Meninas de MV, 2005. Foto JPQ.
¡Cómo ha pasado el tiempo!! Cómo agonizan los propósitos artísticos.
Meninas de MV, 2005. Foto JPQ.
¡Cómo ha pasado el tiempo!! Cómo agonizan los propósitos artísticos.
Con el @ diario del New York Times, otra reacción de fondo sobre el debate carpetovetónico ante el matrimonio gay.
Escribe el NYT:
The fierce reaction to the bill, however, suggests that Spanish society, 80 percent of which identifies itself as Catholic, is not entirely prepared for the speed and scope of the changes agreed to by Parliament.
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Cada cual apreciará según su sensibilidad el “not entirely prepared” que plantea el problema de fondo y el “techo” cultural del problema. A saber, por otra parte, quien y con que criterios juzga la “preparación” de un pueblo ante tal o cual problema ligado a la moral privada, evidentemente plural y de difícil sometimiento a ningún dogma o prescripción facultativa, con carácter obligatorio.
Primer café del día.
No tengo claro que la prensa europea perciba con claridad los matices —-del gris oscuro al negro azabache—- de la actualidad carpetovetónica.
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En París, el Herald Tribune subraya sin advertirlo dos detalles no sé si esquizofrénicos: entre el 55 y el 65 por ciento de los españoles dicen aprobar el matrimonio homosexual; al mismo tiempo, comenta el matutino americano editado en París, no está totalmente claro que la sociedad española esté preparada para cambios legislativos de ese tipo.
Por su parte, Liberation titula: La España nacional – católica desfila contra el matrimonio gay. Paradójicamente, Liberation trata con respetuosa simpatía a los manifestantes.
Desde otra óptica, Le Figaro destaca la pancarta que lleva un adolescente, diciendo: Soy un niño; NO un experimento. Y comenta: A pesar de la amplitud de la protesta, Zapatero no piensa cambiar su proyecto.
El Corriere della Sera, en Milán, y la Neue Zürcher Zeitung, en Zurich, hablan de centenares de miles de manifestantes; y parecen sorprenderse de la amplitud de la protesta, sin entrar en el debate cultural ni evaluar su dimensión política.
En Londres, el Independent solo se interesa por la dimensión política, justamente; y afirma que se trata de la movilización más ambiciosa de la derecha, desde el cambio de mayoría parlamentaria.
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Sin entrar en debates bajamente “políticos” —-que me aburren—- ni en el ping – pang – pung interesado de las distintas cofradías, para mi sensibilidad, reducir temas como el matrimonio y la familia (en crisis) o la libertad sexual (convertida en mercancía ideológica) al grado cero de la geometría política (izquierda / derecha; derecha / izquierda) me parece un comportamiento intelectual de penosa indigencia.