Le Monde (www.lemonde.fr/). Archivo: «España, ¿cuantas naciones..?» ( .. ) Atutxa: «Hablamos de tres naciones»
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Txetxu Barandiarán retoma los retos que dice tener planteados la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), empeñada con razón en difundir manifiestos a favor de la lectura, el libro y las librerías, apoyados por beneméritas instituciones. Sin entrar en sus problemas, desafíos y afanes corporativos, quizá me parezcan mucho más urgentes, si cabe, estos problemas paralelos:
Basta con visitar un hiper para advertir que el concepto mismo de “libro” está sufriendo una metamorfosis endemoniada y ha dejado de tener el mismo significado para distintos editores.
La difusión masiva de “libros” está enterrando en un abismo sin fondo lo que en otro tiempo se entendía por el mismo nombre.
La orquestación masiva del lanzamiento, difusión e “información” de tales “libros” está influyendo incluso en la modificación de algunos cánones literarios. Octavio Paz quizá fue el primero en denunciar como la industria de los bestsellers estaba socavando el arte de escribir novelas, en algunos mercados.
La administración tutelar de mercados quizá tenga consecuencias policiales perversas. Pero basta con visitar un hiper para advertir que la mercancía “libro” oculta cosas de muy distinta naturaleza, de lo sublime a la basura hampesca.
Quizá los intereses corporativos impidan abrir ese debate entre las organizaciones gremiales. Pero quienes se interesen por el libro, la lectura y la cultura no podrán callar indefinidamente ante un proceso que, para mi sensibilidad, si pone de manifiesto como la industria editorial también favorece la incultura de masas.