Para colmo, leer el NY crea una suerte de lazos invisibles entre una cofradía de lectores.
Avanti..!!
Q.-