Imposible escapar a la pesadilla europea.
En París, Liberation habla del desmoronamiento del proyecto de Tratado constitucional europeo. Y avanza argumentos devastadores: “La Comisión no tiene legitimidad democrática” (..) “Los actores de la pareja alemana están desnudos; Chirac sin calzoncillos y Schroeder amenazado de la misma suerte” (..) “La Europa política está trágicamente sin futuro”. Por su parte, Le Monde clava otra cuña feroz: “El modelo “social” francés solo es capaz de exportar fracasos, paro e inseguridad, víctima de la pequeñez mentiras y cobardía de la clase política, desde hace veinte años”.
En Milán, el Corriere della Sera subraya el deseo de Berlusconi: “Hay que repensar la UE”… acusada de: ineficacia, torrebabelismo burocrático, etc.
En Londres, el Times resume de manera muy gráfica las tentaciones británicas: Tony Blair NO desea pasar a la historia como el hombre que enterró el proyecto constitucional europeo, durante la presidencia inglesa que comienza el primero de abril; pero considera más que urgente “repensar” el rumbo de una UE en estado de coma.
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¿Qué dirán esta mañana los folklóricos, ayatolas, beatos, comisarios y demagogos provincianos de la Caína profunda?
“¡Más madera…!”
Una pregunta que seguro me puede responder desde su privilegiada atalaya:
El País y Le Monde: inversión, colaboración (ver Periodistas 21), ¿y los contenidos? Espero que, con el tiempo, nos cuente las más que posibles variaciones.
Las relaciones El País Le Monde pueden resumirse con franqueza brutal: Prisa gana tanto dinero que está en situación de comprar el vespertino francés en cualquier momento. Polanco está en situación de preguntar, “Oiga, ¿cuánto quieren?..”. Y hacer sobre la marcha un cheque certificado por el montante que le pidan. Hay un pequeño problema: los colegas franceses NO quieren vender, y desean CONTROLAR su periódico. Así las cosas, ambas partes desean prolongar los movimientos de aproximación indefinidamente. Con cálculos de muy diversa especie táctica. Juan Valera conoce perfectamente la cuestión.
Ahí precisamente quería yo llegar, a esa «aproximación». En términos económicos podríamos preguntarnos si se trata de una fusión o una absorción, pero yo me refiero a los contenidos. Es muy lícito y lógico que los franceses no quieran perder el control sobre ellos pero, o mucho me equivoco o, al final, el que pone el dinero «dicta» lo que se publica y lo que no.
Hola a todos:
Esta vez no puedo disentir porque pienso que Le Monde se va a convertir en El Pais en frances (no se como se dice pais en frances) siendo la filial en frances del diario de Don Jesus. Leyendo a Juan Varela la situacion de Le Monde estaba muy mal economicante y esta participacion pienso que sera un caballo de troya para la absorcion posterior, como ya ha hecho Don Jesus con otros medios que le hacian competencia (lease Antena 3 Radio o Via Digital).
Saludos a todos.