Cour du Commerce-Saint-André, 17 abril 2024. Foto JPQ.
«Decíamos ayer…» En la geografía parisina, ese pasaje tiene un puesto muy particular.
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Balthus lo inmortalizó con una obra célebre:
Balthus, en el pasaje de la guillotina, el Terror revolucionario y los laberintos del amor.
Siglos atrás …
En el número 8 instaló Jean-Paul Marat la redacción de L’Ami du peuple (1789 – 1792), publicación legendaria, acusada de “incitación a la violencia” por un tribunal revolucionario (moderado). Marat fue asesinado en su bañera (escena inmortalizada por David) por Charlotte Corday, que fue guillotinada poco más tarde.
En el número 9 instaló Joseph-Ignace Guillotin su primera guillotina, “experimental”, que confirmó su eficacia guillotinando corderos, antes de instalarse con mucho éxito de público en la parisina Plaza de la Revolución, actual Plaza de la Concorde, donde fueron guillotinados Louis XVI y su esposa, Marie-Antoinette, entre otros millares de hombres y mujeres.
Siglos más tarde, en esa plaza se han sucedido muchas manifestaciones contra Emmanuel Macron. Pequeños grupos gritaban cosas de este tipo: “Aquí guillotinamos a Louis XVI. Llévate ojo, Macron, podemos volver a empezar”.
En fin … En el edificio donde Marat publicaba su periódico subversivo se encuentra hoy una elegante épicerie fine. En la planta baja del edificio donde se inventó y experimentó la guillotina, por vez primera, funciona hoy un acogedor bar de copas y tertulia turística:
Balthus, en el pasaje de la guillotina, el Terror revolucionario y los laberintos del amor.
Balthus, contra la tiranía de las Cosas Dominantes.
● Balthus, la supervivencia del arte y los últimos hombres libres.
● Balthus, erotismo y combate contra la desertización espiritual del mundo.
● Picasso / Balthus, el dibujo y el desnudo femenino.
● Balthus, Gaya, Jean Clair y el incierto destino del arte de nuestra civilización.
● Klossowski, erotismo y libertinaje teológico (s).
● Ramón Gaya y el destino de la pintura.
Balthus Misterios de la alcoba y el amor Correspondencia amorosa con Antoinette de Watterville.
Le passage du Commerce Saint-André.
Arte.
Jose says
La revolución francesa con sus guillotinas reducida a bares de copas. Su prensa su pintura su literatura sus revolucionarios sus armas sus uniformes…todo reducido a series de Netflix también alguna que otra película. La próxima revolución la del nuevo rey presidente amigo del poder oculto amigo del poder y riqueza de los Rotschills Rocquefellers Arnaults …y de otros poderosos no se irá solo bajo ninguna cuchilla. No está vez nos iremos con él con ellos en plena fiesta erótica . Una revolución en terrazas restaurantes clubs…mirando nuestros smarts y viendo como en una película como cae el fuego del cielo . Carros de fuego lanzando todo tipo de regalos letales. Hemos conseguido una revolución que se puede seguir desde cualquier parte. No hay culpables a los que guillotinar. A las bombas H nadie las controla nadie en concreto las ha producido como en el caso de la guillotina. Son armas del pueblo no es el pueblo en armas.Son armas para el pueblo para todos sin excepción. Después de la revolución de las nuevas armas el silencio en las fiestas de los cuerpos retocados todos bellos y jóvenes como las nuevas armas autónomas dirigidas por una inteligencia colectiva por todos . Puro erotismo de los misiles buscando objetivos donde explotar. Una copulación global en el suicidio global. Una nueva ultima revolución sin necesidad de Napoleones. Virtual o real no tiene la más mínima importancia.
JP Quiñonero says
José,
Hombre… las bombas virtuales son más llevaderas que las otras, ay.
Pero, bueno, «virgencita, virgencita…»
Q.-
Fina says
Caramba, Josep!!!
¡Qué apocalíptico! Por lo menos que nos sorprendan las bombas en plena fiesta y con buena compañía…
Me pregunto si se puede morir de risa, como dice la expresión… Ojalá pudiéramos elegir una buena muerte.