Astounding Stories de HPL, junio 1936.
M* me envía desde Barcelona un artículo de Antoni Puigverd titulado Apuntes de un ocaso (La Vanguardia, 07.03.05). Les respondo vía @ insistiendo en mi inquietud: la destrucción de Cataluña, víctima de una guerra civil (ideológica) entre catalanes.
Tales conflictos fratricidas, que tantas veces han devorado las entrañas de las distintas Españas, devorándose las unas a las otras, para matar a estacazos a quienes defendían (o defienden) otras maneras de entender la cosa, tienen ahora otra dimensión saturnal, no menos trágica: la desaparición de las primeras víctimas (las familias del barrio del Carmel), enterradas vivas entre los escombros de los edificios ideológicos en vías de derrumbamiento catastrófico.
Situación tantas veces evocada en forma de parábola en los relatos de Lovecraf, cuyos cuentos (Tales, HP Lovecraft, edición de Peter Straub) acaban de entrar en el Panteón de hombres ilustres de la gran literatura norteamericana, la legendaria colección Library of America, junto a las ediciones no sé si canónicas de Poe o Henry James. Parábolas que hablan de mundos subterráneos donde viven seres de tiniebla, amenazantes y sombríos, prestos a sembrar el pánico por las calles de las ciudades de Nueva Inglaterra, que tanto se parecen en mi recuerdo a la ciudad de leyenda de la antigúa Plaça del Diamant, antes de su desaparición enterrada en el fondo de un abismo poblado de monstruos, hablando por la boca del agit-prop ideológico permanente.
Eduardo says
Debo felicitarle por la figura de las ‘víctimas enterradas bajo los escombros de los edificios ideológicos’. Quizá demasiado sutil para alguna de esas víctimas.
Juan Pedro Quiñonero says
Gracias, don Eduardo. Todo es cuestión de estilo. Incluso morir es dificil y más patético, muriendo de las cornadas que da la vida, traicionera. En fin.
Eduardo says
Bioy decía que Stevenson le dijo una vez a su mujer que ‘esto de morir es bien fácil’, pero las fuentes indirectas nunca son muy fiables.
Ya que ambos celebramos la inmodestia le remito al día en que traté el asunto.
Juan Pedro Quiñonero says
Mare de Deu…
Tu entrada del día de autos (?) ¡está tan llena de citas, sabiduría y estilo que es dificil meterle mano por ninguna parte!… todo está dicho y muy bien dicho.
Por mi parte, solo lamentar mi frivolity snob (que tantas veces me pierde) cuando hablaba del estilo y el arte de morir con arte. Que de eso habla la Tauromaquía goyesca, por momentos.
Lo de escribir a vuela pluma tiene un encanto mórbido y nefasto: todo queda salpicado de una cierta falta de estilo,justamente. Y lo que yo deseaba decir —al principio— es que la vida misma de las gentes más humildes queda enterrada en vida, caída bajo los escombros de las palabras (words,words,words,enlacélebre cita de..) con las que los medios de incomunicación de masas (estoy contento del copy de la fórmula que uso cuando puedo, desde hace años) ocultan la realidad y todo pueden envenarlo con sus sofismas desalmados.
Aunque esté feísimo señalar: no se cuantos capítulos de mi libro De la inexistencia de España (Tecnos, 1998) tratan de tan funesta historia.
¡¡¡Perdón por la cita de mi libro!!!!!!!!!
Eduardo says
No se disculpe, don JPQ. ¿No quedamos el día de su entrevista en celebrar la inmodestia? Si no es así, tenga a bien entonces retirar mi autocita.
No había pensado en la Tauromaquia de Goya. Quizá si hubiera tenido a Carod en mente habría caído en ello.
Su idea de las vidas enterradas bajo las palabras la entendí pefectamente. Y no la creo expresada sin estilo, por eso celebré la figura.
Para terminar mi perorata, llevo tiempo preguntándome ¿Qué masas comunican los medios de comunicación de masas? Quizá su fórmula sea más apropiada.
Juan Pedro Quiñonero says
Usted siempre tan comprensivo y generoso, don Eduardo.
Lo de los medios de incomunicación de masas… viene de (¿lo sé yo mismo?) de una doble tradición: el prólogo o las primeras páginas del Das Glasperlenspielen de HHesse … hay traducción castellana… ¿de Miguel Sáez? hablando de los pueblos perdidos por músicas diabólicas … y (creo) de un cierto poso de mis lejanísimas lecturas situacionistas… de aquellos lejanos años me queda un cierto coqueteo que intento encubrir con mi fina retórica, que viene de un deseo tenaz de intentar aprender a escribir y continuar cultivando un cierto estilo… lo de morir con arte quizá también pudiera relacionarse con algunas memorables películas de JHuston. Claro.
Eduardo says
Perfecto, don JPQ. Veo ahora que olvidé dejar aquí para sus lectores el enlace al volúmen de Lovecraft de la LOA.
Wallenstein77 says
Hola a todos:
Muy buen articulo, aunque todo lo dicho, ya esta escrito. Nunca se me hubiera ocurrido relacionar El Carmel con los Mitos. Me ha recordado (perdonar si no viene a colacion) un cuento, que creo se llamaba En la cripta y tenia que ver con un sepulturero. Algun dia, los cadaveres igual se intentan vengar de quien los matrato en el ultimo momento.
Saludos a todos.
Juan Pedro Quiñonero says
Elemental, querido Wallenstein…
Los muertos están vivos… a la espera del juicio final… y, en algunos casos, recuerda la película de FLang, Scarlatte Street, acaban estrangulando a sus asesinos…