Tormenta de verano. Calor sofocante. Llueve, llueve. Vagabundeo en el coche, escuchando a los colegas de TSF, que reponen sin cesar viejas canciones de Peggy Lee. Fever, Why don’t you do rigth, Black Coffee, Johny Guitar. Hay quienes piensan que algunas de esas versiones de Mrs. Lee la emparentan con Billie Holiday, con Ella Fitzgerald, Sarah Vaughan.
Mi adolescencia. Ya sabía que me alejaba el mundo idílico y perdido de las habaneras de mi infancia. Las voces de BH y PL me descubrían otros mundos. Todavía no conocía a Bach interpretado por Pau Casals ni a ChP. Eso vendría más tarde. Fever, Black Coffee, My Man se confunden con cosas de Nat King Cole y viejos boleros de Lucho Gatica, que ya eran viejos boleros en La Habana de GCI.
En París, al anochecer, bajo la lluvia, he vuelto a la rue de Seine, vagabundeando entre el antiguo hotel de David Hockney, el hotel donde Baroja escribió Camino de perfección y el hotel donde murió alcohólico Joseph Roth, en el mismo café / hotel donde yo comencé a estudiar alemán. Han pasado los años. Con el tiempo, la voz de Peggy Lee ganó en gravedad melancólica. Bajo la lluvia, al volante, no era fácil cerrar los ojos y decir adiós a todo aquello.
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El Nicho says
En la adolescencia… en aquella época de mi vida le leía yo como corresponsal en París, haciendo un periodismo difícil y atractivo, un periodismo literario y crítico. También ejercía de analista político y cultural, empapado de cultura literaria y filosófica y política e histórica, etc., siempre con la vista puesta en la gran cultura francesa. Y escribía sus columnas de política internacional, y sus críticas literarias en el ABC Cultural (de la época de Ansón, eso de Anson no me gusta nada), aquel suplemento literario no superado hasta la fecha. Un periodista, un escritor, que escribe de literatura (universal) con una soltura admirable, que opina de política con conocimiento y valentía, que lleva una vida densa y extensa.
¡Y ahora, con su bitácora total actualizándose permanentemente! En fin, para mí es una gran sorpresa que usted haya dado, en este espacio (el mundo de las bitácoras) lleno de pequeños átomos, con la mía. Es un honor.
Continuaré leyéndole, como hasta ahora, no pare. Y si se me ocurre algo, lo soltaré.
P.D. Hablo de memoria, si hay algún error, disculpe.
Juan Pedro Quiñonero says
Hola, colega…
un poco (mucho me abrumas, oye)… mejor tutearnos, ¿no?????????
Avanti con tu Nichooooooooooooo
JP