Vídeo instalación de Shady El Noshokaty,The Tree of my Grandmother’s House – The Dialogue, 2001

Tendencia

Al margen de los imprevisibles resultados del G8, en Escocia, la movilización internacional ya permite avanzar una consecuencia de primera importancia: el reconocimiento del gran arte y las culturas africanas.

En Londres, la BBC insiste en la importancia capital de los músicos, cantantes y artistas africanos en la emergencia de una nueva conciencia cultural del continente.

En Berlín, Tagesspiegel descubre la importancia creciente del Nuevo cine africano, a través de una industria cinematográfica emergente en grandes países, como Nigeria.

En París, el Centro Pompidou, el museo más visitado del mundo, presenta desde hace días una gran exposición de un centenar de artistas africanos de nuestro tiempo: una manera de presentar, dar a conocer y proponer el descubrimiento del gran arte de un continente cuya pobreza, miseria, tragedia, quizá hagan más urgente que nunca el reconocimiento de su patrimonio más indispensable, el de sus culturas milenarias.

En Mónaco se presentará dentro de unos días una magna exposición consagrada a 5000 años de arte africano. Volveré sobre ella, en detalle.