Tomamos café en casa de André Glucksmann, que vive siempre a dos pasos de mi primer domicilio parisino, en el barrio donde vivieron Ferrer Guardia y Max Aub, casi esquina de la casa de José Luis y Lola López Mondejar.
Glucksmann cree que Francia vive una crisis de nihilismo destructor, angustiada, desesperada: “Mato, incendio, destruyo; luego existo”. Descartes se ha instalado en la casa común del infierno suburbano. Y Glucksmann le sigue los pasos, de este modo:
-“Los incendiarios violentos son franceses, completamente franceses… perfectamente integrados. Y su integración se consuma definitivamente a través del incendio de automóviles” (…)
-“Hay una tradición francesa de integración a través de la violencia. Campesinos que se expresan quemando camiones españoles, quemando prefecturas, quemando supermercados. Sindicalistas que amenazan con volar las fábricas donde trabajaban si la empresa no accedía a sus reivindicaciones, como en Moulinex. Obreros que amenazan con envenenar un río con productos químicos para “defender” la fábrica de productos químicos donde trabajaban. Esa forma de integración francesa de quienes se sienten desfavorecidos y se integran a través de la reivindicación puede ser violenta, incluso asesina” (…)
-“El islam no parece estar jugando ningún papel en estos disturbios suburbanos. La tradición francesa de la pelea social viene de muy lejos” (…)
-“Los incendiarios franceses están mucho más cerca de un revolucionario francés, como Saint-Just, que de un revolucionario islamista, como Jomeini” (…)
-“Es el comportamiento de quien desea dejar bien claro que tiene la fuerza y la resolución de destruir. Incluso destruyéndose así mismo. Es la actitud de Jacques Chirac con respecto a la Unión Europea, cuando dice a diez nuevos miembros que solo tienen el derecho a callarse. Es una manera de atentar, minar y amenazar la existencia misma de la Unión: negar el derecho a la libertad de palabra. Es el comportamiento de Chirac cuando prefiere a Putin a la mayoría de los Estados europeos. De ese modo, Chirac contribuye a la destrucción de cincuenta años de construcción política de Europa. Es el comportamiento de Chirac cuando defiende a su manera la Política agraria común europea, amenazando con socavar las negociaciones comerciales multilaterales. Es el comportamiento de Chirac cuando defiende a tumba abierta las subvenciones concedidas a la agricultura francesa: otra manera de minar el futuro de Europa, imponiendo barreras contra los países pobres de África… una manera muy francesa de amenazar y destruir todo lo que puede de las agriculturas africanas” (…)
-“Francia se ha convertido en la capital del nihilismo destructor europeo. Los incendiarios de los suburbios no son espiritualmente muy diferentes de los respetables incendiarios que viven en el Elíseo, o cuando son honorables sindicalistas” (…)
-“Chirac y los sindicatos franceses tienen la misma mentalidad nihilista y destructora que los incendiarios…”
-“Los incendios son el espejo de la Francia del “no”: el espejo de una Francia que dice “no” a todo, comenzando por Europa. Todo el mundo defiende sus intereses inmediatos, sin intentar comprender la evolución del mundo. Los incendiarios se han integrado en la Francia negra. Hay otra Francia, solidaria, positiva, capaz de construir”.
ABC, 13 noviembre 2005 → Glucksmann: «Francia se ha convertido en la capital del nihilismo destructor», 1 → Glucksmann: «Francia se ha convertido en la capital del nihilismo destructor», 2.
[TdQ] says
Te respondo en mi blog:
http://trosdequoniam.blogspot.com/2005/11/matisos-del-nihilisme.html
Passy says
Enhorabuena.
Una entrevista reveladora.
Gilles Roman says
muy interesante analisis parece que por ahora no esta difundida en francia ?
http://ruevalparaiso.blogspot.com
spanien11m says
¡Buenísimo!
maty says
Meneame.net -> EL PAÍS La Nochevieja se salda en Francia con más de 1.000 vehículos quemados
Desconozco si las televisiones españolas han informado al respecto, aunque sospecho que no, pero no lo sé.