Entrada en el puerto de Nueva York del crucero ¿Vizcaya? / ¿Infanta María Teresa?, el mes de febrero de ¿1897 /1898?
Tras la trilogía de Caína [La locura de Lázaro, Una primavera atroz, La dama del lago, work in progress], comienza otra saga / fuga, consagrada al puesto de Caína en el mundo…
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De la guerra de Cuba a Afganistán, pasando por Irak, en efecto. Esa historia debiera comenzar de este modo:
“VIENTO EN POPA, A TODA MÁQUINA…”
La silueta juncal del crucero Vizcaya, navegando hacia la hosca desembocadura del Hudson, proclamaba al mundo los milagros de bravura, temeridad y arrojo de unos marinos prestos a dar una lección de hidalguía heroica ante los rascacielos de Nueva York, si el acorazado USS Maine osaba intimidar al pueblo libre de La Habana, en una justa desigual que un pintor de glorias militares con mucha fibra patriótica había inmortalizado a través de su colorida paleta, dando cierto lustre artístico a un delirio colectivo, de cuyas manifestaciones más veniales quedaba testimonio fiel gracias al óleo de grandes proporciones colgado, por orden de un probo funcionario anónimo –tras un largo periplo por el lóbrego laberinto de los polvorientos sótanos de distintos ministerios de sucesivos regímenes enterrados en la tumba del olvido, como mudo testigo ciego de la furia manicomial de la historia–, en el muro principal del despacho de un hombre avejentado prematuramente, pero ya muy consciente de su grave responsabilidad inmediata en la defensa de Occidente, a través de su firma y rúbrica estampadas al pie de los pliegos con los que su departamento –la secretaría general de Política de Defensa– debía organizar la repatriación de 62 soldados de Afganistán, en un avión de transporte alquilado gracias a los buenos oficios de un intermediario libanés retribuido oficiosamente con los más opacos fondos presupuestarios de la seguridad Estado, transferidos con presumida discreción, desde Londres, por un tercero o cuarto intermediario cosmopolita, hasta una cuenta domiciliada en las Islas Caimán, siguiendo una ruta emboscada tras los bizantinos meandros de la cooperación trasatlántica. [ .. ]
El Alakrana, Cavite, la guerra de Cuba y nosotros.
Wikipedia ES Vizcaya (crucero)
eldesastredel98.com Cruceros clase “Vizcaya”
Google Videos crucero vizcaya 1898
Maty,
Pequeñas / grandes joyas, si…
Q.-
fffffffffffffffffffiuuuuuuuuuuuuuuu… la cosa promete…
Mercè,
Qué decirte… cada tema con su loco… algo así,
Q.-
Sí, “cada loco con su tema”, pero quien sabe si es el tema el que escoge al loco, como dices tú Q.-, bien mirado…
Carmen
Carmen,
En mi caso, estoy convencido. El tema se me impone… las otras noches, poco después de las cuatro, me desperté pensando que todo eso del Alakrana era el eslabón último de una caída hacia ninguna parte. Lo del Vizcaya era una locura; pero, bueno, España todavía era capaz de construir barcos de guerra… en Afganistán, el ministerio de Defensa y el Estado mayor de los ejércitos, se han visto obligados a alquilar aviones de segunda o tercera mano, despojos del arma aérea de la antigua URSS… “¡¡Más madera, más madera…!!!!“,
Q.-
De dominar los mares hemos pasado a no ser capaces de dominar ni la(s) lengua(s) de ministros, secretarios generales, etc. Las naves de Colón han encontrado el finis terrae y se caen “hacia ninguna parte”, eso parece. Recuerdo esa belleza de Fellini “E la nave va”, bajo el artificio que estamos viviendo, una certeza se impone: acecha el desastre.
Carmen
Pero cuando Juan Carlos I sale de España a cazar osos a paises de la Europa del Este y África si que utiliza un avión (militar o civil) de gran capacidad, tal como el Airbus, que está especialmente acondicionado para su disfrute (dormitorio, baño, despacho, salones)…
Aquellos eran soldados que regresaban de una misión, éste el el Jefe del Estado que viene despues de tres o cuatro días de caza…
Saludos.
Ayer volví a ver La guerra de Charlie Wilson o cómo los Estados Unidos se metieron de lleno en Afganistán y de qué manera dejaron el asunto evolucionar, y de alguna manera me parece lo tuyo en conexión…
Sera bendita ignorancia o que no esta hecha la miel pa la bocalburro, pero, que quieres, a mi me parece que el hilo conductor viene, al menos, del que me estoy leyendo yo ahora: De la inexistencia de Espanya (en catala). Despues de todo, se puede considerar que lo de Cuba, lo de Afganistan, no son mas que pequenyos episodios de la historia un Hombre (o Mujer, claro) en busca de esa identidad sin complejos que se perdio… alla por el Barroco?
Nobody’s perfect, que diria el sabio.
Jordi, ahora que Juan Pedro está ido, ¿qué te parece el libro gordo de Quiñonete?
Un día de éstos tomaré prestado la versión catalana. Temo que no me convenza, como me suele pasar al comparar con la primera lectura de un libro en otra lengua. Tal vez la traducción no esté a la altura de la prosa, o…
Carmen, Vicente, Mercè, Jordi, Maty…
Carmen,
Walter Benjamin hablaba del eterno retorno de la catástrofe…
Vicente,
No me parece el buen ejemplo. Los viajes reales son muy otra cosa. Es toda la logística del transporte de tropas la que está en juego.
Mercè…
NO está nada mal visto. Esa película me pareció muy pedagógica, efectivamente. Pero la cosa USA tiene las proporciones de la Tragedia, la Épica, etc… mientras que pensar que 200 guardia civiles van a poner orden en Bagdad es algo así como Groucho Marx en Casablanca, pero con la sangre corriendo por las calles.
Jordi,
La cosa está claríiiiisima…
-En el Barroco, España era capaz de pagar el envío de cuerpos de ejército fuera de sus fronteras (Tercios de Flandes, etc.).
-En 1898, España todavía era capaz de construir su propia flota de guerra, y desplazarla hasta Cuba… ¡incluso se pensaba “responder” al Maine enviando el Vizcaya a Nueva York!!!!.
-En el Sahara (años 50 a 70 del siglo XX), a la humillación militar siguió la Marcha Verde, que puso fín a…
-En Afganistán… sucesivos gobiernos se han visto forzados a alquilar aviones de transporte de la antigua arma aérea soviética, reciclados por traficantes libaneses y ucranianos…
Maty,
La edición catalana de mi Inexistencia es mejor y más completa que la primera edición castellana, con un prólogo y un apéndice bastante “políticos”…
Q.-
La peli de Mike Nichols, si recuerdas, es de un grotesco que tira p’atrás…, no me digas que no…
Me refiero a la calidad de la prosa: no es lo mismo escribir en castellano que una traducción a otra lengua, digo.
Comentando desde: Linux Mint 8 Helena
Mercè, Maty…
Mercè,
Claroooooooooooooooooooooo… a donde yo iba es que, tras lo grotesco palmario, no es dificil adivinir las colosales tragedias… mientras que, en Carpetovetonia, NADIE ha osado imaginar, fotografíar, a señoras luciendo las joyas que se compraban con el dinero que sus maridos cobraban por matar terroristas… tema que me parece moralmente capital (repulsivo) y estéticamente indispensable… el cine, la fotografía, la novela, están para eso: para transformar esa materia brutal en materia estética y moral…
Perdón por el peñazo. Lo mío será una muy otra cosa.
Maty,
Mi libro está traducido por un gran poeta catalán, Jaume Pomar,
Q.-
Yo, como Santo Tomás, juzgaré por mí mismo. Pero primero, tengo pendiente tu último libro…
Pues la verdad es que aun estoy en ello. Es una de esas obras que te ensenya que hay lecturas a muchas velocidades. Creo que debere volver a el al cabo de un tiempo para re-digerirlo. Pero, de momento, me ha abierto el apetito de historia. Ya tengo entre ceja y ceja A Society in Conflict de Henry Kamen. Reconozco que, por el momento, tambien ha resultado ser una revelacion hacia una forma de ver lo que me ensenyaron de pequenyo sobre el Arcipreste de Hita, Zorrilla o Calderon, de una forma mucho mas trascendental.
Ah, y sin haber leido la version espanyola, y a pesar de un par de erratas, la prosa catalana se lee la mar de bien. Se nota el esfuerzo por mantener el alto nivel linguistico y el respeto por las palabras elegidas por el autor, cosa diria que nada facil.
Mas, cuando lo acabe!
Maty, Jordi…
Maty,
… // …
Jordi,
Qué valor tienes…
Q.-
Tengo por norma ir directamente a las fuentes, informándome por mí mismo antes de opinar públicamente sobre un tema o un libro, a diferencia de muchos que opinan de oídas.
Vamos, si fui capaz de digerir el tostón de las casi 500 páginas que conforman el conjunto de tratados que dan cuerpo al Tratado Constitucional Europeo, lo seré con casi todo, digo.
El libro gordo, en la versión castellana/española, es delicioso de leer para quien ame la buena prosa y la sabiduría. Habría que ser un incapaz para destrozarlo en la traducción, máxime siendo un poeta, y elegido por el autor, digo.
Maty,
Anda, anda…
Q.-