Trocadero, 30 marzo 2019. Foto JPQ.
El nuevo Parlamento Europeo (PE) confirmará el retroceso relativo del “poder” y la influencia de Francia.
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Los eurodiputados franceses estarán enfrentados a cara de perro entre “reconstructores” (Emmanuel Macron) y “destructores” (Marine Le Pen) de Europa, recortando una influencia nacional difuminada y “balcanizada”.
En el “reparto” de cargos (Comisión) que seguirá a la elección del PE, París corre el riesgo de ser víctima del nuevo “centro de gravedad” de la UE. Durante décadas, Francia fue el “centro” y obligada encrucijada entre la Europa del norte y la Europa del sur, mediterránea. Con el tiempo y sucesivas ampliaciones, Alemania confirma su condición de “corazón” de Europa, cuando Emmanuel Macron ha conseguido enemistarse con toda Europa del este.
Durante décadas, Francia pudo beneficiarse de la complicidad de Alemania para hacer pasar proyectos propios, “matizados” desde Bonn y Berlin. Macron se presentó así mismo como líder de la “reconstrucción” de Europa en su ya “legendario” discurso pronunciado en la Sorbonne el mes de septiembre de 2017. Los proyectos macronianos no han tenido el éxito esperado. Angela Merkel ha subrayado su alejamiento relativo. Consecuencia fatal: las ideas francesas sobre Europa se han quedado pasablemente estancadas.
La campaña electoral europea ha dejado al descubierto nuevos campos de minas inflamables.
Emmanuel Macron tiene escasos y poco influyentes aliados europeos. No es nada previsible que el grupo liberal tenga mucha influencia en el PE, donde conservadores y socialdemócratas seguirán siendo fuerzas muy sólidas.
Marine Le Pen aspira a liderar o formar parte del liderazgo de los ultra conservadores europeos, a quienes se presta un peso muy creciente en el nuevo PE. Sus amistosas relaciones con Vladimir Putin quizá compliquen tales aspiraciones. Sin olvidar la influencia creciente de Matteo Salvini, quizá mucho más ecuménico e influyente entre las nuevas ultra derechas.
Francia no puede contar con los aliados europeos de Macron para incrementar su peso e influencia. Los liberales europeos son un archipiélago de partidos sin liderazgo determinante. Marine Le Pen quizá pueda contar con la influencia creciente de los nuevos populismos ultra derechistas en toda Europa. Francia será víctima de tales enfrentamientos.
Francia ante Europa: paisaje político descompuesto, con extrema derecha a la alza.
Europa / Francia… tejidas / tejidos de migraciones.
Macron / chalecos amarillos… la matriz de la crisis, siempre intacta.
Las crisis de Europa, tras el incendio de Notre Dame.
Y es el añoso tambor que hoy refleja tu fotografía imagen (para mi), de la Revolución, la grande, la madre de las revoluciones, la que suena a la Carmañola y a la Marsellesa, resucita a Marat, saca a Danton y a Robespierre de esa tumba a la que les conduce la guillotina. Al fondo, l a Tour Eiffel, símbolo de una Francia renacida a la gloria del capital tras la rota ante los prusianos y esa Comuna que se erradica salvajemente. Por allí, estimado, avisto a Proust, viene del brazo ucrónico de Víctor Hugo, y en esa zarabanda de las letras se amartelan Verlaine y Maupassant, seguidos por un coro de malditos. Dejamos en la cola, a manera de armón de la palabra, a una curiosa impar pareja: Lautreamont, misterio de Uruguay afrancesado, y Raymond Roussel, dandy postremo por fracasado artista, a quien redime un suicidio algo tardío (ya bien cumplidos los cincuenta) luego de haber vivido periplos inusuales del espíritu y el cuerpo…¡Bohemia divina!, diremos, y de ese modo nos quedamos satisfechos, olvidada la Cruz, lejos de los clavos y la lanza, estimado.
Ricardo,
Qué decir si no Amén…
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En el fondo, me digo, que “mi” tambor haya suscitado ese interés tuyo, trayéndote a esas cosas tuyas, quizá “justifica” mi elección… es una imagen de ayer, que también, ay, me temo, quizá habla de un cierto retroceso de Francia, replegada en sus antiguas glorias, que no son pocas, pero también iluminan la ausencia o falta de glorias más inmediatas, ay…
Q.-
El del tambor se lo cree, le hace feliz suponerse legionnaire a la antigua, pregonando la grandeur de la Francia. Le imagino pied noir, escolarizado en una Argelia de finales de los cincuenta en que cada etnia se las pinta solas y nada tiene que ver ni que hablar con las otras. Medio Mediterráneo estaba allí, y muchos se establecieron huyendo de la pobreza; pero se hacían después más papistas que los mismos generales del “Putsch” del 61, y a mandar y a vivir que son dos días, y se llevan mejor y más cómodos que los de los otros. Y ese viejo tambor quiere (quizás) que Dar El Beida vuelva a ser Casablanca, Uaran Oran, Annaba Bona, y no escucha ni ve lo que ha sido y es la Revolución de las Revoluciones, trastrocar de verdad el Ancien Royaume, estableciendo asimismo una democrática guillotina (perdón por limar esa terribilidad que se le supone) que lo mismo sajaba las cabezas de Saint Just, de Landrú o de la propia Maria Antonieta. Puede que el senecto y satisfecho (lo parece) tambor ni siquiera lo reconozca como suyo, sea recuerdo ajeno, y ahora nada más que anejo.
Ricardo,
Creo que sí, que ilumina la historia con bastante precisión:
“…El del tambor se lo cree, le hace feliz suponerse legionnaire a la antigua, pregonando la grandeur de la Francia…”.
Sí, muchos franceses siguen llorando la patria perdida, la grandeur ida, la gloria difunta… y descubren angustiados que su antigua patria se ha transformado en un archipiélago de comunidades étnicas, sociales, políticas, culturales, que no siempre se entienden entre ellas…
Q.-
Don Ricardo,
Consigue Ud. revolucionar mis neuronas con sus saberes y comentarios…
Gracias.
Buena consorte haría por allí tu Oscura Dama, esa Dark Lady que no sé si empatar con el Gran Napoleón, o convertirla en amante santificada de los últimos días de Luis XVI. No la veo con la pléyade de autores que he nombrado, acabaría con los delirios de su imaginación, sería profilaxis de empedernidos locos: ellos mismos que son y así lo quieren; llevan la noche oscura en sus espíritus; a la señora la ven en Notre Dame, siempre triunfante al tiempo y revejida, eviterna bandera de la magia.
Ricardo,
Vaya usted a saber, mi Dark Lady navega como puede por derroteros que pasan por los caminos de la moda, la fotografía, el tráfico de seres humanos… tráfico en el que llegó a participar un periodista madrileño, muy castizo, célebre en otros tiempos…
Q.-
El avispero molestado desparrama sus individuos cabreados por todas partes
Hoy los individuos se encuentran con patologias fisicas y mentales Margaret hecha a imago dei lo celebra desde el mas alla. La europa napoleonica se arrodilla frente al mercado caotico sin ningun o muy poco control. Se celebra el fin de la sociedad y del estado. America y Europa imitan a su Africa colonizada. El boomeran vuelve. El cuerpo carcel es lo unico que le queda al individuo politico sin ciudad sin sociedad sin pais sin casa. Hoy la mente individual no puede con la nueva mente mundial abstracta. Nuestras elites tampoco. Las paradojas liberales pasan del individuo elite al individuo artificial diseñado segun las necesidades de la casta elite. Solo los cuerpos carceles tienen derecha e izquierda cuando desfilan lo demas es pura abstraccion. Segun Kandinsky mientras más aterrador se hace el mundo mas abstracto se hace el arte. Por fin hemos llegado a la perfeccion artististica. Todo es numero. Francia triunfa en sus objetivos del siglo XVII. Fracasa en los objetivos de su revolucion.
Hombre, José,
La Revolución (1789 / 1793) no fue exactamente un “fracaso”… contribuyó a cambiar el rumbo de nuestra civilización… que los franceses sigan siendo muy conservadores no impide recordar un detalle, ese detalle, que también habla de una ambición moral que sigue estando viva, mucho más allá de las fronteras francesas,
Q.-
Hombre, Josep,
Si lo dice Kandinsky…
Pienso que estamos muy lejos de la perfección que alcanzaron los escultores griegos de la época clásica. Lástima que no se conserven obras pictóricas de este periodo.
Dicen que el arte es un reflejo de su época y la nuestra es caótica, virtual, artificial… Vivimos en una revolución tecnológica, para bien, o para mal. No lo sé. Veremos…