En La Chaine Info, Robert Ménard, de Reporters sans Frontières, afirma que, en verdad, el rescate pagado por Francia para conseguir la libertad de Florence Aubenas, la enviada especial de Liberation (entre 10 y 15 millones de dólares), pudiera servir para financiar las operaciones terroristas de la “guerrilla”, en Irak.
Archives for junio 13, 2005
Caína y la floreciente industria del Odio
Abro, cansado, muy cansado, los periódicos de Caína, aventando infinitas razones para odiar al vecino. Y me asalta una frase de Jean Améry (Hans Mayer): Quién ha sufrido la tortura, ya no puede sentir el mundo como su hogar.
Imre Kertész dice que Améry – Mayer sigue siendo el más grande entre los escritores que trataron el “tema” de Auschwitz.
La tortura, el secuestro, el Holocausto (sacrílego) fueron / son experiencias extremas.
En otro plano, la originalidad de Caína es de otra índole: encontrar a diario buenas razones para odiar al vecino:
—-Para mofarse de sus creencias religiosas, profanando por juego la imagen de un crucificado.
—-Para apropiarse de unos archivos confiscados como botín de guerra.
—-Para pedir la cabeza de los fanáticos: que —-evidentemente—- siempre son del bando adverso, y es imprescindible insultar escupiéndoles en la cara, en público.
—-Para denunciar con acritud el comportamiento o las convicciones del vecino: evidentemente arcaicas y peligrosas para la convivencia, cuyas normas de comportamiento están regidas por oficinas de fieles a la secta de turno, impartiendo bulas con las que ganar el paraíso cívico del bando victorioso, condenando sin apelación a quienes no comparten las mismas convicciones, evidentemente sectarias.
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La tortura priva del hogar último y más íntimo a las víctimas.
No me parece exagerado temer que la experiencia del odio, desenterrando a los muertos, con fines publicitarios, con cualquier pretexto, envenena el agua del pozo de una casa común habitada por fantasmas cainitas.
Chirac y el negocio del crimen crapuloso, en Irak
En París, nadie duda que Jacques Chirac ha pagado una suma importante de dinero para conseguir la liberación de la periodista Florence Aubenas.
Quienes saben mucho hablan de “sumas vertiginosas”. Algunos avanzan la cifra de 12 millones de dólares.
El embajador de Francia en Bagdad, Bernard Bajolet, comenta el alcance perverso de las movilizaciones populares a favor de las víctimas del terrorismo y el secuestro criminal, en Irak: “Yo me hago muchas preguntas sobre el verdadero impacto de las campañas mediáticas consagradas a la liberación de rehenes. Se trata de operaciones que merecen la mayor simpatía cívica. Pero me pregunto si realmente son eficaces para la liberación; ya que los secuestradores suben el “precio” de sus exigencias, a la altura de las manifestaciones que siguen por radio y tv”.
Tragedia espantosa, que tiene muchos rostros felices. La víctima y sus familiares recobran la libertad. Las organizaciones humanitarias gritan “¡Victoria!”. El Estado se vanagloria de la eficacia de sus servicios de contra espionaje.
Queda en la sombra la alegría de los asesinos, intermediarios, hombres de paja y negociadores, beneficiarios de lo que, púdicamente, se califica de “gastos de albergue y mantenimiento”: de esa fórmula se sirven quienes cobran el dinero pagado por el Estado para justificar la suma exigida a cambio de una vida inocente.