Mientras en Caína el debate “europeo” está muy mayoritariamente dominado por “folklóricos”, ayatolas y matones de especies muy diversas, Financial Times abre un gran debate continental: ¿Suponen el NO francés y holandés el fin del proyecto histórico de la integración política de Europa?
Archives for junio 1, 2005
Django Reihnard y la Europa de los gitanos, los murcianos y la gente de mal vivir
Mientras sigo la marcha fúnebre de los negocios franco – europeos, intento desintoxicarme escuchando a Django Reihnard (1910-1953)
¿Alguien recuerda a Django en Caína?
Mientras escribo, los mozalbetes de LCI afirman muy serios que, en verdad, el jazz gitano de Django es “la última música genuinamente francesa”. Evito la crónica negra de la “música ligera” francesa y su rosario de cadáveres ambulantes. Django, oigan, era otra cosa. Un Señor. De hecho, si no recuerdo mal, Woody Allen le dedicó una de sus últimas películas.
Influenciado por Amstrong, hermano mayor de Charlie Parker, Coltrane y Lady Billie Holiday, Django elevó la guitarra de jazz (jazz manouche, dicen los franceses, jazz gitano, sería más propio) a maravillosas cumbres de melancolía.
Que los jóvenes entusiastas de LCI estimen que el jazz manouche de Django es la última música genuinamente francesa tiene algo de sintomático, muy hondo: un gitano apátrida consagrado como último representante de una música francesa “nacional”. Afortunadamente, la Europa de los gitanos, los murcianos y la gente de mal vivir sí existe. Acabo de escribirle a PCB, diciéndole que los cantes gitanos de su legendario Archivo me acompañan desde hace casi treinta años. ¡Como me han enriquecido y como me han hecho feliz las voces de la Tía Anicha la Piriñaca y Mrs. Holliday, el saxo de Blackbird (El Perseguidor) y las guitarras de Paco de Lucia y Django Reihnard!
Groucho y Shakespeare, ante los cementerios de elefantes de Francia, Europa y la UE
La prensa europea más solvente oscila hoy entre cementerios de elefantes, Shakespeare, Marx (tendencia Groucho) y “Volverás a la UE, pero Nunca llegarás a Nada” (tragicomedia inédita de Juan Benet)
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En Londres, el Times afirma que los holandeses liquidarán el proyecto de Tratado constitucional europeo, con un nuevo, ruidoso y feroz rechazo.
En Frankfurt, la Frankfurter Allgemeine Zeitung tampoco parece dudar del “efecto dominó” de un rechazo popular contra la Torre de Babel institucional.
En Londres, Financial Times afirma que la Europa institucional está siendo víctima de un terremoto popular, que el matutino financiero percibe con placer —-ante la humillación trágica de la arrogancia—- y pena —-ante el triunfo de la reacción más negra.
En Milán, el Corriere della Sera afirma que, en definitiva, Francia, primero, y la UE, segunda víctima, sufren las consecuencias de la excesiva hipocresía y excesiva arrogancia. En este caso, el calificativo “troppa” tiene algo del gran arte lírico italiano.
En Ginebra, La Tribune de Geneve, utiliza el mismo lenguaje: una Francia hundida en las cenizas de la arrogancia hipócrita de sus gobernantes, disputándose el lenguaje vacío de las promesas hueras.
En París, Liberation, que conoce sus clásicos, hace dos advertencias de una evidencia palmaria:
a).- Chirac prepara un gobierno Villepin – Sarkozy que puede explotar en vuelo, poco después del despegue.
b).- El viejo cocodrilo ha encerrado en un mismo saco a dos gallos carnívoros que se odian sin remedio.
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Desde la locomotora de un tren que no conduce a ninguna parte, Groucho Marx le grita a Zapatero: “¡Más madera…!”.
Francia, Caína, Liliput, Shakespeare, hacia el alba
Obscenidad trágica de la cosa pública, hacia el alba.
Cuando la Francia política es un campo de ruinas, recorrido por las hienas carroñeras, hocicando entre los despojos de una batalla inconclusa, minúsculos personajes encumbrados hasta el proscenio de la escena gesticulan disputándose a dentelladas el honor de continuar apuñalando y profanando el cadáver de los difuntos.
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Desde Caína, la horda liliputiense que perora desde los púlpitos propicios a la incomunicación de masas dejan caer a diestro y siniestro su incontable rastro de diminutas deposiciones.