La crítica heideggeriana de la Técnica me sigue pareciendo el horizonte fáustico que domina el incierto destino de nuestra civilización. Sin embargo, entre otros infinitos matices, internet y la escritura de blogs / bitácoras nos recuerdan a cada instante la emergencia de nuevas formas de solidaridad; la primera de las cuales quizá sea el aprendizaje de nuevos lenguajes y el acceso inmediato a nuevas formas de información y comunicación. Sospecho que lo mío no es el HTML, pero JL Orihuela ofrece, entre otras mil y una informaciones imprescindibles para sobrevivir en el océano de la tela de araña universal, una guía clara, sencilla y gratuita de manuales para introducirse en tales laberintos de incontables misterios.
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«Tranqui, colegui»
Ya sabes que, para estas cosas de la red, siempre puedes recurrir a mí, quien, solícito, acudiría presto a tu voz de mando Arr!
PD: En cuanto suba los estilos nauscópicos actualizados (y dos nuevos que tengo en mente), mejorados y con mejor filtrado de la publicidad, me centraré en el análisis comparado de L’Estatut. Como esta última tarea puede ser un tanto árida (espero no desanimarme) no me importaría «apañarte» tus bitácoras, creándote un estilo elegante y funcional, que te diferencie del resto de bitácoras con WordPress.
PD2: Estos días, si tienes tiempo, podrías animarte a crear una bitácora para coadyudar a la cohesión familiar de los Quiñonero, y así compensar el desarraigo hacia la familia y el desprecio de la autoridad paternal tan propio de la adolescencia 😛
– Un saludo –
Por cierto, hasta los bitacoreros tienen «negros», como lo es Antonio Cambronero (Blogpocket) de jlori (eCuaderno) y de Libro de Notas.
Hola, Maty,
Gracias Mil por tu Generosidad.
En realidad no tengo problemas mayores, reconocidas las limitaciones de la cosa.
La plantilla de bloger que yo utilizo es un poco rudimentaria, y ni siquiera permite partir las entradas. Para mi, es su principal defecto. La de WordPress que utilizo para Európolis (por consejo de JLO) me parece bastante potable: comienzo a «reprocharle» que es físicamente un poco «raquítica»; pero tampoco me parece un problema.
En cualquier caso, ya nos contarás tus conclusiones estatutarias, supongo que como «calvario» y «penitencia».
Q.-
¡Dios mío, qué razón tiene, qué razón tiene…!
Alejandro,
Qué alegría, tus palabras…
Q.-