Jardines de Luxemburgo, 8 febrero 2019. Foto JPQ.
“Decíamos ayer..” El Luxemburgo… Allí donde Marius se enamora locamente de Colette.
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El Luxemburgo, una tarde de invierno 5.
Putin, Trump y el ocaso de Europa… desde el Luxemburgo.
El Luxemburgo, una tarde de invierno 4.
El Luxemburgo, una tarde de invierno 3.
El Luxemburgo, una tarde de invierno 2.
El Luxemburgo, una tarde de invierno.
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Qué de historias…
Ramon Llull escribió en sus inmediaciones L’arbre de filosofia d’amor (Árbol de filosofía de amor) y Lo cant de Ramon (Canto de Ramón).
Durante el Terror (1793), el Palacio del Luxemburgo, construido por Marie de Médicis, fue una prisión de siniestro recuerdo.
Andando el tiempo, Remy de Gourmont y Ramón Gómez de la Serna vieron en el Luxemburgo, en los Jardines del Luxemburgo, una suerte de tierra encantada, poblada de misteriosas hadas / estatuas…
“… En cierta medida, la vendedora de globos y golosinas tiene mucho de hada de cuento de hadas: ella entrega al niño que le pide sus favores el hilo que hace volar la cometa inolvidable de la ilusión, iniciándolo al misterio de las gracias que habitan el lugar, las “reinas” / estatuas del Luxemburgo, en este caso, glosadas por Remy de Gourmont y Ramón Gómez de la Serna…” El Luxemburgo, cuando llega la primavera… Vendedora de globos y golosinas.
Los Fitzgerald vivieron en la frontera oeste de los jardines: Recuerdo de Zelda y F. Scott Fitzgerald
En mi caso, el Luxemburgo tiene muchos rostros: aquellas pistas de tenis que dejé de frecuentar, los senderos por donde corría en busca de mi mismo, el paisaje no solo interior por donde deambulan algunos de mis personajes:
Diana, Horst, Lise Fonssagrives, Elodie y mi fotógrafo, en el Luxemburgo.
Recuerdo de Zelda y F. Scott Fitzgerald.
El Luxemburgo tiene muchos otros rostros…
El Luxemburgo, cuando llega la primavera.
El Luxemburgo, una mañana de invierno.
El Panteón, desde las hamburgueserías de la rue Soufflot.
Putin, Trump y el ocaso de Europa… desde el Luxemburgo.
París pop monumental… el Luxemburgo.
Enamorados polacos, en el Luxemburgo.
París, domingo. Correr en el Luxemburgo.
¡Oh, Quiño!
Gracias por traernos los bellos Jardines de Luxemburgo y sus historias…
¿Así que también profesor de tenis? Vaya, vaya…
Creo que tú también sabes mucho de la vida para escribir como lo haces y que perteneces al club de los grandes corazones.
Buenas noches… y mañana pendientes del juicio…Veremos, ya nos comentarás, parece que será un proceso largo…
Fina,
El Luxemburgo… mi carrera de profe de tenis terminó el día que mi hijo PJ me invitó a recibir su servicio… cuando vi a qué altura lanzaba la bola, y la velocidad de la bola, dirigiéndose hacia mí… comprendí que debía colgar las zapatillas y dedicarme a otra cosa.
Sí… el juicio, esta tarde o mañana escribiré algo. He preferido esperar una miqueta… aunque, ay, mi “sentencia” la tengo bastante rumiada: temo que la ruptura España / Cataluña se haga más honda, para mal de todo el mundo, Europa incluida, claro está.
Q.-
Quiño,
Creo que cuando un hijo o un discípulo supera y aventaja a sus padres o tutores, es una buena señal, una prueba de que la humanidad avanza, un motivo de satisfacción y orgullo para los que lo han educado y visto crecer.
El día que mi hijo me ganó jugando al ajedrez, comprendí que ya podía ir por su cuenta, que veía más que yo. Quizas fue la única ocasión en que me alegré de perder.
Aunque más importante que el ganar o el perder, sea el saber vivir con “gracia”, el estar agradecido apreciando y disfrutando todo lo bueno que nos traiga el día a día…
Hoy, a pesar del juicio, brillaba un sol espléndido en Madrid.
Ya nos irás informando…
Bona nit!
Fina,
Lo que dices de madres, padres & hijos es la verdad profunda, claro. En mi caso, pasé de profe de pista a espectador / analista, tarea que cuadra bien con mi sensibilidad. Pero he terminado tirando la toalla… no correr y no jugar al tenis me da una cierta melancolía. Mejor pasar a otra cosa.
…
La cosa catalana y el juicio… tan mal como siempre. A mi modo de ver, lo mejor que pudiera ocurrir es que no se agravase. Pero parece difícil, me temo,
Q.-
La chica del Luxemburgo, el rubor de una mirada, los enamorados polacos, los senderos por donde corría en busca de mí mismo…
¡Qué Alegría de vivir este 12 de febrero de 2019!
Buenos Días, Quiño
Buenas y felices, Pablo,
Sí, el Luxemburgo es un jardín público francamente potable. Dicho eso, el Parque de Maria Luisa sevillano también merece gran respeto, oye…
Q.-