De vuelta de un atractivo viaje de recreo París – Madrid – Toledo, ida y vuelta, en avión, taxi, autobús, etc., llevando niños, maletas, mochilas y otros instrumentos de tortura, someto a la dirección de este Blog algunos temas de trabajo:
—-Alejamiento inquietante de las elites y las clases populares, separadas por abismos culturales ¿crecientes?. Ejemplo casi ideal: el matrimonio homosexual. Taxistas, camioneros, chóferes, camareros, etc, soportan con lacónico estoicismo lo que piensan e imponen las elites políticas, periodísticas e intelectuales. Una encuesta, sumaría pero significativa, en la estación de autobuses de Toledo, me dio testimonios tirando a esperpénticos de ese alejamiento, ¿creciente?. En Europa, ese problema cultural ha producido monstruos tipo Le Pen.
—-La “información” permanente también agrava el embrutecimiento y la soberbia ignorante. Los millones de palabras publicadas a diario —-y a diario aventadas en los mismos puestos de ventas de millones de imágenes de mujeres y hombres desnudos, en posiciones lúbricas, convertido el sexo en mercancía privilegiada—- sobre judíos o palestinos, los EE.UU., Irak, ETA, etc., no añaden una comprensión proporcional de tan vastísimos problemas, bien al contrario. El relativismo informativo impide comprender y responder con claridad a preguntas básicas: ¿Dónde hay, como se defiende y exporta la libertad?, ¿qué sistemas educativos favorecen el progreso y la libertad? ¿qué diferencias hay entre España, México y Guatemala?, ¿en qué lugares y en que tipo de familias y escuelas se enseña a odiar desde la infancia?, ¿cuántos cónyuges de cuantos sexos tiene una familia?.
Deja una respuesta