Rue Férou, 14 enero 2020. Foto JPQ.
La Ley y el Orden moral más estrictos serán finalmente respetados.
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La pareja formada por Arthur Rimbaud (1854 – 1891) y Paul Verlaine (1844 – 1896), la pareja homosexual más legendaria de la historia de la poesía de nuestra civilización, no entrará en el Panteón de hombres ilustres de Francia, donde reposan los restos mortales de Voltaire, Rousseau y Víctor Hugo, entre otros.
Tras varios años de bizantinas “negociaciones” y “cambalaches” entre los más selecto de la intelectualidad parisina, un centenar de intelectuales de prestigio, encabezados por cuatro ministros de Cultura, Jack Lang (socialista), Roselyne Bachelot (conservadora), Françoise Nyssen y Franck Riester (independientes) lanzaron la idea de hacer entrar en el Panteón nacional a la pareja que formaron Rimbaud y Verlaine, en las fuentes bautismales de la poesía moderna, junto a Baudelaire.
Entre los firmantes de la petición figuraban personalidades como Jean-Luc Barré (escritor y editor) Michel Braudeau (escritor), Frédéric Martel (universitario) Angelo Rinaldi (escritor, académico), Olivier Py (director del Festival de Avignon) o Edmund White. La petición insistía en un punto central: quizá había llegado el momento de “consagrar” e instalar en el Panteón de los hombres ilustres de Francia a dos poetas, inmensos, cuya ausencia solo “dañaba” el ecumenismo presumido al más dorado de los cementerios nacionales.
Siendo Francia un Estado altamente centralizado, donde el presidente de la República tiene poderes excepcionales, únicos entre las democracias occidentales, solo Emmanuel Macron podía “dictar sentencia” y aceptar o rechazar el ingreso en el Panteón de la legendaria pareja de poetas y amantes homosexuales.
Por razones de estricta educación y conveniencia diplomática, Macron deseó consultar a los herederos últimos de la familia de Rimbaud, que comenzaron por rechazar la petición de ingreso en el Panteón, deseando que los restos mortales del poeta sigan reposando en la tumba familiar, en la localidad de Charleville-Mézières (47.000 habitantes), en el departamento de las Ardennes, en el Norte de Francia, en la frontera con los países del Benelux.
Los lejanos descendientes de Rimbaud comenzaron por rechazar la homosexualidad presumida de las relaciones del poeta con Paul Verlaine, estimando que había sido una “aventura juvenil”. Y, a continuación, pidieron “solemnemente” que Rimbaud no fuese enterrado, junto a Verlaine, en el Panteón de hombres ilustres de Francia.
Emmanuel Macron se tomó varias semanas de diplomática reflexión, con el fin de no incomodar a ninguna de las partes. Para terminar haciendo público un comunicado diciendo “aceptar” y “respetar” la decisión familiar: los restos mortales de Rimbaud no serán trasladados de la modesta tumba familiar al Panteón nacional.
La sentencia jupiterina del jefe del Estado no tiene apelación posible. La legendaria pareja escandalosa permanecerá separada, siempre. Los restos mortales de Verlaine reposan en el cementerio parisino de Batignoles, al norte de la capital, en una tumba de circunstancias, no siempre cuidada con el esmero debido al puesto del poeta en la historia de la literatura nacional. Los restos mortales de Rimbaud seguirán reposando en el cementerio de Charleville-Mézières, su ciudad natal, de la que huyó en busca de otros mundos donde sentirse más libre. En vano. ABC, Rimbaud y Verlaine no serán enterrados en el Panteón de hombres ilustres de Francia.
Rimbaud y Verlaine entrarán juntos en el Panteón … La rentrée del coronavirus.
El asesino siempre vuelve al lugar del crimen.
Alguien tuvo la excelente idea de pintar un poema, Le Bateau ivre, en los muros de un antiguo seminario, dependencia actual del ministerio de finanzas, que Rimbaud leyó por vez primera en voz alta en el primer piso de un cafetucho de la calle donde andando el tiempo se instalaría Céleste Albaret, tras la muerte de su patrón, Marcel Proust, cuya fotografía última fue tomada por Man Ray, que más tarde vivió a dos pasos del lugar, como Josep Pla.
Mi CJC / La locura de Lázaro contrajo matrimonio en la iglesia barroca tan próxima al lugar: Metamorfosis de Saint-Sulpice, la iglesia de Sade, Baudelaire y mi CJC.
París, cuando cae la nieve… vista por Rimbaud.
Rimbaud… SOS financiero.
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Un Rimbaud inédito.
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Rimbaud y nosotros (¿quién..?).
LsS (1). Educados en el odio y la música sucia.
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La novia y el Bateau ivre… homenaje a Brassaï.
Man Ray vuelve a su domicilio, recordando su foto de Marcel Proust.
Jose says
Los poetas malditos trágicos deben ser expulsados de la Republica y no deben ser enterrados en ningún Panteon son los destructores junto con los músicos de la ciudad estado. Son videntes que ven en su estro lo inefable que pocos o casi nadie ve. Que vieron en la segunda mitad del XIX Rimbaud y Verlaine y un poco lo atisbo Baudelaire que aún pudo vivir parte de su arte suerte que no tuvieron los amigos con un arte que iba más allá de ellos mismos y de la ciudad. Yo soy otro y debo cambiar de vida aquí no se puede vivir fábricas cárceles manicomios bancos papeles cadenas por todos lados huyamos África Asia América Oceanía espera a los que huyen de París. Los poetas actuales ni malditos ni trágicos no tienen donde ir solo el bazar los espera en los grandes almacenes. Macron no sufras por los muertos ni por los muertos vivientes. Pudieron con el Estado pero no con el Mercado. Todo en todas partes. No hay Panteon para el nuevo arte mercantilizado. Macron no hay peligro con la nueva poesía. Sólo queda la música de los estertores de los moribundos.
JP Quiñonero says
Jose,
Bueno… todo eso está muy bien, claro.
Queda la triste realidad … una pareja homosexual sigue planteando «problemas» para entrar en el Panteón de hombres ilustres… una miqueta triste, ay. Es lo que hay…
Q.-
Fina says
Me pregunto si les importará a ellos dónde los entierren…¡se amaron! Eso es lo que cuenta.
Ya de vuelta en el AVE, contemplando la blancura del paisaje…
Vivir para ver!!!
JP Quiñonero says
Fina,
Claro, claro.
A ver, viajar, descubrir, qué bien…
Palanteeee..
Q.-