Max Ernst (1891-1976)
The Blessed Virgin Chastises the Infant Jesus Before Three Witnesses, 1926
Óleo/tela (196 x 130 cm)Museum Ludwig, Köln
Conociendo mis debilidades, E* —-que regresa de Nueva York—- me trae como regalo el catálogo de la gran retrospectiva Max Ernst del Metropolitan.
A partir de Dada y el Surrealismo, la obra del maestro se ramifica sin cesar, por caminos siempre turbadores que no sé si llamar “subversivos”; inquietantes, en cualquier caso. Y un aura de misterio sacro cubre todas sus creaciones, del más modesto collage al óleo más majestuoso. Ese aura ausente en la “obra” de un rosario interminable de “artistas” , “modernos”, “contemporáneos”, “vanguardistas” o… etc., caídos de hinojos en la nadería de lo insignificante, comprado y vendido en los arrabales de las grandes superficies del ramo.
Debilidad compartida. Recuerdo la magnífica exposición sobre Ernst de la Fundación Juan March (su web se empeña en situarla en 1986, pero mis recuerdos son de 1982).
Y en cuanto al ‘rosario interminable’, alguno hay que se salva de la quema, curiosamente muy alejados del ‘mercado’.