Rue Tournon, 12 octubre 2021. Foto JPQ.
El electorado conservador, nacionalista, ultra conservador y de extrema derecha continúa creciendo en detrimento de la derecha tradicional y las izquierdas, reducidas a un «pañuelo» social y político.
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Según el último sondeo de Le Figaro (matutino conservador), Marine Le Pen, presidenta de Agrupación Nacional (AN, ex FN, extrema derecha tradicional) tiene entre un 17 y un 18 % de intenciones de voto en la primera vuelta de las próximas elecciones presidencial.
Según el mismo sondeo, Éric Zemmour, polemista, previsible candidato ultra conservador, tiene aproximadamente las mismas intenciones de voto. Se trata de un ascenso espectacular del voto ultra conservador y de extrema derecha: el voto Le Pen y el voto Zemmour suman, juntos, entre un 34 y un 35 % de las intenciones de voto nacionales. La franja social más grande entre todas las familias políticas nacionales: Emmanuel Macron «pesa» un 25 / 26 %, los candidatos de la derecha tradicional entre un 10 y un 15 %. Los candidatos de izquierda socialista, comunista y extrema izquierda, no pasan del 4 al 8 %: la cota más baja de la historia reciente de las izquierdas francesas.
La gran novedad del crecimiento del voto de extrema derecha también tiene una novedad sin precedentes: ha aparecido una extrema derecha social y culturalmente distinta a la extrema derecha tradicional.
Marine Le Pen está apoyada por el electorado tradicional de la extrema derecha francesa: popular, obrero, con poca formación, ultra sensible a los temas de inmigración. Del 30 al 35 % de los obreros franceses votan a la extrema derecha desde hace varias décadas. Sin embargo, la familia Le Pen nunca ha contado con el voto católico tradicional. Sus orígenes neonazis situaban extrema derecha tradicional en el terreno del «agnosticismo», sin insistir nunca en las cuestiones religiosas de fondo, con muy malas relaciones con el Episcopado y el Vaticano.
Éric Zemmour, la revelación política ultra, por el contrario, cuenta con el apoyo social y cultural de ciertas élites desencantadas con la derecha tradicional: católicos practicantes, banqueros de negocios, conservadores sensibles a las cuestiones de historia y religión, han encontrado un líder de nuevo cuño. Para Zemmour, la cuestión religiosa es esencial. Nacido en el seno de una familia judía, el previsible candidato ultra conservador estima que la matriz religiosa, católica, de Francia y Europa, está amenazada por la beligerancia cultural del islam, francés y europeo.
El crecimiento de los electorados ultra conservadores, en Francia, no se plantea en el terreno del «radicalismo»: se plantea en el terreno cultural de la revisión y defensa de una cierta idea muy nacionalista de la historia nacional.
La hostilidad agresiva de la extrema derecha tradicional de Le Pen contra la inmigración esgrime un arma «social» rayana en el odio: «Los inmigrantes se comen nuestro pan y viven de los subsidios que nosotros pagamos con nuestros impuestos».
La hostilidad frontal de la nueva extrema derecha de Zemmour se plantea en el terreno de la xenofobia (fobia a los extranjeros) y la «guerra cultural»: «Multiculturalismo e islam están minando, a su modo de ver, los fundamentos y matriz de nuestra nación y de Europa».
A seis meses de la primera vuelta presidencial, una mayoría del 34 / 35 % de los electores franceses son sensibles o muy sensibles a esos problemas de fondo, convertidos en temas y armas de ocupación del terreno político.
Ante la ofensiva electoral, social y cultura de las dos extremas derechas, las izquierdas buscan una respuesta de fondo, la derecha tradicional sigue buscando el candidato que pueda representarla, y Emmanuel Macron avanza sus propios peones: defensa de la lengua y la cultura francesas, defensa de las instituciones y la Escuela pública, matriz de la vida cívica.
Luis says
Estimado Juan Pedro, permíteme abusar del espacio de tu web, saliéndome del tiesto del fondo del artículo y contando una anécdota libresca que sucedió en la bella rue Tournon.
En ella, como sabes, está la librería de uno de los principales libreros anticuarios del mundo. Hubo una temporada -creo recordar sobre 2008-, que en su escaparate lucía un maravilloso y genuino ejemplar de la primera edición de l’Encyclopèdie con sus 35 gruesos volúmenes infolio encuadernados uniformemente en hermosa piel tafilete rojo de época (el precio de un ejemplar vestido con esta piel principesca sube tres veces respecto al de un ejemplar encuadernado en piel normal veau de la época).
Un día, el ejemplar dejó de lucir en el escaparate. A una vecina de la rue Tournon le había llamado la atención, desembolsó la cantidad pedida y se lo subió a su apartamento para disfrutar con la grave sonoridad del pasar de sus hojas y sus más de tres mil grabados que muestran el saber y conocimiento de la Humanidad hasta el siglo XVIII.
La vecina -que desembolsó entorno a 200 mil euros por el libro-, era la ex mujer, hoy fallecida, del español más rico del mundo. Reconforta saber que hay españoles, indecentemente ricos, que tienen el gustazo de instalar su pied à terre en la rue Tournon y movidos por la sensibilidad, llenarlo de libros maravillosos (a muchos, empezando por el siempre llorado Eco, nos da sana envidia no poder hacer igual).
JP Quiñonero says
Luis,
Ah, qué ilusión, tu historia, que desconocía … por esas fechas, también frecuentaba esa calle & librerías un gran historiador español, Joaquín Romero-Maura…
Calle que por aquellos años y años después, fue mi calle y está un poquito presente en este cuadernos de notas:
–Jünger y otros desterrados, en mi calle.
–Casanova, lujo, galantería, vícios, libertinaje, mujeres…
–Joseph Roth, Dark Lady… y una joven parisina.
…
Q.-
Jose says
La izquierda desmonta su garito sus pequeñas máquinas de guerra sus sindicatos partidos asociaciones…y pasa de la revolución permanente a la guerra permanente del capital feudal actual . Todo está permitido. No por haber muerto o matado a los dioses sino por haber aprendido de los representantes que el poder y la riqueza es botín de guerra. La señora de la bandera multicolor por un lado y blanco y negro por el otro con su bello pecho desnudo dirige a las masas a una contrarrevolución mundial. Francia modelo de la nueva situación en una época en que el capital con sus máquinas de guerra lo controla todo y siembra odio en todo y en todos. Una nueva realidad que no necesita dirigentes modelos ni políticos actores las multitudes arrasan todo lo anterior. Destruyen partidos sindicatos sociedades naciones…y crean grandes plataformas mundiales feudales sin señores feudales. No necesitan plebeyos como los años veinte del siglo pasado ni Stalins ni Mussolinis ni Hitlers ni Francos ni De Gaulles ni….han aprendido que cualquiera es una empresa un dirigente un dios un poderoso rico que guerrea por servir al capital por las prebendas que le pueda dar. No hay alternativa como dijo la señora y acertó. Francia otra vez en cabeza por crear una nueva realidad y aceptar el fin de su época. Cuando se da vueltas alrededor de la columna hablando sin parar no hay derechas ni izquierdas se está perdido. Son nuestros locos años veinte pero de verdad.
JP Quiñonero says
Jose,
Oséase, que vaya usted a saber…
…
A título personal, lo que me parece llamativo y Nadie Desea Ver en España son estas cosas que ocurren en Francia:
-Los obreros votan mayoritariamente a la extrema derecha desde hace veinte o treinta años.
-El PS y el PCF se han hundido a este nivel: entre 4 / 5 % y ¡2%..! de intenciones de voto… Los niveles más bajos de su historia …
Datos que están ahí, al alcance de cualquiera que se interesen las cosas políticas.
Pues no: Nadie desea ver ni saber …
En fin,
Q.-
Luis says
Gracias Juan Pedro por orientarme en tu Cuaderno de París. “Solo soy francés por esa gran ciudad” escribió en sus Essais el alcalde de Burdeos. He descubierto tus referencias a Proust, Azorín, Baroja, en tus fotos y textos: luz y guía para el curioso y Benigno paseante!
Desconocía, entre muchas de las cosas que no sé, el hotel donde sonó la sonata de Vinteuil. En nuestras visitas a París nos gusta pasear por Parc Monceau: Monceau, Camondo (siempre presintiendo que sigue flotando en las habitaciones del Segundo piso el dolor y angustia infinita de la familia y, especialmente, de los niños al salir del hotel y en la entrada empedrada, subir al siniestro automóvil de la gestapo en camino sin vuelta ala muerte!) y Jacquemart donde almorzamos en ese salón tan Napoleón III donde nos recibe su dueño con su media sonrisa entre severa y amable eternizada por Winterhalter, y almorzamos en su salón tan Napoleón III. Después, obligada visita en la
esquina al amigo librero Laurent Coulet y seguir paseando.
“En París todo son librerías y hoteles, y Por este orden”, escribe Azorín. Hacemos rutas de peregrinaje fetichista azoriniana, barojiana y proustiana. También el París de Plá merece paseos y seguimientos.
Hasta el año anterior al covid empezamos el año tomando el thé Ingles y champagne en el salón Proust del hotel de la place Vendôme, donde solía hacer almuerzos para corresponder las invitaciones que recibía (aunque ahora el
Tráfago del Pasillo lateral del salón recorrido por ricos clientes desaseados y en zapatillas de deporte desvirtúan cualquier ensoñacion. Solo los recepcionistas y camareros mantienen
La dignidad del pasado).
Un regalo Para el Recuerdo y para la vida que está por venir tus fotos y artículos!
JP Quiñonero says
Luis,
Uauuuuu …
En efecto. Los paseos / vagabundeos parisinos tienen un encanto muy particular.
La rue y el Parc Monceau … ah…
–París, Proust, despojos de un jardín legendario, rue Monceau.
–París, Proust. El salón donde se cruzan los vivos y los muertos en el Parc Monceau.
–París by night en color… Primer amor en el Parc Monceau.
–Despedida de la rue de Monceau.
Q.-
Fina says
¡Oh, Don Luis!
Quedo impresionada por los maravillosos paseos que dan Uds. por París…