Ramón Gómez de la Serna (1915), Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires. Retrato de Diego Rivera
Valery Larbaud escribía el 29 de mayo de 1921 a Adrienne Monnier, vecina y colega de Sylvia Beach, en la parisina Rue de l’Odéon:
[ .. ]
“… je classerais les écrivains modernes ainsi: 1º James Joyce; 2º Ramón Gómez de la Serna; 3º Marcel Proust…”.
Valery Larbaud repitió ese juicio en otras ocasiones, en La Revue européenne y el Teatro del Vieux-Colombier: “Los tres escritores europeos más grandes de este siglo son Joyce, Proust y Ramón Gómez de la Serna”.
Vuelvo a recordar esas citas tras el rosario de artículos, desde hace meses, glosando lo ocurrido en 1922, el año de la publicación del Ulises y The Waste Land.
Artículos que, con frecuencia, me han recordado el olvido patético de las fuentes bautismales de la poesía y la novela contemporáneas, a primeros del siglo XX.
Joyce y Eliot tienen un puesto esencial, cómo olvidarlo. Sin embargo, la poesía y la novela contemporáneas tienen otros pilares fundacionales, pasablemente olvidados, con lamentable frecuencia. Sobre todo en España, víctima y mártir del canon publicitario de cada temporada.
Die Verwandlung e In der Strafkolonie de Kafka se publicaron en 1915 y 1919.
Ernst Jünger publicó In Stahlgewittern en 1920.
Tras la publicación de Petesburgo (1917), escrito entre 1910 y 1913, Nabokov pensaba que su autor, Andreï Biély, era el escritor más importante de su siglo.
Ramón Gómez de la Serna publicó El libro mudo en 1911 y El incongruente en 1922. Borges y Cortazar hablaban de Ramón en los mismos términos que Valery Larbaud.
Diario de un poeta recién casado, Piedra y cielo y Poesía de Juan Ramón Jimenez se publicaron en 1916, 1919 y 1917-23. Octavio Paz pensaba que Juan Ramón era el autor del poema más importante del siglo XX escrito en lengua española.
Vicente Huidobro comenzó a escribir Altazor en 1919.
Tirano banderas, iniciando la serie del Ruedo Ibérico, de Valle Inclán, es de 1926…
Esas obras, entre otras, claro está, también son pilares del canon clásico contemporáneo, español, europeo y americano… 1922, Joyce y Eliot, tienen un puesto eminente en esa historia; pero solo cobran su sentido pleno y relativo en el marco de las literaturas comparadas, entre otros autores de envergadura semejante, de imprescindible recuerdo.
¿Y Proust? Ah …
Creo haber sido el primero si no el único en leer la Recherche como un Tratado de amor:
Proust y el amor… Aves enlazadas en la catedral del tiempo.
Proust y el amor… Don Juan, seducido por una furcia, en el Faubourg-Saint-Honoré.
José says
Quienes son los grandes autores y sus obras de nuestros año veinte del XXI. Me pregunto si serán como en el XX algunos españoles que cierran la literatura del siglo de oro y también las últimas colonias españolas con guerras que aún podían dar algo de literatura en español como Imán de Sender. Serán anglos como el Ulises de Joyce irlandés católico jesuítico o TS Eliot con su Tierra baldía ensangrentada por la primera guerra mundial poeta crítico literario banquero del global imperio inglés americano australiano canadiense…Continuarán siendo judíos franceses alemanes austriacos rusos…emigrantes globales desde siempre viajeros empedernidos como los jesuitas esparcidos por el planeta Tierra con sus Universidades unos y con sus bancos
produciendo parte del siglo XXI. Puede que la literatura se salve aunque sea por un momento por las obras que nos pueden llegar de esta humanidad fuera de nuestra historia occidental fuera de nuestro ombligo cultural.
Quizá estos prevalezcan para escribir sobre no se sabe qué. Nuestros años veinte no son felices son años secos propios de un erial que no fecunda con el agua que cae. Su literatura no puede hablar ni de conquistas ni de metrópolis imperiales ni de enfermos ociosos ni de místicas esquizofrénicas. Los personajes son descuartizados por los especialistas convirtiéndolos en piezas positivas imposibles de ser personajes literarios.
JP Quiñonero says
José,
Hace un siglo era un poco más «fácil» comprender o intentar comprender … hoy, la literatura genuina está amenazada por las «multitudes lectoricidas» (Ramón dixit). Historia y crítica literaria está amenazadas por las riadas de libros publicados y promocionados con millares de interesadas razones comerciales …
Las industrias de la incultura y las multitudes lectoricidas son una amenaza para la cultura, la literatura, el libro …
Dicho eso, confío en el trabajo solitario, callado e invisible, con frecuencia, de los escritores genuinos, estén o no estén, visibles o invisibles…
Q.-
Fina says
Quiño y Josep,
Siento no estar a vuestra altura para hacer comentarios sobre cuestiones literarias, pero me encanta leeros y aprender…
Gracias y buenas noches.
JP Quiñonero says
Fina,
Estás en tu casa …
Q.-
Fina says
Quiño,
Muchísimas gracias!!!!
Consigues que me sienta cómoda y apreciada a pesar de mis limitaciones.
Eres el perfecto anfitrión. 😀
JP Quiñonero says
Fina,
Leer libro está al alcance de cualquiera…
La generosidad, por el contrario, es un Don … que tanto bien hace, sí, como tú bien demuestras, oye, si,
Q.-
Ricardo Lanza says
Sigo pensando en el repóquer de ases de las letras del siglo XX (novela), compuesto para mí por Faulkner, Joyce, Kafka, Músil y Proust (en orden alfabético por no levantar suspicacias de preferencias personales). En España formaría un cuarteto: Benet, Cela, Gómez de la Serna y Valle (mi elección, claro). Tampoco ninguneo -y menos desprecio- a esos «fabricantes de novelas», como los denominaba Robert Músil, personificando el dicho en Thomas Mann (quien luego fuera uno de sus protectores); hablemos de Blasco Ibáñez, de Ruiz Zafón, de Papini, de Somerset Maugham y de un largo etcétera de literatos que vivieron muy bien gracias a sus obras. Seremos generosos y hasta podemos incluir a (referencia española únicamente) El Caballero Audaz, Álvaro Retana, Rafael Pérez y Pérez, José María Gironella o Alejandro Núñez Alonso, millonarios en pesetas y puede que convencidos de su arte, de lo injusto de no ser alabados por los críticos y por los doctos lectores. ¿Serían felices? De ser así, bien que les haya valido. Porque de eso se trata en la existencia.
JP Quiñonero says
Ricardo,
Bueno …
… en realidad, no quería «establecer» un canon del siglo XX.
Solo deseaba / deseo insistir en las fuentes bautismales de la poesía y la novela del siglo XX… para salir al paso de los apresurados comentarios sobre el puesto de Joyce y Eliot, evidentemente capitales, Entre Otros de la Misma Envergadura, que recuerdo …
…
A partir de ahí, Faulkner es evidentemente capital, como Céline, pero llegaron años más tarde. Cela… bueno, no deja de ser un hijo o nieto de Valle Inclán, de otras proporciones, claro: las Sonatas o el Ruedo ibérico son cosas colosales… Juan Benet o Mercè Rodoreda son muy grandes, pero llegan mucho más tarde …
Q.-
Ricardo Lanza says
Estoy con Valle, le siento cabeza de nuestro siglo veinte literario, junto a otros pocos casi ex-aequo de su puesto. Vuelvo a repetir el dicho manido de que si hubiera sido francés… ¿adónde habría llegado su consideración en el mundo de las letras?
Faulkner (también) llega más tarde al incorporarse a ese repóquer que he nombrado. Están Celine, Broch, Pessoa, Kavafis, Seferis, Juan Ramón, Eliot y… unos cuantos más, no demasiados, permite su número recrearse en ellos y saber quienes son. Mis saludos de agosto, estimado, que aún este mes continúa friendo el rostro y no le acerca el frío.
JP Quiñonero says
Ricardo,
Amén.
Si … los desvaríos en curso ocultan de alguna manera a muchos de los grandes y más grandes tras las tormentas de basura tóxica a que toda hora todo lo ensucian con su ignorancia …
… recuerdo a los personajes de Fahrenheit 451 … las multitudes lectoricidas (Ramón dixit) realizan en cierta medida el trabajo infernal que en el libro y la peli es cosa de los policías del Estado totalitario…
Ayayay …
Q.-
Ricardo Lanza says
No sé a cual de esos grupos más desprecio; al menos, los totalitarios parecían convencidos, tenían la coherencia del asesino en serie; lo que sucede es que su grado de peligro era mayor: promulgaban y propugnaban la muerte de las letras, querían entenderlo y obligarlo a modo de Holocausto singular; y lo peor de aquella ley tan monstruosa y ominosa era que muchos se hacen colaboracionistas, venden las vidas de los ánimos por muy poco. ¿Y del lectoricida? No sabe si es que mata o es que espanta. Crece su número, se va haciendo enseguida multitud, forma sunami criminal y no lo sabe, asegura luchar así contra la elite, afirma que el saber es burguesía, fascio de fascios, estimado. ¿Qué hacemos, pues, nosotros?
Fina says
Don Ricardo Lanza,
Sé que nunca llegaré a su altura, lo asumo y no me importa.
Me hace feliz compartir mi tiempo con seres doctos a los que admiro por sus saberes. Adoro este INFIERNO.
JP Quiñonero says
Ricardo,
Amén.
..
¿Qué hacer…? Seguir escribiendo.
Contra viento y marea … soy un creyente convencido en la perennidad del Logos, el Verbo, la Palabra.
Suena un poco presuntuoso, claro.
Cada cual a su aire, intentando trabajar sus palabras, escribir un poco mejor, laborar la tierra del Verbo con modestia, sencillez y fe.
El resto … que los zurzan …
Q.-
El lejano says
Yo no entiendo muy bien esa «carrera» a lo Nuevo en la literatura del siglo XX. ¿Alguien la hace en los siglos XVI, XVII, XVIII o XIX? ¿O en los clásicos greco-latinos?
Lo único importante de un autor es la calidad de su obra. El hecho de haber sido o no influenciado por alguien que por ello sería más importante que él, es secundario por no decir irrelevante y sólo debería interesar a los muy aburridos estudiosos de la literatura. El monólogo interior fue «inventado» por Edouard Dujardin en «Les lauriers sont coupés» (1887). ¿Sería por ello un autor más importante que Joyce?
La importancia del Tiempo a la hora de juzgar el Arte es una «manía» absurda del siglo XX que dura aún.
Todo el mundo dice que «Diario de un poeta recién casado» de JRJ es un libro fundamental en la historia de la poesía española. A mí me parece que ante todo es un poemario en el que el 90 % de los versos son lamentables. La última vez que lo releí, hace unos años, me dieron ganas de hacer un panfleto contra JRJ, que es un gran poeta en el 0,1 % de sus poemas, un poeta del montón en el 50 % de ellos, y un poeta ridículo en el 49,99 % por ciento restante. Desde entonces tengo una colección impresionante de versos cursis de JRJ, escritos en todas las épocas de su vida, que leídos anónimamente harían reír a todo buen lector de poesía.
Todo ello para decir que no porque ese libro haya influenciado a excelentes poetas es un poemario genial. Al lado de Rubén Darío o de A.Machado, para mí JRJ es un poeta enano. Es mucho mejor prosista – «Platero y yo» es una obra maestra – y aforista que poeta en verso (y mejor escritor de cartas también – estoy leyendo en este momento el vol. 2 de su Correspondencia y me divierto mucho con su mala leche legendaria).
El lejano says
Otro tanto se podría decir de Ramón G. de la S., que se anticipó en todo, que fue el más moderno de los modernos, pero de cuya obra sólo va a sobrevivir una buena (y breve) antología de sus greguerías y otra de sus retratos literarios. El resto es obra inacabada, escrita a vuela pluma, sin releerse, improvisada, llena de defectos e imperfecciones que la invalidan.
Leo también en este momento (soy incapaz de leer un solo libro, siempre tengo dos docenas comenzados) su «Total de greguerías» (1.468 páginas) y me está costando mucho avanzar (y eso que soy un gran lector de aforismos), dada la mediocridad del 90 % de las más o menos 10.000 greguerías que ese libro contiene.
¿De qué le ha servido a Ramón haber sido tan «moderno» si ha dejado una obra a medio construir, sin corregir, sin «pulir» y en la que la mediocridad no ha sido eliminada?
Para mí uno de los escritores más importantes del siglo XX y que se seguirá leyendo dentro de varios siglos es Pessoa. Tan inteligente, profundo y lúcido fue que no se preocupó de publicar sus escritos. A él, las modas y las carreras a la originalidad le importaban un bledo. Como las historias de reputación o el dinero. Lo único que le importaba era la calidad de su Obra.
JP Quiñonero says
Lejano,
…
Octavio Paz decía que Espacio, el poema de JRJ, es el poema más importante escrito en español en el siglo XX.
Sobre Ramón…
Cortazar: «Estar influido por Ramón es mucho más que la influencia en sí, abre una inmensa pantalla porosa por la que se mete una gran poesía, una aprehensión lúdica del mundo» [ .. ] «Cuando se ha vivido en la intimidad de un agitador semejante, nada de lo que se escriba podrá situarse al margen de esa gran ventana sobre la libertad mental.»
Lezama: «…alba idiomática…».
Neruda: » … tinta bautismal».
Borges: «¿Qué signo puede recoger en su abreviatura el sentido de la tarea de Ramón? Yo pondría sobre ella el signo Alef, que en la matemática nueva es el señalador del infinito guarismo que abarca [todos] los demás».
…
A título personal, Insisto: no he intentado hacer un «catálogo» de genialidades. Solo recordar las fuentes bautismales de la poesía y novela de nuestra civilización, hacia 1922, más o menos. Antes y después hubo grandes y grandísimos escritores muchísimos, claro.
Q.-
El lejano says
Para mí O.Paz, que es un intelectual importante pero un poeta mediocre, se confunde totalmente pensando que «Espacio» «es el poema más importante escrito en español en el siglo XX.» Y ello por dos razones: primero porque hay muchos poemas de César Vallejo (para mí el mejor poeta en español del siglo XX), de Neruda, de V.Aleixandre, de Lorca, de A.Machado, de Borges, de J.Guillén, etc, etc, mucho mejores que «Espacio».
Y segundo porque «Espacio» no es un poema, es prosa y a veces muy prosaica, por no decir delirante (típica de la última época de la vida de JRJ, en la que rozó la locura más de una vez). Dos ejemplos:
«Porque el Destino es natural, y artificial el ánjel, la ánjela. Esta inquietud tan fiel que reina en mí, que no es del corazón, ni del pulmón, ¿de dónde es? Ritmo vejetativo es (lo dijo Achúcarro primero y luego Marañón) mi tercer ritmo, más cercano, Goethe, Claudel, al de la poesía, que los vuestros.»
«Arroz de Buda; Barrabás de Cristo; yegua de San Pablo; Longino de Zenobia de Palmyra; Carlyle de Keats; Uva de Anacreonte; George Sand de Efebos; Goethe de Schiller (según dice el libro de la mujer suiza); Omnibus de Curie; Charles Morice de Gauguin… Cualquier forma es la forma que el Destino, forma de muerte o vida, forma de toma y deja, deja, toma; y es inútil huirla ni buscarla. No era aquel auto disparado que rozó mi sien en el camino de Miami, pórtico herreriano de baratura horrible, igual que un sólido huracán; ni aquella hélice de avión que sorbió mi ser completo y me dejó ciego, sordo, mudo en Barajas, Madrid, aquella madrugada sin Paquita Pechere; ni el doctor Amory con su inyección en Coral Gables, Alhambra Circle, y luego con colapso al hospital; ni el papelito sucio, cuadradillo añil, de la denuncia a lápiz contra mí, Madrid en guerra, el buzón de aquel blancote de anarquista, que me quiso juzgar, con crucifijo y todo, ante la mesa de la biblioteca que fue un día de Nocedal (don Cándido); y que murió la tarde aquella con la bala que era para él (no para mí), y la pobre mujer que se cayó con él, más blanca que mis dientes que me salvaron por blancos; más que él, más limpia, el sucio panadero, en la acera de la calle de Lista, esquina a la de Velázquez…»
Me gustaría mucho saber dónde está la poesía en esos dos párrafos escogidos casi al azar en ese poema al parecer tan importante…
El lejano says
Lo que dicen sobre R.G.de la S., Cortázar, Borges, Lezama o Neruda son generalidades literarias bastante superficiales que yo también podría firmar. Ramón tiene greguerías (y frases sueltas en sus obras) geniales, de gran escritor. Y ha hecho retratos literarios fabulosos. Y por ello pasará, para mí, a la posteridad. Pero lo que es innegable es que el 90 % de su obra es ilegible hoy, por mucha importancia que haya tenido en su época.
Y también te puedo decir que ningún escritor español conocido del siglo XX ha escrito tan mal como él en los libros que publicó sin haberlos releído ni corregido (y puedo dar ejemplos de lo que digo porque tengo sus libros muy subrayados). En ningún escritor español del siglo pasado el contraste entre lo bien que escribe unas veces y lo mal que escribe otras veces, es mayor. Y lo mismo le pasa con las greguerías: al lado de algunas geniales hay otras que parecen escritas por un adolescente pueblerino.
Lo mismo le pasa, aunque menos, porque era más serio, a Baroja.
Y esos defectos de ambos, son, por cierto, muy españoles.
JP Quiñonero says
Lejano,
«… es un intelectual importante pero un poeta mediocre..»
«…o que dicen sobre R.G.de la S., Cortázar, Borges, Lezama o Neruda son generalidades literarias bastante superficiales..»
…
¡¡!!!!
… qué horror …
Q.-
El lejano says
Yo me he leído las más de 800 páginas de la «Obra poética (1935-1988)» de O.Paz (Seix Barral, 1998) con el bolígrafo en la mano. Si supiera dónde tengo el ejemplar perdido entre mis 15.000 libros, de los cuales la mitad desordenados, te citaría versos lamentables del amigo Octavio. Pero hay uno célebre, que tú debes de conocer, y que imagina uno mal escrito por un gran poeta:
«tus pedos estallan y se desvanecen.»
Paz, al lado de los grandes poetas del siglo XX en español, francés, alemán o inglés, es un poeta muy mediocre.
En cuanto a los juicios sobre Ramón, se nota que no eres un profesional de la crítica literaria… Yo te podría citar juicios feroces contra él, de J.R.Jiménez o de E.d’Ors, por ejemplo. Me limitaré a tres de alguien que lo conoció bien y que lo describen perfectamente:
«Gómez de la Serna -observa Icaza- es hombre que dice todo lo que se le ocurre, escribe todo lo que dice, publica todo lo que escribe y obsequia todo lo que publica. «(Alfonso Reyes)
«Desde luego, en el sentido ≪pasatista≫ [sic] de la palabra, no es escritor: carece de urdimbre y cohesión. Todo él es instinto, entendiéndolo sin necesidades retóricas. Sus incursiones en la cultura son volubles y personales. No explica nunca una idea, sino que la padece, se acalambra [sic] debajo de ella y deja -de su tortura- una huella sobre el papel. Es españolísimo: unos nervios de cien mil voltios y, como reza un romance inédito: ≪Anatema sea el cerebro≫. Cuando comenzó a escribir no hacía caso de las palabras. Las arrojaba unas contra otras y, entre tropiezos, lograba imitar con ellas sus emociones inefables. Devolvía su confusión a las cosas, no con la segunda intención lógica de Mallarmé sino con una inconsciencia de iluminado.» (Alfonso Reyes)
«Sus obras perfectas no duran más allá de las siete líneas. La línea número ocho es el punto crítico de disgregación. Más allá, la máquina se resiste o se para.» (Alfonso Reyes)
(Por cierto, hay que leer a Alfonso Reyes, un inmenso escritor que nadie lee y que es muy superior a Paz).
JP Quiñonero says
Lejano,
Yo sí tengo la obra de Paz a la mano. Su obra poética NO tiene 800 páginas.
Advierto que tu pedantería, entre ignorante y presuntuosa, hace imposible cualquier diálogo. Con tu pan te lo comas,
Q.-
El lejano says
Obra poética (1935-1988)
Octavio Paz
Edité par Seix Barral, 1998
Impreso en 19×13 cm. Muy buen estado. Tiene 863 pp.
https://www.abebooks.fr/Obra-po%C3%A9tica-1935-1988-Octavio-Paz-Seix/22916658085/bd
Lo que tú llamas mi pedantería es la información obtenida ejerciendo mi profesión, pues he dedicado mi vida a las literaturas española y francesa. Y llevo 40 años escribiendo sobre escritores españoles y franceses. Conozco, pues, bien el tema.
Tratarme de pedante sin saber quién soy es imprudente.
Hay muchos temas de los que tratas aquí que yo no comento, porque no los conozco. Las literaturas española y francesa en general y su poesía en particular, son los temas que más me interesan y que mejor conozco. De ahí que todos mis juicios literarios estén argumentados y con frecuencia apoyados por los de grandes autores.
JP Quiñonero says
Lejano,
Mi trabajo y obra son cosa pública.
Tu hablas y sentencias emboscado: ocultando tu nombre y referencias.
Puede que seas un santo erudito. Pero hablas como un ignorante pretencioso.
Puede que lleves medio siglo estudiando: no se nota en lo que escribes en este cuaderno de notas, donde te expresas en un tono sentencioso propio de los pedantes de tomo y lomo, sin dar la cara, oculta tras el anonimato.
Se trata de comportamiento de aleatoria dignidad,
Q.-
El lejano says
Tus impresiones son muy subjetivas y hablan más de ti que de mí. Mi tono siempre es el de la información, el de la búsqueda de la exactitud, el de la discusión distante (ver mi pseudo). Si a ti te parece otra cosa es porque lo juzgas desde un lugar preciso (el famoso «d’où tu parles?» transformado en «d’où tu écoutes?»). No lo juzgas de manera neutra, sino con prejuicios (desconozco cuáles).
Yo en tu lugar estaría muy contento de que me demostraran que Paz ha dicho una tontería sobre el poema de JRJ «Espacio» o leyendo juicios contra Ramón que no conocía. Y hubiera apuntado inmediatamente en un papel: «Leer a Alfonso Reyes». Porque para mí lo fundamental es la información literaria y no lo que yo creo percibir en el tono del que me la da.
Y te puedo decir también que si vengo por aquí es porque hay aquí excelente información literaria. Y si comento a veces dando información mía es para «devolver» de alguna manera el favor a quien ha hecho el esfuerzo de dar la suya. Pero veo, sorprendido, que eso, en lugar de agradar, disgusta.
Creo que el problema viene, sencillamente, de que la literatura no es el tema que a ti más te interesa y que sí lo es en mi caso. Para mí el tono de una discusión sobre literatura es irrelevante al lado de la información literaria que puedo obtener de ella.
Tant pis…
JP Quiñonero says
Lejano,
Te refugias en el anonimato, cambias de tono, «información literaria» … etcétera …
–Crítica literaria.
–La dama del lago.
–Personal …
Q.-
El lejano says
El anonimato es excelente para discutir objetivamente. Lo importante es la literatura, no los nombres. Ése es, por cierto, uno de mis temas preferidos: juzgar los textos por lo que son y no por la reputación de quien los firma. A mí ni la fama ni los premios me interesan : yo leo igual un texto del premio Nobel JRJ que uno escrito por un autor desconocido. Uno de mis deportes favoritos es leer poemas sin conocer a sus autores, para juzgarlos objetivamente (cosa muy fácil de hacer con internet). Y ello por una sencillísima razón: leyendo ensayos, revistas y periódicos del siglo XIX se da uno cuenta de que los escritores más célebres en cada época son casi todos ellos olvidados en la siguiente. ¿Quién conoce hoy a Béranger, el poeta más célebre de Francia, con V.Hugo, en la primera mitad del siglo XIX (y tan celebrado por Goethe) o a Louis Veuillot, uno de los intelectuales franceses con más influencia en ese siglo? La respuesta es: nadie. E imagina uno la cara que pondría el premio Nobel Sully-Prudhomme si se le dijera que nadie le lee hoy, y que un mocoso contemporáneo suyo llamado Rimbaud es considerado como un poeta infinitamente mejor que él.
Pues eso mismo es lo que sucede hoy, porque ha sucedido en todas las épocas. Muchos de los premios Nobel de literatura (y no digamos ya de otros premios) caerán en el mismo olvido en el que yacen ya la mitad por lo menos de los que lo ganaron durante el siglo XX.
¿O crees tú que escritores tan mediocres como Le Clezio o Modiano, Sollers o Michel Deguy van a pasar a la posteridad?
Tú dices que mi «pedantería, entre ignorante y presuntuosa, hace imposible cualquier diálogo» conmigo. Yo te diría que lo que lo hace imposible es tu respeto religioso por la reputación de los escritores consagrados (cosa muy típica de los periodistas, por cierto). Ese fetichismo, esa adoración incondicional yo siempre la he combatido, entre otras cosas porque tengo mucha más confianza en mi juicio literario que en el de mis contemporáneos. Yo no diré nunca que son geniales «versos» como éstos, escritos por Premios Nobel o Premios Cervantes :
«Cabrones!
Hijos de puta!
Hoy ni mañana
ni jamás
acabaréis conmigo!
Tengo llenos de pétalos los testículos…»
*
permitidme
cagarme en vuestros codos y en vuestras abuelas,
y en las revistillas de jóvenes Ombligos
en que derretís las últimas chispas que os salen del culo.
*
Pues yo soy yo, yo estoy
en brazos de mi amor
que es ella, sí, y que está
en mis brazos.
*
El olor de tu sexo en mis dedos
dura más que el Must de Cartier.
*
Todos los árboles se han puesto a gemir dentro de mi espíritu al recordar tus bragas en la oscuridad
*
Tu formadura fue en luna llena…
*
En cuanto a mí me embrutecí
de ti oliéndote al galope todo el cuero, esto es,
toda la fragancia de la armazón…
Y si yo te dijera, sin citártelos, que sus autores han escrito versos lamentables, ridículos y hasta imbéciles (lo cual me parece bastante incontestable – y eso que no te copio más que 7 ejemplos de los miles que tengo apuntados desde que a los 15 años empecé a leer poesía), me tratarías de pedante insoportable.
Comme quoi…
JM says
Muy interesante lo que dices, Lejano, y estoy en general muy de acuerdo con tus juicios literarios.
El lejano says
Gracias. Dado lo raro que es encontrar gente de criterio independiente, heterodoxo, libre, una pregunta: ¿frecuentas otros blogs en los que poder discutir de literatura? ¿O tienes un mail en el que contactarte?
JP Quiñonero says
Lejano,
Te enrollas como las persianas «literarias»,
Q.-
Fina says
¡Caramba!
«No está el horno para bollos». Esperemos que se enfríe…
Debido a mi ignorancia literaria y poética no puedo criticar ni comparar quiénes son los mejores. Sólo me cabe el juicio del gusto, puedo decir si me gusta o no me gusta, si me llega al alma… pero no sé explicar el porqué, ni exponer las razones de mis preferencias.
Lo siento, soy profana en el tema y entre otras cosas huyo de las discusiones…
Buenas noches a todos/as.