Madrid, Fundación March, 11 enero 1983. Foto ¿? “¿Qué es el hispanismo?”.
Poeta, ensayista, dramaturgo, editor… víctima del canibalismo kultural, si.
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Su hija Alicia lo ha recordado así:
“Tenía una personalidad que lo hizo sufrir mucho. Era un hombre de sensibilidad enorme que no manifestaba más que en sus poemas. Un hombre brillante que no trató de brillar. Y un ser atormentado. Mi padre fue generoso, valiente, y vivió en permanente exilio interior, tanto en España como en América” (Jacobo Israel Garzón, Judíos ignorados en la España del siglo XX, 2015).
José Luis Molina le ha consagrado un ensayo indispensable, Y ahora se me ocurre escribir sobre Germán Bleiberg (Diego Marín, Librero editor, 2016), reconstruyendo minuciosamente una biografía mal conocida, esclareciendo su puesto en una problemática Generación poética de 1936, echando los jalones básicos para comprender sus aportaciones propias a la historia de nuestras culturas.
José Luis Molina comienza por recordar las reservas de Germán Bleiberg (Madrid, 1915 – 1990) hacia su propia generación poética, la de Miguel Hernández, Luis Rosales, Juan Gil-Albert, Leopoldo Panero y Juan Panero, Luis Felipe Vivanco, José María Fonollosa, Ildefonso-Manuel Gil, José Antonio Muñoz Rojas, José María Luelmo, Pedro Pérez Clotet, Rafael Duyos, Celso Amieva, Gabriel Celaya, Arturo Serrano Plaja, José Herrera Petere, Blas de Otero… Reservas -las de Bleiberg- quizá justificadas, que pudieran comprenderse y debieran matizarse. De esa misma generación pudieran formar parte (¿?) ensayistas, narradores y dramaturgos como María Zambrano, Carmen Laforet, Dionisio Ridruejo, Laín Entralgo, Cela, Delibes, Enrique Azcoaga, José Antonio Maravall, Aranguren, Serrano Poncela, Blecua, Jorge Campos, Antonio Sánchez Barbudo, Ramón Faraldo, Antonio Rodríguez Moñino, José Ferrater Mora, Ricardo Gullón, Antonio Buero Vallejo y Alfonso Sastre.
Cito al voleo aleatorio de mi memoria nombres y personalidades víctimas, en muchos casos, del mismo proceso de aculturación y canibalismo kultural que ha enterrado a Germán Bleiberg en una tumba de ostracismo y olvido. Para mejor subrayar la importancia del trabajo de José Luis Molina, que ya publicó, en su día, una antología de referencia: Cuando un poeta ausente regresa (Vitruvio, 2015).
En definitiva, José Luis Molina restaura los jalones biográficos indispensables -víctimas de numerosas imprecisiones e ignorancias-, recuerda las relaciones esenciales de la obra de Bleiberg con la de otros maestros de su misma generación -Luis Rosales, Miguel Hernández, los Panero-, rotura las tierras vírgenes de otras facetas muy ricas y desconocidas de una obra por descubrir: Bleiberg fue un grandísimo editor (En el centenario de Germán Bleiberg, crítico, poeta y editor en Tamesis Books), trabó lazos esenciales entre varias generaciones de hispanistas…
¿Cómo olvidar que el ostracismo y olvido que pesa sobre Bleiberg -el mismo que pesa sobre demasiados poetas, narradores, ensayistas, dramaturgos, vivos y muertos- ilumina la losa tumbal que se cierne sobre nuestras culturas?
Desertización de la industria editorial española.
Cultura y cáncer, en Hamelín y Caína.
De como la industria editorial incrementa la incultura → Libros, marketing, incultura (creciente) → Basura y poesía se venden mejor a punta de pistola → La Incultura propagada por los medios de Incomunicación de masas → Los negocios de la incultura y el sectarismo. Cultura y cáncer.
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