Jaume Matas lo tiene totalmente claro: “Baleares es una nacionalidad histórica; ni una nación ni una realidad nacional”.
Leo intentando comprender, cuando recibo la última carta de mi viejo amigo Martín, contándome las últimas menudencias de nuestro pueblo (Totana, Murcia), adjuntándome fotos y cd de la Orquesta de La Dolorosa y las gloriosas marchas que se tocan en Semana Santa, recordándome de donde salí desterrado [1, 2, 3 y 4], cuando preparo los estatutos de la Comuna autogestionaria y anarcocapitalista de los desterrados del valle del Guadalentín y el pantano de Puentes, cuya primera decisión ha sido escribir con ánimos proselitistas a los conjurados de Lorca y Águilas –tan próximas al no menos histórico cantón de Cartagena–, a quienes el semanario L’Express acusa de estar precipitando catástrofes urbanísticas que compara con Marbella y su insondable pozo de corrupción.
Archives for mayo 7, 2006
Sobre la inexistencia de España y sus hampones
Toni Ibañez –que oscila entre la más alta poesía, las traducciones más pulcras y la agitación blogográfica más diversa– me descubre las declaraciones de FSD afirmando que “lamenta profundamente haber nacido español”, preámbulo a un penoso rosario de exabruptos contra España, en la tabernaria tradición del lenguaje hampesco que, para mi sensibilidad, confirma de pavorosa manera, con su retórica desalmada, mi vieja tesis De la inexistencia de España, [Agapea, Casa del Libro, La Central] que data de 1998, y cuyas variaciones coloquiales estuvieron en el origen último de este Infierno.
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(1) España, ¿Cuántas naciones? (2) Don Quijote y las naciones de España.
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Európolis. ERC, Morales, Adrià, Aznar…
Madrid, Gallardón, Aguirre, la baronesa y Kropotkin
Hay quienes subrayan la posible huella de Piotr Kropotkin en los enfrentamientos entre Alberto Ruiz Gallardón, Esperanza Aguirre y la baronesa Thyssen.
Bolivia. Historia, humillaciones, orgullo, tragedia
Una nación despedazada por sus vecinos, según el NYT.
Nadie conoce el imprevisible rumbo de Bolivia –un país tres veces más pequeño que Texas y mucho más pobre que Andalucia, a pesar de sus recursos energéticos propios–, y Evo Morales quizá sea un “muñeco” manipulado por Hugo Chávez. Su tragedia, como la de Venezuela o Cuba, fue anunciada con mucha precisión por don Salvador de Madariaga. El New York Times recuerda otro punto de vista que se me antoja capital, para intentar entender el drama en curso: la historia de la humillaciones de un país despojado por sus vecinos de las tierras que en entro tiempo fueron suyas. La ilustración muy gráfica del NYT subraya como las tierras que todavía eran bolivianas en 1867 fueron “robadas” o “cedidas” a Perú, Brasil, Paraguay, Chile, poderosos vecinos cuya rapacidad sospecho que está bien presente en la memoria de los bolivianos. Basta con pegar un vistazo a la prensa de la región para advertir la virulencia de las diarias diatribas indigenistas, nacionalistas, etc., hundiendo en la miseria lejanas esperanzas de integración regional.