Les Inrockuptibles, 28 noviembre 2018.
Con Alain Touraine desaparece uno de los grandes patriarcas de la sociología francesa, alérgico a los marxismos, creador del concepto «pos socialismo», convencido que Francia y las sociedades industriales avanzadas están viviendo una transformación histórica, víctimas del multiculturalismo, la «mundialización incontrolada», el hundimiento de las ideas «tradicionales» y el crecimiento amenazante de los populismos.
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Touraine, premio «Príncipe de Asturias» de ciencias sociales, el 2010, nació en Hermanville-sur-Mer (Calvados), el 3 de agosto de 1925, y murió la madrugada del 9 de junio en París.
Touraine nació en el seno de una familia burguesa, acomodada y conservadora, que le permitió cursar estudios en los EE. UU., donde tuvo como profesor a Talcott Parsons (1902 – 1979), uno de los grandes maestros de la sociología del trabajo y la acción. Esa influencia inmunizó a Touraine contra las modas marxistas y comunistas que proliferaron en la Francia de los años 40, 50, 60 y 70 del siglo pasado, hasta el ocaso relativo que comenzó entre 1977 y 1981.
De vuelta a Francia, Touraine estudió a los grandes maestros de la sociología nacional, y fue uno de los primeros alumnos de las cátedras de sociología que inauguró Raymond Aron.
En abierta oposición el pensamiento comunista y marxista de la Francia de su primera época, encarnado por el filósofo Louis Althusser y el sociólogo Pierre Bordieu, Touraine inauguró su propia línea de trabajo sociológico, haciéndose contratar como obrero en varias fábricas, multiplicando los estudios de campo de todo tipo de movimientos sociales, en Francia, en Chile y otros países.
Con la llegada al poder de la «unión de la izquierda» (PS y PCF), en 1981, prometiendo la «ruptura con el capitalismo» y la construcción del «socialismo a la francesa», Touraine vivió su segunda gran crisis ideológica. Un año antes del inicio de aquella aventura, Touraine publicó uno de sus libros más famosos, «El pos socialismo» (1980). A su modo de ver, el socialismo tradicional estaba alejándose vertiginosamente de los obreros y los movimientos sociales.
Siguieron cuarenta años de trabajos a pasa de carga, publicando una treintena de libros. «Muerta una cierta izquierda» (título de uno de sus ensayos), Touraine siguió trabajando sobre la realidad social en Francia y Europa. Consagrando trabajos de referencia a la sublevación popular en Polonia, la emergencia de los movimientos feministas, la crisis de las democracias, la «revuelta» de los países contra los Estados, la aparición y desaparición de movimientos de protesta…
A partir de 1990, Touraine comenzó a temer la «desaparición» de las sociedades occidentales tradicionales. En su aportación al volumen colectivo «Seis maneras de ser europeos», dirigido por Henri Mendras et Dominique Schnapper (hija de Raymond Aron), el sociólogo se preguntaba «¿Existe todavía la sociedad francesa».
En 2018, cuando los populismos comenzaron a convertirse en un problema de inmenso calado, en los EE. UU. y Europa, Touraine fue uno de los primeros en denunciar su carácter desestabilízante en su ensayo «Defensa de la modernidad», lanzando esta advertencia: «Estamos en periodo de descomposición del socialismo y la socialdemocracia. Corremos el riesgo de ser arrasados por las corrientes populistas. El populismo es una enfermedad grave e infantil de las democracias».
Un año antes, durante la campaña presidencial victoriosa de Emmanuel Macron, Touraine tomó la defensa del futuro presidente por estas razones: «Macron es algo así como el único «piloto» del «avión» Francia. No sabemos donde vamos. Asistimos a una descomposición del sistema francés». Profecía cumplida. Cinco o seis años más tarde, Jean-Luc Mélenchon, líder de La Francia Insumisa (LFI), ha acelerado la descomposición del antiguo socialismo, y llega a tomar partido contra el Estado, a favor de los musulmanes franceses «orgullosos» de afirmar su identidad religiosa islámica contra las normas «convencionales» del resto de la sociedad civil.
Toda la obra final de Touraine insiste en esos riesgos de descomposición social, acelerado y agravados por los populismos.
Dos de sus últimos ensayos, «El fin de las sociedades» (2013) y «El nuevo siglo político» (2016), repiten por extenso la misma pregunta desde muchos ángulos, sociales, políticos, culturales.
A juicio de Touraine, Francia, Europa y los EE. UU. están viviendo una imprevisible «metamorfosis». La mundialización «salvaje» está socavando los antiguos modelos económicos nacionales. El Estado nación atraviesa crisis muy diversas pero «convergentes», víctima de convulsiones imprevisibles. Los populismos complican la estabilidad estatal, en los EE. UU. (Trump), en Francia (Mélenchon / Le Pen), en España (efecto «Frankenstein»). El multiculturalismo y el transculturalismo están amenazando los antiguos valores tradicionales. La familia, las relaciones amorosas, las creencias religiosas, están sufriendo crisis y ataques de una ferocidad sin precedentes, precipitando nuestras sociedades «en las ruinas y escombros de sus antiguos cimientos»… ABC, 10 junio 2023, PDF.
Francia en crisis… ¿Existe todavía una sociedad francesa? 2.
Carole says
Qué miedo, todo eso.
JP Quiñonero says
Carole,
Da un poco de miedo. Si.
Per es lo que hay …
Q.-
Fina says
Quiño,
A este paso tendremos que preguntarnos si existe Europa…
JP Quiñonero says
Fina
Existir, existe … pero quizá tenga rostros menos positivos que antes… Europa sigue siendo una isla de bien vivir y todo eso, en un mundo mucho más pobre y amenazante, pero, temo estemos empeorando… A ver…
Q.-
José says
La antropología cultural como disciplina nos recordaba Frazer autor de la Rama dorada empieza cuando no quedan pueblos primitivos que estudiar. Lo mismo podríamos decir de la sociología como disciplina universitaria aparece entre el dieciocho y el diecinueve cuando apenas quedan estados sociales que estudiar. Uno de los padres de la sociología del que apenas se habla es el padre del social darwinismo autor del Individuo contra el Estado. Admirado en todos los países en proceso de industrialización. En Japón EU Europa fue el ingeniero sociólogo más leído y admirado por lo que se ha venido por llamarse izquierda y derecha. En España traducido parte por Miguel de Unamuno en la editorial España Moderna. Objetivo de liberales comunistas anarquistas clero nobleza quizá las casa reales no tanto acabar con el Estado. La sociedad de ciudadanos debía ser sustituida por vendedores y compradores . Vendedores cada vez menos y compradores cada vez más. Todo tenía que estar monetizado hasta las cagadas de los perros. Londres Chicago París…fueron las ciudades de los padres de la sociología las mismas que ayudaron a acabar con la sociedad estatal sustituida por la selva social mercantil de compradores y vendedores. El proyecto medio fracaso cuando se destruyó los intentos de un imperio centroeuropeo del siglo pasado pero con el neoliberalismo de Spencer los Reagan Thatcher Juan Pablo II . Anglos y amigos con Vaticano catolico y demás cristianos y otros acabaron definitivamente con las políticas anteriores e inauguraron el imperio universal religioso de los ingenieros. La polis se ha convertido en un bazar donde se vende y se compra de todo. Desde un riñón para trasplantar a.una cabeza nuclear. Es nuestro mundo y Touraine como todos los sociólogos lo han sabido. Las multitudes ahora empiezan a descubrir las estrategias de los generales ingenieros capitalistas como nos recordaría Darwin y los darwinistas el gran macho alfa maquinico se impone y nos dice como debemos servirlo.
JP Quiñonero says
José,
Algo queda por estudiar de los comportamientos sociales…
Un ejemplo, entre otros ¿Porqué los obreros votan a derecha y extremas derechas en más o menos centenar de grandes democracias industriales..?
¿Le ha comunicado esa información el coordinador de ese libro a Yolanda Díaz, que lidera a una docena de micro partidos que ellos mismos se califican de izquierdas pero son incapaz de formar un solo partido?
Q.-