
Placa de recuerdo a Tolstói en la parisina Rue de Rivoli, 24 marzo 2022. Foto JPQ.
Tolstói, uno de los dos novelistas rusos más importantes de todos los tiempos, hizo la guerra en el Cáucaso / Chechenia y es recordado en Kiev con inmenso respeto. Entre ambas etapas, pasó por Suiza y París, donde es recordado por quienes saben y son capaces de recordar.
[ .. ]
Su legendaria descripción de la batalla de Borodinó / río Moscova nos ayuda a comprender la campaña imperial de Vladimir Putin en Ucrania.
En Borodinó, la Grande Armée imperial de Napoleón se enfrentaba al ejército ruso del príncipe / general Mijaíl Kutúzov, que defendía su patria de un ejército invasor.
Putin no es Napoleón. El ejército imperial de Putin no es la Grande Armée. Pero basta con «cambiar» los franceses y rusos de la novela, y Guerra y Paz (1865-1869) ilumina con precisión la tragedia de nuestro tiempo:
«La fuerza moral del ejército [francés] que atacaba se había agotado. Los [rusos] no obtuvieron en Borodino la victoria que se definía por unos harapos clavados en palos elevados en el espacio, que se llaman banderas, pero obtuvieron una victoria moral: la victoria que convence al enemigo de la superioridad moral de su adversario y de su propia debilidad. La invasión [francesa], cual bestia rabiosa que ha recibido en su huida su herida mortal, se sentía vencida, pero no podía detenerse, de la misma manera que el ejército, dos veces más débil, tampoco podía ceder. Después del choque, el ejército [francés] todavía podría arrastrarse hasta [Moscú] pero allí, por un nuevo del esfuerzo del ejército [ruso], había de morir desangrado por la herida mortal recibida en Borodino…».
Ucrania está lejos de ganar la guerra en curso. Y Putin pudiera triunfar, en parte, incluso si pierde (¿?).
En 1956, cuando los tanques rusos entraban en Budapest para imponer su paz marcial, el director de una agencia de prensa húngara envió este mensaje al mundo: «Nosotros morimos por Hungría y por Europa». «Nosotros combatimos por la libertad de Ucrania y la libertad de Europa» dicen hoy los ucranianos. Su ejemplo comienza por ser una seña de identidad y un triunfo moral.
Ucrania, la guerra … el lenguaje de Putin y su quinta columna analizado por George Orwell y Godard.
Ucrania, la guerra … Joseph Conrad, ucraniano de nacimiento, El corazón de las tinieblas.
Ucrania, la guerra … Gerda Taro, “gallega” y ucraniana honoris causa.
Ucrania, la guerra … Josep Roth, testigo esencial.
Ucrania … ¿Dónde estabas el día que comenzó la invasión? Testimonio de Agustí Calvet, Gaziel.
Ucrania, la guerra … contada por Shakespeare, Goya, Steve McCurry.
Ucrania, la Torre Eiffel, Paul Klee, Walter Benjamin, Gershom Scholem, y el Ángel de la historia.
Ucrania, Europa, Jena, Napoleón, Hitler, Putin, Aron y el espíritu de la historia.
Quiño,
No sabía que Tolstói residió en París…
Ignoro tantas cosas…
Gracias por tu colorida imagen que da prueba de ello.
Fina,
La aristocracia rusa de otros tiempos era bastante francófila… en familia y entre amigos era bastante frecuente el intercambiar frases en francés… quedaba chic (¿?) a juzgar por las novelas de Tolstói …
Q.-
Pensé que fuera ayer -o antesdeayer- cuando nos conocimos; sin embargo, ya es el pasado, no creía que tanto. Acabo de comprobarlo en tu repaso. Y ahora, nos llega Ucrania, la mártir que habremos de llamarla, con su terrible Holodomor, que arranca a más ¡de 3 millones!, y apenas, afuera, se conoce, con sus líderes -que tuvo, de opereta, plenos de un ego que infatua y deteriora, no ve más lejos que él-: Skoropadsky, el ostentoso hetmán; Simon Petliura; Stepan Bandera y sus banderovichi… Esas ciudades que se extienden sobre una tierra que desde el río Dniester llega hasta el río Don: Kiev, la madre de las rusias, allá en el siglo XI; Járkov, vecina a la Rusia actual; Odessa, prodigio del urbanismo decinomónico, a orillas del Mar Negro; la increíble Lwow, de la Galitzia, crisol de razas y culturas, también denominada con la bella definición de Leópolis -y en los terribles tiempos de la ocupación nazista, creo que Littmanstadt-. Rodeando esa tierra, la figura de Putin, se supone Imperator, salvaguarda del mundo, verdadero Mesías de la obra y la trova… ¿!Qué le vamos a hacer, estimado?! Que ahí no cabe Dark Lady, ni admiten a Miró y a Proust -¿qué nos dirán desde el trasmundo?-. Puede que el gran Juan Benet con su precisa ingeniería de oficio y de vocablos pudiera definirlo, a modo de novela de antihéroes, fuera ya para siempre del siglo diecinueve.
Ricardo,
Recuerdo muy a menudo a Juan …
La guerra, efectivamente, también está muy presente en su obra, qué te voy a contar …
Herrumbrosas lanzas es una obra tan mayor … no olvido el resto, claro … De Volverás a Región a sus incursiones ensayísticas …
Honradamente, creo que su obra es un aldabonazo muy mayor. Sin «sucesores» … en su caso, el rigor estético tenía muchas dimensiones, pasando por sus intereses íntimos, de la música al arte de la guerra, claro…
Q.-
Don Ricardo Lanza,
Siempre que lo leo quedo fascinada por sus saberes…
A veces me pregunto qué pinto yo entre tantos eruditos, pero aún sabiendo que no estoy a la altura de esta cofradía, me siento muy bien acompañada y a gusto en este enriquecedor INFIERNO.
Buenas noches a todos/as.