Rue du Faubourg-Saint-Antoine, 26 febrero 2022. Foto JPQ.
Temas evidentemente “infernales”, claro está:
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París en color, parisina tomando café … Homenaje a Hopper
Una temporada en el infierno
Juan Pedro Quiñonero
Rue du Faubourg-Saint-Antoine, 26 febrero 2022. Foto JPQ.
Temas evidentemente “infernales”, claro está:
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Quiño,
En estos tiempos tan convulsos, son de agradecer todavía más tus imágenes de “París en color” con bellas y elegantes protagonistas disfrutando de un entorno pacífico, armonioso, esperanzador…
Encantado, Fina,
… esta mañana me tocaba ir de compras … con lo cual, me tomé un “respiro”, efectivamente, encantado de la vida, oye,
Q.-
La autómata está esperando algo alguien o sigue el mismo ritual de muchos días . De la habitación al bar al coche a la gasolinera a la oficina. Es una foto o un cuadro. Sea lo que sea puede que se intente fotografiar pintar la soledad en la ciudad donde la densidad de población alcanza cifras escandalosas . Desde finales del diecinueve a principios del veintiuno la espera en la soledad urbana solo lleva a la depresión la ansiedad en miedos cotidianos urbanos. Elegante atractiva bien vestida con gafas oscuras capaz de seducir a los machos del Olimpo pero sola en el esperar o en el regodeo de su soledad. Nunca lo sabremos. Pero la ciudad se llena de solitarios en medio de las multitudes y solitarios en sus cuevas donde viven y trabajan. Hopper sabe lo que pintar y Quiño lo que fotografiar los dos con sensibilidad y arte en tiempos infernales.
Josep, hombre…
No creo que esté sola una mujer como esta…percibo una cierta sonrisa en su bello perfil…¡Cuántos misterios y cosas que nunca sabremos!
Quiero imaginar que se siente amada y valorada…
Que su pareja consigue, aunque sea por unos instantes, hacerla sentir preciosa, como la Reina del mambo, la predilecta, la favorita…ya no digo que la única…😀 hay que ser realistas…
José,
Uauuuuuuu …
Graciassssssssss
…
En realidad, mi “mecánica” es muy simple:
-Vagabundeo callejero…
-Allí donde veo algo que me llama la atención, me aproximo…
-Miro donde está la luz…
-Veo que pinta tiene el personaje o la situación…
-A partir de ahí, me aproximo a cinco o seis metros de distancia…
-Y “disparo” contando con el OK expreso o implícito del personaje: es imposible fotografiar a alguien a esa distancia, sin contar con su OK … las más de las veces, hago un gesto con la mano y la persona responde o no responde… es raro que alguien se “resista”… en ese caso, sigo mi camino…
-Suelo hacer tres o cuatro disparos, con distinta luz y algún ángulo distinto… al final, la cosa sale, o no sale, claro…
Q.-